Mi Error Perfecto, El Peor de los Vicio, El masoquismo Amoroso

17 2 0
                                    

(Querido lector o lectora, quiero aclarar que esta historia, esta escrita algo diferente a las demás. Se trata de una carta) Disfrútala 

No me arrepiento de las decisiones que me han traído hasta aquí, a este punto, a escribirte esto, ni de los errores que he cometido que en más de una ocasión costaron lágrimas de los que amo y de los que me aman. ¡No!, no suelo arrepentirme y aun así no dejo de pensar en que pudiste ser mejor, me refiero a esa manera egoísta con la que te estas portando ¡No! no te hablo de mi o de los que están a tu alrededor, ¡y es que ni siquiera me refiero a ella! que, aunque toxica no tiene la culpa. Me refiero a ti, a lo que fuiste y a lo que eres.

¿A quién crees que estas mintiendo? sabes la verdad, y dentro de ti sabes cómo terminaras, estas consienten de lo efímero que es todo lo que ahora pasas con ella, estas claro que no te pertenece su amor y que, aunque no tuviera dueño su corazón, no lo haría.

Ella es una rama, una rama agujereada por todos los pájaros que se han posado entre sus capas ¿y tú? Tú, solo eres otro pobre pájaro que espera impaciente su turno, que se corta así mismo las posibilidades de volar, de descubrir más, de hallarse, por seguir esperando su vuelta. ¡Eres egoísta admítelo! Eres el ser más egoísta que alguna vez en esta vida pude conocer, porque ni siquiera dañas a otros ¡No! te dañas tú mismo, eres una especie de mártir autodestructivo que se alimenta del dolor, y no de cualquiera, sino del dolor que se hace a sí mismo, que es capaz se de crear confianza a los que te quieren y hacerlos empatizar contigo, parar luego regenerar el dolor y empezar de nuevo un ciclo masoquista y vicioso.

¿Y acaso sabes que es lo peor? que lo sabes y, aun así, no haces nada.

Y reitero no me arrepiento de nada, nada de lo que hice, porque estaba consiente, porque yo quise, porque fueron mis manos las que rosaron más de la cuenta, fueron mis labios los que disfrutaron su danza, fueron mis ojos los que te vieron arrugar ligeramente tus cejas, fue mi piel la que se estremeció, fueron mis músculos los que aun contraídos por tu roce suplicaban más, y fue mi cerebro el que sabía lo que pasaba y no quiso parar, no quiso detener su fantasía, ¡No! no hizo nada para frenar su satisfactoria película. Y ahora el que todos meten y nadie alaga, mi corazón. Que te diré, él hace mucho dejo de opinar, no tiene nada que ver con todo esto, ni quiere tener que ver, el no siente nada serio ni por ti, ni por nadie, está identificado con tu postura y a la ves la aborrece, porque estuvo en tu lugar, porque se equivocó al mismo nivel que tú, porque amo a esa rama sin dueño fijo, por ello un día decidido ser solo un espectador más.

Egoísta eres y lo sabes. Egoísta seras y es lo más probable. ¡¡Detento o vive con ello!! 

Palabras a un infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora