✦┆O11: Haerin

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Santa mierda

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Santa mierda

Es lo único que puedo pensar al ver el rostro sorprendido de Jimin, sus manos están aferradas a mi cintura y sus labios son tan suaves que quiero besarlo como se debe, rápidamente desecho esa estúpida idea y me pongo de pie avergonzada

—Lo siento mucho señor Park —El no me responde y permanece en la misma posición.— Me iré ahora mismo

Me doy vuelta e intento caminar, un quejido escapa de mis labios. Tal parece que debido a mi pequeño accidente me torsi el tobillo, estaba segura que después de esto no volvería a hacerle caso a Lisa y usar tacones tan altos.

—¿Estás bien? —Le escucho preguntar

—Si no se preocupe. Con permiso

Aguantando el dolor que me provoca dar un paso salí rápidamente de la habitación para no estar cerca de Jimin ¿cómo había podido pasar aquello? ¡Había besado a mi jefe!

Vale, sólo fue un toque de labios pero eso ya decía mucho, quiero decir, nadie va ahí por la vida besando a sus jefes. Al llegar a mi habitación me tire sobre la cama lamentando me por mi tan mala suerte ¿este era mi karma por haber pintado el cabello de mi hermano de verde cuando eramos niños?

8:10 PM

Estaba tan avergonzada por lo sucedido que había optado por decirle a Jimin que no bajaría con él al comedor, lo mejor sería pedir servicio a la habitación ¿cómo podría mirarlo a los ojos de nuevo? Minutos después escuché el golpeteo de la puerta, finalmente habían traído mi cena pero me equivoque porque frente a mi estaba Jimin con una sonrisa y lo que parecía ser una pomada en la mano.

—Jimin —Me sonroje.— ¿qué haces aquí?

—Bueno no es nada lindo cenar solo —Sin pedir permiso entro en mi habitación.— Así que decidí hacerte compañía además... Traje algo para tu herida

—O no, señor Park yo estoy bien

—¿De verdad? —Dijo cruzándose de brazos.— Camina hacia mi

Mordí mi labio nerviosa, la verdad era que el dolor había empeorado. Ante la atenta mirada de Jimin comencé a dar pequeños pasos hacia a él intentando no reflejar mi dolor cosa que probablemente no paso desapercibida porque lo vi negar con la cabeza y tomarme entre sus brazos, por reflejo me aferré a su cuello mientras caminamos hacía la cama.

—¿Qué crees que estás haciendo?

—Esta más que claro que quiero llevarte a la cama —Dijo obvio.— Así que deja de quejarte y agradece que estoy siendo amable contigo

Jimin me sentó sobre la cama hincándose él frente a mi, con sus enormes manos tomó mi pie mientras untaba la pomada haciendo masajes que llegaron a gustarme.

—¿Qué paso con el jefe gruñón y frío? —Dije burlona

—Se quedo en la oficina —Me siguió.— En ocasiones también me harto de ello y sale el Jimin bueno

𝐒𝐀𝐒: 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora