Capítulo 1

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Me despierto sobresaltada y siento algo húmedo y caliente en mis mejillas.

Ya había pasado demasiado tiempo desde la última vez que soñé con eso, miré el reloj y ya eran las 6:09 AM, el rayo de sol me muestra el significado de un nuevo día, algunas personas se alegran de tener un nuevo día, yo también lo hago, pero creo que es injusto que solo algunos tengamos esa dicha.

Y eso después de recordar parte de las palabras que tuve que escuchar en el peor día de mi vida. Disipo ese pensamiento de mi mente antes de seguir el día con una nube negra sobre mi cabeza.

Como todos los días de clases me despierto para ir al instituto y de ahí vengo a casa a escuchar música o escribir, esa es mi rutina diaria, a menos que quiera ir a sentarme en el Parque y darle de comer a las aves, ahí siempre encontró a personas agradables a las que le encantan ver a las palomas comer, jugar y volar.

Mi historia no es como la de las ¿chicas comunes? Aunque creo que ninguna chica lo es ¿no? Las percepciones que tenemos de las personas son distintas a lo que son en realidad  y ya. Decir que no soy como las chicas comunes solo sería una manera de llamar atención, bueno, solo no tengo amigas, tampoco amigos, bueno sólo tengo esta historia, mi historia, bueno ni siquiera se si esta es mi historia, tu sabrás al final de quien es, ¿No? Solo la estoy contando.

Creo que ya se notó lo insegura que soy.

Bueno...

Soy una persona que se cuestiona mucho sobre los sentimientos, ¿saben? no creo en la tristeza de la manera en la que lo hacen los demás, supongo, lo que pasa es que veo la muerte como una aventura, cuando una persona muere ella escapa de esto y va a otro lugar quizas mejor, porque creo que no hay nada que sea peor que vivir en el mundo, ¿No?. Y al pensar así creen que soy una suicida, si quisiera matarme en Internet hay mucha información para poder hacerlo, pero no lo hago porque a pesar de que la vida es ¿Una porquería? ¿Una mierda? Estoy aquí por una razón ¿no?

Creo que estoy hablando demasiado y aún no me presento pues mi nombre es Alsemor, vivo con mis padres y mis dos hermanos mayores Arthur y Silas, tengo apenas 18 y estoy en mi último año escolar, después de ahí no se que haré con mi vida.

Ya arreglada salgo de mi habitación y encuentro que mi dulce familia se está alimentado.

—Alsemor siéntate y desayuna se te hará tarde—dice mama.

—Esta bien mamá—dije mientras me sentaba.

Ohh, no les dije, hoy es el primer día de clase, si lo se, la historia en el primer día de clases.

***

Llegando al instituto me despido de mi papá y entro, a primera hora me toca cálculo, no hay presentaciones pues aún no han cambiado los horarios y el maestro es el mismo de segundo año, ya que no hay presentaciones va directo al punto con la presentación de la materia.

Dos horas después término la tortura de  las reglas y todas las actividades del año escolar.

Ni siquiera pasaron cinco minutos y ya estaba ahí  maestra de Historia, la señorita Colson borra el pizarrón y escribe La India y su cultura, siempre ha Sido muy agradable, sus ojos inspiran confianza y muestran dulzura.

Media hora después la maestra ya había hablado de la religión de la India.
No sabía que el budismo vino del hinduismo—pienso.

—Pues ahora lo sabes Alsemor, y me alegra que participes en la clase—dice la maestra de historia, mientras muestra algunas imágenes en el proyector.

No me había dado cuenta que estaba pensando en voz alta.

—Gracias–—digo, viendo como me mira toda la clase.

Suena la campana, hora del almuerzo. Como en mis dos años en el Instituto me levanto y como en la biblioteca, mientras me nutro con un buen libro.

********

Tengo casi una hora esperando a mi papá fuera de la escuela, ni siquiera me avisó que no llegaría, y mi teléfono se quedó sin carga, así que tendré que utilizar mis dos piernas.

Mi hermoso primer día.

Mientras cruzaba la calle hacia un callejón, vi a cuatro chicos casi idénticos, pero hermosamente bellos, sonará cursi y muy cliché pero parecían esculpidos por los mismos ángeles, por un momento pensé que eran vampiros, Nephilim, Luxen o dioses griegos  al verlos tan perfectos.

¿Les dije que leo mucho?

Los cuatro caminaban cabizbajos como que podrían así pasar desapercibidos, pero con tanta belleza nunca podrían, parecían cantantes de alguna banda extraña pues iban bien arreglados desde sus camisetas hasta sus Converse.

Me quedé embobada mirándolos y al parecer uno de ellos se dio cuenta pues alzó la vista, y tenía unos ojos verdes hermosos, sus iris eran  muy grandes así como las caricaturas, me dio una sonrisa retorcida la cual devolví, pero se volvió una mueca.

Bajó su cabeza y siguieron con su recorrido igual que yo con el mío.

***

Ya en casa me quedé pensando en esos cuatro chicos misteriosos, súper lindos, es muy raro que me fijé en chicos pero son realmente lindos.

No se que haré con mi cabeza creo que explotará, quiero verlos otra vez y sacar ese sentimiento de curiosidad que me invade en todo el cuerpo, esto me hizo recordar a Stella, el pensar en que no me dirá: _¡Tonta ya deja de leer! Me parte el corazón.

Antes tenía una una mejor amiga era la mejor y siempre decía que no me gustaban los chicos de la escuela porque no eran misteriosos, pero es que yo siempre pensé que estaba destinada a estar con alguien que de alguna manera misteriosa llegaría a mi vida.

Y no lo sé, siempre me he creído especial en ese modo, conformarse con lo ordinario no es cool.

Ese mismo año Stella murió y su muerte es la que hace que vea a la muerte de otra manera, ella me enseñó eso, y se que es Feliz, no sé dónde está ahora pero se que debe estar feliz, se que debe haber logrado que sea lugar este lleno de luz, nunca aceptaré que ella y toda su escencia ya no existan.

A los primeros días de su muerte bloqueaba todo lo que tenía que ver con ella, quería olvidarla, y me di cuenta que si lo hacía sería la peor amiga del mundo, me alegra poder recordarla y sonreir, eso me hace pensar que está feliz con eso.

Arhh, me duele la cabeza de tanto pensar.

Algo me incita a saber más de esos chicos misteriosos. ¿No me gustaran unos desconocidos verdad?

—Alsemor la cena está lista— dice mamá, que llega sin tocar.

—No tengo hambre.

—¿Te sientes mal?— dice con un tono preocupado.

—No solo estoy cansada.

— Está bien, buenas noches cielo.

—Buenas noche mamá.

Me dispongo a escribir algo en mi libreta y solo pienso en escribir sobre ellos, esos cuatro chicos que no me dejaran dormir. Escribo de esos cuatro chicos que me roban unos cuantos suspiros.

Su existencia me acorrala, sus pasos me persiguen, tu corazón me llama y tú destino me despedaza.

Esto es poesía barata, me digo y me duermo.





¿Qué les pareció? Espero que le haya gustado, estoy emocionada por esos chicos espero que ustedes también, disfruten.

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