VII
Después de otra elipsis, el rubio veía con asombro cómo el pelirrojo se peleaba a muerte con un cangrejo, estaba preocupado por Larry ¿Y si le traía agua mineral y no de manantial? Bueno, el agua mineral también se podía beber ¿No? Ya viendo cómo el más bajo estaba perdiendo la contienda contra el cangrejo, decidió apartar la mirada y fijarse en las palmas.
Encontrándose con los cocos, y recordando que siempre pagaba por beber agua de coco, el rubio se levantó entusiasmado, si tenía cocos, quería decir que debía haber agua allí.
Con energía que no sabía que tenía, logró sacar al pelirrojo de su duelo contra el cangrejo y convencerlo de que bajase los cocos para poder beber algo de agua. El pelirrojo apenas certificó que en efectos eran cocos y no nidos de avispas —porque no confiaba en lo absoluto en la percepción del teñido raquítico—, se las apañó para poder bajarlos y beber algo de agua también, que le hacía falta.
Cuando finalmente bajaron los cocos y los perforaron para beber y comer de lo que estaba dentro, ambos personajes terminaron hablando sobre las muchas cosas que tenían en común.
—Pues yo soy un humano —habló el pelirrojo.
—Que loco, yo también lo soy —contestó el rubio.
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Típicas Vacaciones Paradisíacas
HumorLas olas son hermosas, la arena salada. No hay nada mejor que estar en una playa desolada. [Humor]