🌻I love You🌻| Lou×Nolan |Cancelada

Capítulo 1

Capítulo 1: ¿Un Tutor?

Pov Nolan

Después de dar la “gran” idea de meter a Lou a la lavadora vi como el perro de juguete venía hacía donde estaba el aparato lanzandolo adentro, para que luego unos robots lo cerraran y un UglyDoll apretara el botón de empezar a lavar, el de cabellos amarillos golpeaba el cristal y gritaba que lo dejarán salir, sentí un nudo en la garganta al ver su rostro arrepentido.

La lavadora empezó a llenarse de agua con jabón para luego empezar a girar, me sentía compungido de haber dado esa idea. Al escuchar el sonido del aparato electrónico la puerta se abrió, viéndose a un Lou todo despeinado con su ropa mojada, arrugada, y encogida dejándose ver un poco su abdomen un poco marcado.

Al ver como salía de la lavadora y ver que estaba mareado me dirigí a él para que no se cayera, sus ojos estaban cerrados y jabón salía de su boca, mi corazón se achicó al verlo en este estado. Sin darme cuenta una mano se dirigió a su mejilla y la otra a su cabello ahora rebelde, los otros muñecos me miraban, pero no me importaba, este muñeco nunca recibió cariño y yo me encargaré de dárselo.

Me acerqué -con Lou, claro- donde se encontraba los UglyDolls mirando con extrañes, claro, ¿cómo ayudarías a alguien que te maltrató psicológicamente por tu aspecto? se que Lou puede ser engreído y todo eso pero, también hay que tener empatía con él, miren lo que hizo para no quedarse solo.

-vine a darles una propuesta- hablé poniéndome firme, y no temblando -ya que Lou necesita aprender a actuar como un muñeco, ¿por qué no crean un instituto de la Imperfección para muñecos como él?

Vi como todos murmuraban, esperaba que mi plan saliera a la perfección y al ver cómo colocaban una sonrisa, me alegré.

-bien Nolan, me encanto tu idea- habló Ox para luego subir a la lavadora a dar la noticia -¡Escuchen! el chico pecoso dio una gran idea, hacer un instituto de la Imperfección para muñecos rebeldes como Lou, ¿que dicen?.

Algunos aceptaron, otros murmuraban y escuche por ahí decir que Lou fuera un conserje, o que se lo comiera el perro, en fin, al ver que ganó la mayoría el conejo siguió.

-¡okey! al ver que les gusto la idea lo vamos a empezar mañana- y luego de eso la multitud empezó a dispersarse.

Vi como se me acercaba Mandy, me dijo que tuviera cuidado con Lou y esas cosas, solo asenti con la cabeza y me lo llevé a pasos lentos a mi casa, murmuraba cosas sin sentido o a veces paraba para vomitar el jabón, pobrecito. Al llegar entré a la casa cerrando la puerta con el pie, dejé al rubio sentado en una silla e fui a mi cuarto a buscarle ropa para él, por error al llegar aquí me dieron ropa de tamaño grande y yo he tenido que coserla para tenerla a mi medida, saque una que no había echó la vasta u fui bajando escaleras mientras escuchaba unos sollozos, al bajar vi a un Lou de espaldas sosteniendo un espejo que sacó de no sé donde mirándose el rostro.

-me veo...horrible- habló el rubio murmurando, se tocaba el cabello y miraba su ropa, al sentir mi presencia se giró mirándome con odio -tú…¡tú arruinaste mi imagen perfecta, ojos raros!.

Al verlo pude ver como sus ojos celestes color cielo estaban grises, sentí amargura en mi pecho, iba hablar pero Lou me interrumpió.

-¡¿por qué me trajiste a tu casa, dime?!- sentía como su voz se quería romper, pero lo ocultaba con esa voz fuerte.

-p-por qué...yo te voy a educar para que seas un buen…- me quedé callado al ver su mirada de enfado clavada en mí -muñeco.

Se escuchó una risa seca que se escuchó en toda la habitación que pertenecía a Lou, mientras se agarraba el estómago soltando una lágrima de cocodrilo.

-¿tú, educarme, como un tipo de tutor?- yo asentí con la cabeza para luego recibir como respuesta otra risa seca -no me hagas reír, ojos raros.

-¡hey! alégrate que no te convirtieron en conserje o te hubieran dado de comer al perro- hablé con una voz firme mirándolo a los ojos, pude ver duda en sus hermosos ojos.

-...buen punto- respondió rendido, puse una sonrisa de oreja a oreja por haber ganado -bien, Nolan, ¿tienes ropa de suma calidad para este ser perfecto?

-no, pero te traje mi ropa- le mostré la ropa doblada que sujetaba -ve a secarte y pontela para que no te resfríes.

Escuché un bufido de su parte tomando la ropa con mala gana, le indiqué donde estaba el baño y fue subiendo escaleras para luego escuchar un portazo, solté un suspiró sentandome en una silla junto a la mesa mientras sacaba una galleta de chispas de chocolates, mi favorito.

Pasaron minutos y Lou aún no salía del baño, me dirigí a la puerta tocando y preguntando si estaba bien, no escuche respuesta, así que la abrí lentamente viendo una graciosa escena. Lou se encontraba ya vestido mirándose el espejo tratando de arreglar su rebelde melena.

-¡ahg, demonios!- su rostro estaba poniéndose rojo del enojo, la sujeté la mano sacándolo del baño mirándome extrañado -¿dónde me llevas?

-a mi cuarto- respondí para luego entrar a mi habitación haciéndole señas de que se sentará, dudo, pero luego se sentó, me acerqué a el quitándole el peine de sus manos -déjame arreglarte el cabello.

-¿tú, arreglarme el pelo? ahora eres comediante pecoso- le hice caso omiso y seguí con mi trabajo, le di unos retoques y...termine -guau…

Al ver su cara de asombro por ver cómo le deje el cabello me causó una sonrisa de alegría mientras mis mejillas se teñian de un rosa pálido, luego de eso me miró cambiando su rostro de asombro a uno serio.

-nada mal chico- habló con esa voz que por una extraña razón, me daba escalofríos -ahora la siguiente pregunta es, ¿dónde dormiré yo?

-puedes dormir en el sofa, o en mi ca…- no pudo completar la frase al sentir un peso en la cama, viendo como un rubio se acomodaba para irse a dormir.

-no es como mi cama de terciopelo pero es aceptable- se acomodó bien como un gato causandome ternura, sin darme cuenta me estaba mirando fijamente -¿y tú qué haces en mi cuarto? vete.

-¡pero si es mi cuarto!- respondí en un tono elevado para mi gusto, el solo soltó otra risa más.

-pues ya no, ahora vete que tengo que dormir mis 8 horas de sueño- después de eso salí del cuarto.

Di un suspiró al salir de la habitación sin antes decir “buenas noches Lou” y al no recibir respuesta alguna me fui con una mueca de tristeza al living, me acomode en el sofá largo con una almohada y una cobija para luego cerrar mis ojos y irme al mundo de los sueños.

Fin del Pov Nolan.

1169 palabras.