Palabras a un infinito

Algo personal.

Siempre supe que las personas en la vida iban y venían, desde muy pequeña me quedó claro que el amor era un sentimiento demasiado fuerte como para declararlo, en mi adolescencia aprendí que además de fuerte el amor puede ser poder, el dejar entrar a una persona a tu vida, el hacerla dueña de tu futuro, el darle la potestad absoluta para cambiarte para bien o para mal, era poder. Por eso no deje que nadie pudiera acceder a ese poder.

Cuando supe que iría a la universidad a vivir sola, pensé que mi vida empezaría, pensé que sería farra, tiempo, paz, sinceramente no imaginé más halla de una tarde de café y libros, o una noche de alcohol y tristeza, esa era mi imagen de vivir, que equivocada e inmadura fui, porque no solo conocí a personas increíbles que hoy forman parte importante de mi presente y que anhelo sinceramente sean pilares en mi futuro, sino que además conocí al ser más increíble, auténtico, gracioso, honesto, e idiota de mi vida y saben que, amo a ese idiota, amo como todo empezó, amo como deje cosas atrás y como gracias a el hoy soy segura de la mujer que soy, es que ¡Amo quien es y quien soy yo por él!.

Me costó admitir que existe una persona capaz de amarme, me costó dejar entrar a mi pequeña jaulita a un voraz pajarillo, me costó confiar en él, pero a él le costó más. Imaginen a un niña asustada al saber que las cosas pueden ir en serio, imaginen a alguien que tras cada paso sobre piensa todo lanzarse al vacío confiando en que no la dañarán, pues esa no fui yo, yo quise huir, yo me volteé y exigí tras la vaga escusa del miedo que se fuera y que no volviera, y él se enojo y en medio de rabia y decepción me hizo saber que jamás me dañaría, y se quedó aún cuando ni yo quería quedarme conmigo, y si creen que fue la única vez que dudé están muy equivocados, pues está solo sería la primera de tantas.
Tras una perdida las personas suelen consolarse y es entonces cuando un lazo se forja en hierro, él fue mi Pilar, mi escape y mi esperanza, él fue mi ancla, mi faro y mi pañuelo.

¡Dios sabe que es él la inspiración de mi cariño!

Una persona puede amar hasta morir, lo sé, y también sé que somos fugaces e incluso reemplazables, pero estoy segura que en mi vida nadie podrá superar las sensaciones que él me provoca, las veces que bajo la lluvia hemos danzando junto con una botella de club, las veces que la madrugada nos albergó entre sueños y suspiros, las veces que me a hecho reír entre una o dos lágrimas, o las mil veces que se a callado por no pelear.
¡Estoy segura nadie es como él, y nadie me inspira como él!
Hoy entre letras, lágrimas, y deceso de rasgar mi corazón y colocarlo en tus manos, te confieso que aunque no conozco el futuro y no sé si camines a mi lado por el resto de mis días no me arrepentiría de vivir tu piel, tu corazón y tu vida, te repito ante el mundo, ante Dios, y ante ti.

¡TE AMO Y SIEMPRE LO HARÉ!