Jimin era un chico tranquilo, excelente estudiante con buenas calificaciones, bueno en el deporte. Era popular en el colegio en el que se encontraba. Sus radiantes y pequeños ojos derretían a cualquiera, ya sea hombre o mujer.
Su vida da un completo...
Habían pasado algunos días después de ese incidente, y con respecto a las clases Yoongi no se sentó al lado de Jimin como había amenazado antes.
El rubio era demasiado impredecible para el pelinaranja.
Era día viernes y todos se estaban preparando para irse. Jimin sabía que tenía un largo día, después de todo...Tenía que trabajar en la cafetería de Hyoyeon.
-Jimin -llamó alguien detrás de él mientras pasaba por los pasillos.
-¿Jin? -dijo Jimin, un poco sorprendido de que un popular le hablara.
Aunque no tan sorprendido por el hecho de que era Jin, una de las personas que mejor lo trataba en ese colegio.
-Jimin -se acercó hasta llegar a un lado del menor, se inclinó en los casilleros viendo como el pelinaranja terminaba de acomodar sus cosas dentro del mismo casillero. -Me preguntaba si quieres ir a alguna parte con nosotros hoy.
Los ojos de Jimin se ampliaron.
¿Me está invitando a salir con sus amigos? ¿Yoongi estará ahí? ¿Donde será? ¿Qué haremos?
Eran tantas preguntas, pero finalmente recordó que no tenía tanta suerte y que tenía que trabajar.
-Lo siento, Jin... Yo tengo que trabajar y...
-Oh... -interrumpió Jin -No importa, te esperaremos hasta las 12 ¿Si?... Siempre empezamos tarde. -dijo con una sonrisa
¿Sera una broma?
Yo... -Jimin no sabía que decir.
El pelinaranja si quería, quería saber más del mundo de Yoongi, quería salir con ellos, quería estar cerca de él. Se estaba volviendo una cierta adicción y era extraño...
-De acuerdo. -dijo finalmente con una sonrisa.
Jin también le sonrió y le dio un papel en el cual contenía un numero. Finalmente se fue, despidiéndose de Jimin dejándole claro donde y la hora en que debía juntarse con la pandilla de Yoongi.
En el trabajo Jimin estaba completamente nervioso, había roto dos vasos de café cortado y sus manos estaban sudorosas a pesar del frío. Se sentía ansioso por lo que iba a pasar en la noche, que es lo que iba a hacer y que era lo que le iban a hacer.
No quería pensar que era un sueño, por eso se decidió a no pensar tanto en el cansancio que sentía, no quería quedarse dormido... Tenía que saber como era la vida de ese grupo de personas. Quería, deseaba, anhelaba saber todo de Yoongi y que éste lo mirara con ojos diferentes.
Al llegar a su casa eran las 11:15 de la noche, su madre no iba a llegar porque tenía demasiado trabajo y se quedaría allí.
Jimin sabía que no tenía un estilo muy fashionista como el de las revistas o como el propio Yoongi, pero decían que se vestía demasiado bien para ser un hombre. Muchos decían que debía ser hermano de un modelo para tener ese estilo tan masculino y a la vez tan a la moda.
Se puso un jeans oscuro que se ajustaban a sus piernas, una musculosa blanca y para abrigarse, una chaqueta de cuero negra.
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