Destino

Capítulo 7

Ahora sí llegan los rayos del sol, un nuevo dia ha llegado y lo mejor es que es viernes, no es que tenga planes ni nada pero no soy muy fan de la escuela además los fines de semana visito a mis abuelos en las afueras de la ciudad.

Después de terminar de arreglarme bajo a desayunar, tras escuchar la charla de que tengo que esperar a Arthur después de la escuela, en ese momento llega a mi cabeza lo que pasó anoche, lo que pasó en mis sueños, me quedo minutos analizandolo hasta que Arthur se pone en mi campo de visión.

— Tenemos que irnos—dice.

—Si, esta bien—digo, mientras tomo mi mochila.

En el camino a la escuela Arthur no deja de darme miraditas de vez en cuando.

—¿Que pasa?—le pregunto.

— Estas más rara de lo normal— mira mi cara y se apresura a decir— Sin ánimos de ofender.

Ja ja.

— Recuerda que tenemos a Silas como hermano, no me ofendo tan rápido.

—Sí verdad, ahora dime.

— Tuve una pesadilla— digo— Muy rara, y me ha dejado inquieta.

—¿Como te sientes con la decisión de papá de que vuelvas al psicólogo?

Sí, ese fue un tema que hablamos hoy en el desayuno, volvería a visitar a un psicólogo, pero papá decidió buscar a otro, bueno a otra, la conoceré mañana.

—Muy bien, tengo mucho sin hablar con alguien interesado en lo que digo—me da otra mirada, claro, se dio cuenta de mi sarcasmo.

—Se sincera conmigo Als.

—¿Quieres la verdad?— asiente —Pues me siento mal, me duele que todos crean que no superé el que mis dos mejores amigos se suicidaran, me duele que crean que algún día yo también lo hare, me duele la ausencia de confianza, Arthur, se como la gente se suicida y si quisiera hacerlo ya lo había hecho.

Detiene el coche, me huele a charla matutina.

—No es eso Als— suspira— Lo que pasa es que estamos muy preocupados, eso que pasó fue fuerte, si a nosotros nos dolió lo que paso sabemos que a ti te destrozó y eso de creer que puedas atentar con tu vida, tienes que entendernos, ese mensaje que te dejó Stella es...

—Si ya entendí, pero deja de hablar de eso tan temprano.

—Si esta bien y si no te has dado cuenta ya llegamos, ten un buen dia.

En efecto, ya habíamos llegado, le doy un fuerte abrazo y me bajo del coche encontrándome con el ambiente escolar.

Me adentro al instituto y me dirijo a mi clase de legislación y ética, esta es la clase favorita de Lily, ella respira y suspira leyes, lo sé porque bueno, es una chica que habla mucho y su tono denota que le encantan las leyes.

Esta clase fue interesante muchos hablaron y dieron sus opiniones incluso llegue a hablar.

La maestra se centraba en que debemos  conocer cuáles son nuestros derechos y deberes, de ahí podemos reclamar y defender lo que creemos.

Mi clase menos favorita llegó al fin hoy viernes, deportes.

¿Apparte de la salud física que otro beneficio da correr en círculos?

Después de cambiarnos al uniforme de deportes el profesor nos pide que  le demos cinco vueltas a la cancha.

Odio correr, siento como poco a poco la energía se agota y lo peor que está clase es antes del almuerzo.

— Corre Alsemor ya casi acabas —me grita Lily desde la meta.

***

Después de ducharme veo a Lily aún aquí cosa que me sorprende pues siempre soy la última en salir, esta al verme me sonríe.

—Te estaba esperando, pensaba que si quieres puedes ir a almorzar conmigo y mis amigos, claro—no se que decir— Solo di que sí.

Así que dije que sí,  al entrar en la cafetería se siente el ambiente cargado de olores, de chismes y muchas risas, me acerco con Lily a tomar una bandeja y buscar el almuerzo, me siento nerviosa, llevo casi tres años sin comer aquí.

No puedo describir bien el orden jerárquico de la escuela, pero supongo que los del centro son los populares, si en efecto, casi todos portan el logo del partido de fútbol americano, tanto chicas como los chicos.

Hay otro grupo casi igual a ese creo que son los no populares, pero si conocidos, no conozco a muchos del Instituto solo a los que comparten clase conmigo, y a los de la biblioteca, lo peor de todo es que cambiarán los horarios así que probablemente no conozca a ninguno de mi próxima clase.

En una esquina están los que no les importa quien es popular o quien no, ahí veo a la mejor amiga de Lily, rodeada por cuatro personas más, del otro lado están los conocidos como nerds y por último los que se exilian, esos que parecen depresivos por fuera pero de seguro portan felicidad en sus venas.

Avanzamos a la mesa donde nos esperan los amigos de Lily.

—Chicos ella es Alsemor, va a comer con nosotros— dice mientras se acomoda en un asiento y me señala el que está junto a ella, me hace sentir como si fuera nueva en la escuela— Alsemor ella es mi mejor amiga Karla, el es Axel, Carlos, Amir y Sandra— me dice mientras me señalaba a cada uno.

—Es un gusto—digo preguntándome como es que nunca había visto a los demás después de Karla claro— Y gracias por permitirme comer con ustedes.

Hacen un además como restándole importancia. Trato de comer sin que se m salga el corazón por los nervios, escucho risas, grandes carcajadas en la mesa de los populares lo que me da una pizca de curiosidad de saber lo que hablan.

Lily empieza a hablar haciendo que reaccione y salga de mis pensamientos.

— Tenían que cambiar los horarios antes de que empezaran las clases, lo bueno es que podemos estar en las mismas nadie sabe.

— Si —contesta su amiga —Pero creo que pocos tendrán el mismo, quizas solo compartamos dos o tres clases.

— Me conformo— dice Lily.

—Yo también—Comenta Amir, la verdad es que es muy lindo, tiene el cabello hasta el cuello y muy negro.

Cuando casi termino mi almuerzo miro hacia atrás y en la entrada veo a  Neithan con sus tremendos ojos verdes, pero en esta ocasión no me mira con esa sonrisa hermosa que siempre porta, me mira con odio y después desaparece.

Sostengo mi cabeza para no entrar en pánico o algo hasta que Carlos me toca, provocando que me espante.

—Oye ¿Te pasa algo? Estas como que viste a un fantasma.

Los demás se ríen.

— Estoy bien — contesto Ya calmandome, no entiendo porque siempre dicen esa frase " tienes cara de que viste un fantasma" es que casi  siempre resulta que si o algo así.

—¿Segura?— pregunta Sandra.

Asiento.

— La última vez que te vi así te desmayaste y parecía que convulsionabas— dice Lily.

— Si, no recuerdo mucho de eso.

— Muchos nos asustamos solo te quedaste mirando hacia una pared y hablando, gritaste tu nombre y te desmayaste.

Así que eso fue lo que pasó.

Estoy loca, pues no recuerdo nada.

Suena el timbre.

Me dirijo con Lily a las próximas clases pero sentía que no estaba en ningunas, nadie dijo nada, nadie me llamó a la atención, todo silencioso, me sentía flotar, estar sin estar.

Solo en mi mente podía estar esa sensación de estar rodeada de personas que quieren saber que decisión tomaré, la presencia de esos cuatro inquietantes ojos y mi mente siendo golpeada por mi mayor miedo.

Mis recuerdos.