𝐒𝐀𝐒: 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎 [+18]

✦┆O13: Jimin

Estúpido Jeon, 7:34 PM

“Jae Ha regresó de Londres.”

Mi vista repasó una vez más el maldito mensaje en todo el trayecto de regreso a Seúl, había prometido que aquello no me afectaría más pero justo ahora tenía unas enormes ganas de vomitar ¿por qué carajos estaba de vuelta? Su presencia no era requerida, todos eran muy felices teniéndolo en Londres... Especialmente yo

—Hermano —Dijo Jungkook entrando a mi oficina.— Creí que te darías el día libre, tu avión aterrizó esta mañana

—Tengo muchas que hacer Jeon, no pudo permitirme un día más

—Pero mírate luces demasiado cansado

Jungkook se sentó frente a mi mirándome preocupado ¿cómo iba a dormir? Me sentía jodidamente inquieto con la llegada de mi hermano mayor, estaba seguro de que en cualquier momento recibiría un mensaje de mi madre solicitando de mi presencia en casa. Nunca antes había dicho no a algo que ella me pidiera pero... No me creía capaz de estar cerca de él de nuevo

—Tranquilo Jimin

—¡No puedo estar tranquilo! ¿Por qué mierda tuvo que regresar? Yo... No puedo... Prometí que no me afectaría más pero...

—Está bien Jimin —Jungkook se puso de pie rodeando el escritorio para parase junto a mi.— Ya eres un adulto, podrás con esto hermano

—Dios, necesito un maldito trago

[...]

—¿Necesita algo señor Park?

—Secretaria Kim, necesito que venga conmigo

—¿Con usted? ¿A dónde iremos?

—La policía encontró mi auto —Como todo un caballero abrí la puerta para ella.— Creo que debería venir conmigo ¿no le parece?

Haerin no dijo nada más y salió de la oficina para poder esperar juntos el elevador, recuerdos fueron llegando uno a uno y un escalofrío me recorrió la espalda al ver las puertas abrirse, sentí mi estómago contraerse y las piernas temblar me. Algo que casi nadie sabía era que era claustrofóbico desde que era un adolescente, debido a esto odiaba ir a fiestas donde habría muchas personas. En lugares como ese sentía que me sofocaba y difícilmente podía respirar justo como ahora

—¿Qué sucede? —Dijo Haerin confundida.— ¿No va a subir?

—Si...

Reuní algo de valor y entré al elevador ¿por qué todo esto me estaba pasando de nuevo? Durante años había estado luchando con mi pavor por los lugares cerrados y parecía haberlo logrado pero ahora...

—¿Y el señor Jang?

—Manejaré yo. Suba al auto por favor

La señorita Haerin abrió la puerta del copiloto y yo me dispuse a conducir a la estación de policía. Jungkook había dicho que un oficial de policía me llevaría al lugar donde se encontraba mi auto ¿cuál fue la sorpresa? Que lo encontré mucho peor de lo que había imaginando, la persona que lo había robado se había encargado de quitarle todas las partes vendibles, en resumen, era ahora un auto que no volvería a utilizar

—Señor Park...

—No diga nada secretaria Kim

—Pero todo esto es mi culpa —Su vista viajó del auto a mi.— Lo juro por dios que se lo pagaré todo

—Le dije que estaba bien, ya no importa. No es mi único auto —Dije con una sonrisa.— Puedo comprar uno mucho mejor que ese

—Tal vez pero eso no quita el hecho de que me sienta tan culpable

Una llamada entrante me impidió agregar algo más a nuestra discusión, una llamada de mi madre, sabía a que venía todo esto. Con los dedos temblorosos contesté

—Jimin cariño —Escuché la dulce voz de mi madre.— ¿Estás ocupado?

—No, ¿necesitas algo?

—Hijo no se si lo sepas pero... ¡Tu hermano mayor volvió de Londres! Estoy muy feliz de verlo, hace años que no venía a casa

—Me da mucho gusto madre

—Así que se me ocurrió una gran idea —Dios, no.— Una reunión familiar espero y puedas venir a cenar con todos esta noche, puedes venir con la secretaria Kim me encantaría presentarle a Jae Ha

—Mamá no creo... Acabamos de llegar

—Por favor —Rogó.— Quiero tener a mis dos hijos conmigo

—¿Es el pequeño Jimin? —Escuché una voz al fondo y mi cuerpo tembló.— Hola Jiminnie soy tu querido hermano mayor ¿me extrañaste?

No pude responder debido a que sentí un nudo formarse en mi garganta, mi vista cayó en Haerin quien me miraba con curiosidad.

—Bueno quiero que sepas que yo si te extrañe —Continuó.— Muchísimo... Espero y puedas venir esta noche, estaremos esperándote

Colgué la llamada antes de que vomitara sobre mis zapatos, sentí mi vista empañarse mientras mi cuerpo temblaba, tienes 30 años ya no puedes llorar por esto, me recordé mentalmente una y otra vez

—¿Jimin? —Dijo Haerin.— ¿Te encuentras bien?

No podía llorar frente a ella. Sin importarme que estaba haciendo me acerqué a ella rodeándola con mis brazos, necesitaba apoyarme en alguien antes de que mi estado empeorara. Pasaron segundos antes de que Haerin correspondiera a mi abrazo, sabía de sobra que mi acto la había sorprendido tanto... Pero eso no me importaba ahora, lo único que quería era que siguiera acariciando mi cabello y no me soltara nunca.

¿Teorías?