Viaje de fin de curso✔️ #ttw2020

Capítulo 7

Daniel paseaba la mirada de un lado al otro y contestó a su amigo:

―No sé pero debe haber algo que podamos utilizar para joder a Junior.

―Estás loco, tío. No vamos a encontrar nada.

―Seguro que...

―Parece que viene alguien ―interrumpió Luis al escuchar voces al otro lado.

Sin más dilación, Luis agarró a Daniel del brazo y salieron al balcón de la habitación, escondiéndose a un lado. Junior y Ana acababan de entrar a la habitación.

―Joder, me dejé la tarjeta puesta ―resopló.

―No te rayes, nadie ha entrado aquí. Estamos solos ―esbozó una sonrisa encantadora.

Junior no pudo evitar sonreír de vuelta. Aquella chica lo tenía todo la verdad. La agarró del brazo y se sentaron en la cama.

―Sí, completamente solos ―asintió―, podemos seguir el masaje de la piscina aquí.

Daniel sacó el móvil y comenzó a grabar la escena. Si consiguiera grabar a Junior besando a Anita tendría suficiente material para mandar a Yoly haciendo que Junior jamás pudiera conseguir volver con su ex novia. Sin embargo, el plan no funcionó. Rodrigo acababa de entrar en la habitación.

―Uy, perdona, no sabía que estábais aquí. La verdad es que quería hablar contigo, Junior. Dani te anda buscando y no con muy buenas intenciones.

Junior resopló y maldijo a Daniel por lo bajo.

―Pobre mi Dani ―susurró Ana colocándose el flequillo a un lado―, voy a buscarle.

―Pero ¿y me dejas a mí tirado? ―la confusión de Junior era obvia.

―Lo siento, amor. Pero Dani me necesita ―Y salió de la habitación.

―¡Mierda, tío, casi la tenía en el bote! ―se quejó Junior cerrando la puerta.

―Bueno, ya habrá otra ocasión. Vamos a por Ángela, quizás con ella tengas mejor oportunidad.

A los pocos segundos habían salido de la habitación. Daniel y Luis volvieron a entrar a la habitación y decidieron ir en busca de Ángela también, quizás pudieran llegar antes que Junior y esconderse para grabarlo en el acto.

*

Pedro llevaba largo rato mirando a Sonia sin poder evitarlo. Carolina notó enseguida lo que ocurría y fue la primera en correr tras él una vez el chico decidió volverse al hotel.

―Espera, Pedro. ¿Por qué no le dices lo que sientes?

―¿De qué hablas? ―frunció el ceño.

―Ya sabes, a Sonia... He visto cómo la miras.

―Ni de coña, está super enamorada de Rodri. Pasa de mí ―se encogió de hombros y añadió―: Además, tú deberías seguir ese mismo consejo ¿no?

Carolina sabía que se estaba refiriendo a sus sentimientos hacia Gonzalo. Al no saber qué responder, el chico se despidió y caminó vuelta al hotel. A los pocos minutos, las tres chicas siguieron el mismo camino. Fue al llegar al pasillo de las habitaciones cuando Carolina dijo a sus amigas que fueran entrando que tenía algo que hacer antes. Ninguna le cuestionó y una vez sola en el pasillo llamó a la puerta de la habitación de Gonzalo y Pedro.

―¿Quién es?

Reconoció la voz de Gonzalo al otro lado, y la chica, nerviosa de pies a cabeza contestó con voz quebrada: