El día comenzaba en Hawkins, con las pequeñas hojas color café que se habían desprendido de los árboles y vagaban libremente por el viento; el sol salía por el este, comenzando a iluminar todo lo que se hallaba a su paso.
El reloj despertador comenzó a sonar en la casa de muchas personas, mientras que otros salían de sus casas para ir al trabajo, entre ellos, el señor Ted Wheeler. Su esposa Karen lo despedía desde la puerta, con su pequeña hija Holly en brazos, mientras le daba un casto beso en los labios. Mike, el segundo hijo del matrimonio, salía del baño con tranquilidad y parsimonia, y cuando estaba dispuesto a lanzarse nuevamente a su cama, el sonido de su radio lo interrumpió.
—¡Mike, iremos por ti y por Nancy en diez minutos!
Mike bufó. La chillona voz de Will lo había despertado por completo, disipando el sueño que tenía; no había podido dormir bien, especialmente porque había soñado con su prima Olivia.
No recordaba muchas cosas acerca del sueño que había tenido, pero veía a sus amigos, a su novia, y a su prima juntos. Y frente a ellos, estaba el Azotamentes. No entendía el porqué Olivia estaba junto a él, pero tampoco quería pensar en ello. Hacía ya casi seis meses que no tenía noticias sobre su prima, y no se había dignado a responder la misiva que él le había mandado. Tal vez, finalmente, se había dado cuenta que convivir con una persona de posición socioeconómica inferior a la de ella no era lo correcto.
Y no es que no tuviera dinero, pero por favor, su prima se había mudado diez años atrás a Londres con la finalidad de que sus padres tuvieran una economía fija y un futuro garantizado para los hijos de ese matrimonio. Era obvio que algún día se creería mucho más importante que ellos.
Pero Mike era bastante feliz teniendo a su familia, a sus amigos, y a su ahora novia. No necesitaba a Olivia para ser feliz.
—¡Mike, los Byers llegaron! ¡Baja ya!— escuchó la voz de su madre. Pensar en Olivia le había quitado mucho tiempo, y no había podido desayunar tan siquiera; solo esperaba que en la cafetería sirvieran algo rico.
Mike salió disparado de su habitación con el pantalón desabrochado, los tenis en sus manos y con el torso desnudo, y gracias a sus clases de deportes, tenía un perfume y un desodorante en su casillero. Antes de entrar al carro de Jonathan, el novio de su hermana, su madre lo detuvo.
—Tú mochila, tú abrigo y tú bufanda. Hará frío más tarde. ¡Suerte en la escuela!— se despidió rápido. Mike entró corriendo al coche, y de un portazo cerró la puerta y Jonathan arrancó rápido.
—Diez. Minutos.— espetó Nancy en el asiento delantero, mirando con reproche a su hermano que terminaba de ponerse su playera.
—Lo siento, ¿de acuerdo? Estaba pensando en muchas cosas.
—¿En Jane?— se burló Jonathan desde su asiento. Nancy rió.
—Ya casi cumplen dos años juntos, ¿qué le darás?
—Puedo ayudarte a dibujarle algo, si así quieres.
—Algo se me ocurrirá— mintió el chico pelinegro. Había pensando seriamente en contarles sobre su sueño con el Azotamentes, pero sus ganas se habían disipado completamente por culpa de su hermana y su necesidad de molestarlo con su novia.
Cinco minutos después, Mike y Will descendieron del coche de Jonathan, mientras Jane bajaba con rapidez detrás de ellos. Mike sonrió.
—¡Buenos días!— saludó Jane besando castamente los labios de su novio. Hopper pitó molesto desde su coche.
—Buenos días, ¡buenos días oficial Hopper!— saludó el chico. Hopper negó y partió del lugar, dejando un rastro de humo por detrás.
—¿Porqué hiciste eso?
ESTÁS LEYENDO
Hey, Master! || (b) hargrove. || Stranger Things
Fanfiction1986; la llegada de una nueva chica misteriosa de cabello castaño, largo y ondulado a Hawkins hace que todo comience a peligrar, y aún con los sucesos presentes en Starcourt Mall la cordura de todos comienza a decaer. Una nueva amenaza llega al gru...