Después de aquel día en el que Nick me confesó que sabía lo de mi problema no he vuelto a verlo, ni siquiera puedo verlo a los ojos, me siento tan avergonzada, tan inútil, siento que ya no valgo lo mismo para el después de que se entero de aquello y aún que quiera disimular, no puedo, yo lo extraño, pero no quiero verlo, y no lo veré.
Tal vez sea una tontería, pero no puedo, no puedo ver esos hermosos ojos y que me mire con lastima como los demas, o que me haga preguntas sobre como diablos paso, por que siendo sincera, ni yo demonios se, no dire que es nuevo por que llevo luchando con esto malditos 1 año desde la muerte de Mike, pero simplemente aun no me cabe en la cabeza como por algo tan simple mi vida se perdió, mi vida se murió. Hoy se cumplían 3 semanas desde que no veo a Nick, mi madre dice que sigue insistiendo en verme, mas sin embargo no tengo la cara para verlo, para soltarme y liberarme con el, no es tan fácil. Y para mi mala suerte hoy lo vere, se celebra el cumpleaños de mi padre y siempre hace una cena con todos sus accionistas y amigos, y entre ellos estará por supuesto Nick.
-Coraline cielo, llego tu vestido para hoy amor.-
-Mamá les dije que podía usar uno cualquiera, no tenían que...-
-Coraline claro que teníamos que hacerlo, es cumpleaños de tu padre.- dijo poniendo la caja en mi cama mientras me reprendía con la mirada.- Además, Nicklaus vendrá cariño, tienes que verte espectacular.-
-Madre por dios.- dije volteando mis ojos.-Yo no se si estoy preparada para verlo.-
-Amor, se que tienes pesar por que se haya enterado, y se que no te gusto por que piensas que te tendrá lastima, pero cielo, el peligro del problema es bajo, fue hace 1 año Coraline, no estas sanada al 100% pero estas fuera de peligro, deja de cerrarte a un mundo, a una vida normal por algo que paso hace 1 año y que en tu vida ya no tiene relevancia. Y si tal vez tengas que tener mas cuidados y no vivas al 100% tu vida como normalmente lo hacías, pero debes saber que ese problema no es impedimento Coraline, debes vivir.- dijo tomando mi mano con una de las suyas mientras con la otra acariciaba mi cabello.- ¿Sabes que es lo que harás hoy?.- negué levemente mirándola a los ojos.- Te pondrás ese hermoso vestido, serás toda una princesa y conquistaras a tu hombre, por que mi niña, ese hombre te quiere y se que tu lo estas empezando a hacer. Y tal vez en tu corazon aun este Mike por que fue y será un hombre importante en tu vida, pero no te cierres a oportunidades cielo.- me dio una cálida sonrisa antes de soltarme y salir de mi habitación.
La motivación lleno mi cuerpo haciendo que me sintiera tan bien, baje las escaleras con una enorme sonrisa a desayunar y puedo jurar que ese desayuno fue uno de los mejores que e tenido desde el suceso de hace 1 año.
Eran las 6:00 de la tarde y yo ya estaba casi lista, solo faltaba ponerme el vestido, mi madre se había encargado de que la maquillista me dejara hermosa, también no me ha dejado ver el vestido que me pondré y para ser sincera eso me aterra un poco.
-Cielo ya ponte el vestido que a las 7:00 en punto estarán llegando los invitados de tu padre.- dijo mamá entregándome la caja.
Los nervios apoderaron mi cuerpo y sentía como sudaba frio, abrí la caja lentamente sintiendo el suspenso del momento. Lo saque lentamente y mi madre tenia razón es hermoso, color perla brillante muy hermoso.
Me veía y no lo creía, parecía una princesa, de nuevo despues de mucho tiempo me sentía hermosa y tan feliz.
-Coraline amor es hora de...- mamá estaba de pie en la puerta totalmente muda, mirándome asombrada.- Cielo estas hermosa y se que Nicklaus pensara lo mismo.- dijo sonriendo mientras me abrazaba por la espalda.- Es hora amor.- tomo mi mano y juntas bajamos.
Eran al rededor de las 8 y me encontraba platicando con Jesse McGray el hijo de uno de los socios de papá que desde que llego ha estado pegado a mi, y no era que me molestara, sin embargo yo solo quería estar con Nick al cual, por el momento no lo había mirando, y para ser sincera eso me ponía un poco nerviosa.
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Hola soy Coraline
Teen FictionLa historia de amor jamás contada. Un calurosos verano con un poco de ternura puede ser todo lo que Caroline necesita para despejarse de sus problemas, aun que sabe perfectamente que no terminara con un y vivieron felices para siempre.