Sonrisas. Parte2

3.2K 338 106
                                    

-Yo-Yoongi. -dije algo sorprendido por ver a Yoongi de esa forma.
-¿Qu...

-¿Donde mierda estabas, Jimin, eh? -preguntó acercándose cada vez más a mí.

Retrocedí hacia atrás paso por paso, hasta toparme con la pared.

-Yo... Yo estaba por aquí, dando vueltas y... -dije nervioso.

Pero no pude seguir porque fui  interrumpido por él.
Sentía cómo las mariposas volvían a mí estómago por esa mirada.

-¿Sabes que pensábamos que te habías ido solo? No tienes idea que tan grande es esta tienda. Eres muy irresponsable al no prender tu celular. -habló con un tono bajo, pero se veía muy enojado.

-Yo... No sabía que...

-Además. -agregó, acorralandome con sus brazos a cada lado de mi cabeza.

Sentí como nuestros alientos comenzaban a mezclarse por la cercanía. Quería abalanzarme sobre él y besarlo. Pero sabía que no podía hacer eso; primero porque estabamos en un lugar demasiado público y segundo, porque esos labios pertenecieron a otra persona está vez. Esa chica posó sus labios sobre los de Yoongi, y no quiero ser la segunda opción, por lo menos no ahora que me sentía horrible por verlo  coquetear con otra.

-¿Con quién estuviste todo este tiempo? Llegamos y te fuiste de inmediato. -habló nuevamente.

-Estaba con Jin y bueno, después me perdí. -dije, viendo cómo  dejaba de tensar su mandíbula.

Yoongi bajo sus brazos, separándose de mí.

-Bien, espero que...

-Suga. -llamé su atención.
-Tú... Tú... -aclaré mi garganta y respire profundo.
-Tú ¿Con quién estuviste todo este rato?

Pregunté eso sabiendo que esa era una de las preguntas que podían declarar la guerra entre nosotros dos.

Yo sabía muy bien que a Suga no le gustaba que se entrometieran en sus cosas. No le gustaba que alguien preguntara de su vida, ni menos que le ordenaran algún tipo de cosas. Y esa era una de las cosas que estaba haciendo ahora.

-¿Disculpa? -preguntó, acercándose a mí con una voz fuerte y casi sorprendida.

-Eso... -cállate Jimin, ahora.
-Quiero saber... -te mataré si terminas ¡Cállate!
-Con quién estuviste todo este rato.

Mierda!
Te odio!!!
Me mataré, me suicidaré!
¡¿Por qué pregunté eso?!

-Jimin... -comentó, ronco y algo enojado. -Odio que se metan en lo que no les importa.

-A mí me importa. -dije, mirando a esos oscuros e intensos ojos. -Es por eso que quiero saber.

-Y por qué debería decírtelo ¿Ah? Acaso crees que te pertenezco de alguna forma, acaso crees que...

-Lo sé, Suga. -susurré mirando al suelo y con un dolor en el pecho.

Sabía muy bien lo que él iba a decir después, pero no quería escucharlo. Sólo quería saber si esa chica pasó esos labios donde yo quería hacerlo ahora mismo.

-Sólo quiero saber...

-De acuerdo. -dijo él. -Pero hazme bien la pregunta. Si quieres saber si me folle a la chica, sólo hazlo. Pregunta, pero aférrate a las consecuencias. -me susurró.

Susurró esto último acercándose más de lo necesario a mí. Tomó de mis brazo y me empujo a una cabina lo más rápido posible, provocando que me golpeara la espalda allí violentamente. Sentí como todo el dolor se esparcía por mi parte trasera, pero no me dio tiempo para pensar en el dolor al sentir esos ojos a unos milímetros cerca de mí y su calido aliento. Mi parte baja estaba reaccionando ante la cercanía de su cuerpo.

-Yo...

-Pregúntame. -ordenó, mirando mis labios con deseo.

-¿Estuviste con ella ahora?

Finalmente libere la pregunta, mientras miraba a sus ojos, tratando de ver si mentía o no, si de verdad me diría la verdad. Pero si miraba un poco más allá no iba a poder resistirme a besarlo.

-No, no estuve con ella, sólo me acerqué a ella para decirle de la  mejor forma que lo de nosotros no iba a funcionar, y después de eso te busqué por toda la tienda pero no te encontré... Hasta ahora.

Por alguna razón, sabía que estaba diciendo la verdad. Suga no tendría porque mentirme. Él  siempre decía la verdad, aunque fuera cruel y dura, pero si no la decía, la ocultaba con omisión, pero no mentía tan descaradamente.

-Suga... -susurré.

Pero antes de poder terminar cualquier palabra, él posó sus labios sobre los míos, provocándome un dolor de estómago placentero y un corazón acelerado.

Finalmente tenía esos labios finos y deliciosos junto a mí y sólo para mí.

Abrí mi boca para poder tener mejor acceso a su lengua, jugando apasionadamente.

Al sentir como Yoongi ganaba la batalla de los besos, pasé mis  manos por todo su cabello, tomando mechones, acercándolo más hacia mí para poder sentir con poderío todo lo que tenía que ver con él.

Yoongi paso sus manos por todo mi torso y acarició mi abdomen por unos minutos, hasta que llegó lentamente a mi pelvis. Sentí un fuerte temblor por todo mi cuerpo. Sus toques siempre me hacían un sumiso ante él, sin poder hacer más al respecto que gemir su nombre y besarlo más de lo que se podía llegar.

Pasé mi lengua por la blanquecina piel de su cuello y escuché claramente como gemía en voz baja. Succioné y mordí delicadamente, estaba probando que barreras con Yoongi podía traspasar, y una de ellas era poder hacerle un chupón. Era algo difícil, ya que esa marca era conocida como "la marca del amor o posesión" suponiendo que le perteneces a alguien después de esa marca. Era algo que Suga podía hacerme fácilmente, pero no yo a él, ya que era un amor unilateral.

Pero esta vez, tomé el riesgo y quise traspasar esa barrera.

Al morder un poco más fuerte a Yoongi pero aún sin succionar su piel, él posó sus manos suavemente en mi cuello y lo presionó contra su piel, dándome paso para seguir derribando barreras. Posé mis labios nuevamente en la piel descubierta de su cuello y succioné lento pero fuertemente, escuchando un gemido de su parte.

Sonreí mentalmente por escuchar su voz de esa forma tan malditamente sensual, sintiendo mi entrepierna aprisionada entre mis boxer.

-Oh, Jimin... -gimió al de sentir mis labios en su cuello.

Por primera vez tenía el control sobre Suga y eso me daba esperanzas para pensar que algún día iba a ser yo que el que lo domine.

Y antes de que pudiera pensar más al respecto, escuché afuera de la cabina como Jin llamaba a Suga, sabía que estaba adentro.

-Lo voy a matar... -susurró él  abriendo los ojos y mirando fijamente mis labios que estaban algo rojos e hinchados por los  besos y el chupón.
-Y tú, vas a ir a mi casa hoy. -me dijo saliendo de la cabina.

Y yo, solo quede perdido en esos gemidos y besos calientes y apasionados que le había dado.

꧁BAD BOY꧂ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora