Ya había amanecido y Jimin se encontraba con un dolor de estómago por haber faltado a clases de esa forma. Por suerte su madre ya se encontraba en su trabajo de oficina.
El menor era un pequeño bebé cuando se trataba de hacer ese tipo de rebeldías. En realidad era un bebé para casi todo, pero para esos casos en especial, era más niñito que nunca.
Cuando se encontraba vestido con una sudadera de color negro y unos jeans del mismo tono, se colocó una gorra y unas gafas oscuras, para finalmente salir de su casa, casi camuflado en la brillante mañana.
Al llegar donde supuestamente tenía que encontrarse con su chico rebelde no pudo encontrarlo por ninguna parte del parque, no estaba ni siquiera cerca de la cuadra.
-¿Donde estará este tonto? -se preguntó Jimin en voz alta mirando su celular.
Debatiendo si llamar o no llamar al chico malo.
Después del día de ayer y ver cómo Jungkook aún tenía esa extrovertida personalidad, junto con esa sonrisa que hacía derretir a las mujeres de Busan, se pudo dar cuenta que en realidad sus sentimientos no habían desaparecido del todo por su amigo de la infancia. Aún quedaba ese amor que siempre le tuvo a su ex novio, pero no era más allá de eso, un amor casi fraternal. En cambio, tenía otra percepción con el rubio, era mucho más fuerte, más excitante y poderosa, algo peligrosa pero al mismo tiempo intensa.
Era muy extraño y sus sentimientos le rondaron su mente durante toda la noche, sin entender muchas cosas.
-¿No vino tu amiguito? -preguntó una voz ronca con un aliento cálido acariciando su oído.
Lo hizo temblar de arriba abajo el reconocer esa voz.
-¡Yoongi! -gritó, un poco sobresaltado por el susto, pero también por la intensidad de la voz.
Al voltear, pudo notar los moretones del rubio que aún estaban plasmados en su mejilla pero no tan notorios como el día anterior. Aunque todavía se encontraba esa cicatriz en esos finos y deliciosos labios.
-¿Porqué estás vestido así? Me costó reconocerte. -murmuró el rubio, mirando a Jimin de arriba abajo.
-Es po-porque...
El menor se puso un poco nervioso por la mirada intensa del otro y también porque no quería reconocerle a él, precisamente al más rebelde de todo el colegio, que se sentía irresponsable por haber faltado a la institución.
-Sí te da miedo hacer estas cosas, entonces no tengo tiempo que perder contigo, Jimin. -comentó con hostilidad, dando la media vuelta caminando a paso lento.
Jimin se sorprendió y fue directamente donde estaba el más alto, tomándole el brazo y haciendo que sus miradas chocarán.
-No es eso ¡Suga! -gritó en estado de alarma, con ojos grandes y sorprendidos.
-Es sólo que no me gusta faltar al colegio de esta manera, pero... -el menor miró al suelo y se sonrojo por lo que tenía planeado decir ahora. Yoongi enarcó una ceja y lo miró entretenido.
-Pero si es por ti... faltaría por siempre.Jimin se mordía la lengua al decir esta última frase, con un bochorno en todo su rostro por la estupidez, pero real que había dicho.
No quería mirar hacia arriba y encontrar a un Yoongi riéndose en su cara por lo que había dicho. Pero antes de poder moverse, sólo sintió unos dedos largos y fríos pasando por su cabello naranja, desordenandolo más de lo que estaba.
-Eres demasiado cursi, Jimin. -le dijo el más alto.
Jimin lo miró de inmediato y se sorprendió al ver una sonrisa en su rostro. Su pulsó de aceleró y su rostro se volvió más rojo de lo que estaba. Su corazón quería salir de su pecho lleno de sentimientos por ese chico que tenía en frente.
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꧁BAD BOY꧂
Fiksi PenggemarJimin era un chico tranquilo, excelente estudiante con buenas calificaciones, bueno en el deporte. Era popular en el colegio en el que se encontraba. Sus radiantes y pequeños ojos derretían a cualquiera, ya sea hombre o mujer. Su vida da un completo...