Tristeza

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Sentía en ese momento que mi corazón y orgullo estaba hecho mierda, después de mucho tiempo había decidido dejar de lado el miedo a la traición y entregarme a querer sin miedo a Zoé y cuando lo estaba logrando cometió la peor traición de todas.

Me sentía completamente decepcionada de mi padre que por su orgullo hirió a una de las personas que mas lo querían, era su hija y no tenía idea de como pudo haber sido capaz de esa pendejada.

–Vamos a que te recuestes a mi cuarto Erika –dijo Natalia –Llamaré a todos para cancelar la reunión no te preocupes no tienes que hacer esto.

–No. –dije tajantemente –La reunión sigue en pie y no permitiré que nadie mas me vea así.

–No es necesario Erika –dijo preocupada –mira cómo estás!!!

–Ya dije que no! –dije molesta –aún quedan algunas horas, mientras puedo descansar y reponerme.

Me puse de pie y me fui al cuarto de Natalia, no podía ir a mi cuarto no quería recordar la escena que había visto minutos atrás.

Me dejé caer en la cama y cubrí mi rostro con la almohada tratando de callar el llanto, quería olvidarme de todo el dolor pero era imposible, me dolía el corazón de una manera que no le deseaba a nadie.

Me quedé dormida por un par de horas, desperté cuando Natalia entró a despertarme para que yo me arreglara. Me levanté con muy pocos ánimos y me metí en la ducha tratando de despejarme un poco.

Me duché y me arreglé de manera rápida y sencilla, no tenía muchas ganas de nada.
Salí a la cocina donde Natalia acomodaba unas cosas y al verme sonrió levemente, yo me senté en las sillas que estaban en la barra y miré por largo rato como acomodaba los bocadillos en las charolas.

–Que tal te sientes? –preguntó acariciando mi hombro

–Bien supongo –guarde silencio tratando de no llorar.

En ese momento notó las intensas ganas de llorar que tenía y me abrazó y le correspondí a ese abrazo que tanto necesitaba, no entendía como la gente se empeñaba en lastimarme cuando veían que estaba entregando todo de mi.

–Todo estará bien –Dijo abrazándome mas fuerte –Yo estaré contigo.

Yo solo me dediqué a abrazarla y a llorar, no tenía palabras para expresar el dolor que tenía en ese momento.

Después de unos minutos me recompuse y ayudé a terminar lo que faltaba ya que los invitados llegarían en cualquier momento.

La compañía de Natalia y el hecho de que me estuviera apoyando me hacía olvidar un poco y concentrarme en la fiesta que tanto nos había costado organizar.

Mis amigos comenzaron a llegar muy animados que nadie se dió cuenta de mi estado de ánimo, las demás personas invitadas comenzaron a llegar y Natalia y yo las recibíamos en la entrada.

En ese momento vimos como el carro de mi padre se estacionó y bajó mi padre, su esposa y Alejandro quien me veía con una leve sonrisa.

El corazón se me aceleró al ver a mi padre nuevamente, lo único que quería hacer era arruinar su vida pero al saber que Valeria tendría un bebé no me atrevía a hacer nada.

Salude con un abrazo a Valeria, esa chica siempre había sido una persona muy buena y a la que le tenía mucho cariño y no se merecía lo que mi padre le estaba haciendo.

Mi padre solo me miró de manera arrogante y entró a la casa sin decir nada, Alejandro me veía curioso y yo solo sonreí.

Minutos después llegó Javier junto con su nueva pareja y saludé educadamente, antes de que se fueran le pedí a Javier hablar en privado.

Inesperadamente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora