LO SIENTO

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Cheryl se dirigió al hospital con paso decidido. Corrió el rumor de que Toni ya estaba despierta y la pelirroja iba un poco nerviosa, durante el camino pensaba como iba a ser el encuentro, en realidad por una parte no quería plantarle cara a la morena, se sentía muy culpable de todo lo que le había pasado, por eso no se había separado de la pelirosa en ningún momento.

El instituto se había convertido en un cementerio sin ella, la gente se preguntaba todos los días porque no hacia presencia en el lugar, mucha gente creía que el motivo era por la humillación que paso en la guerra de comida que comenzó Toni, sin embargo, el motivo de su ausencia en concreto era esa chica.

Una vez que había llegado a su destino, Cheryl antes de entrar al hospital compró un pequeño ramo de flores del puesto que había justo al lado del edificio, bueno, quizás esto pueda arreglar algo, pensó la pelirroja.

Caminó por el pasillo, el cual había recorrido durante cinco días seguidos, pero esta vez, su paso era más lento, los nervios se apoderaban de ella y la pelirroja no lo podía evitar. Llegó a la puerta de la habitación 346, se quedó mirando el pomo, estaba combatiendo una guerra entre entrar o irse corriendo, pero Cheryl Blossom nunca se marcha sin dar la cara, así que, siendo más orgullo que persona abrió la puerta encontrándose con una adormecida Toni, debido a los calmantes. Cheryl no quiso molestarla y cerró la puerta muy despacio, pero no tuvo suerte y la morena empezó a despertarse.

Toni pudo divisar quién era la persona que había entrado, aunque la morena estuviera somnolienta el pelo rojo de Cheryl la delataba a distancia.

—¡Perdón! No quería despertarte— dijo la pelirroja en un susurro. Toni se incorporó en la cama, —No te preocupes— comentó poniéndose cómoda.

—¡Vaya! ¿y ese ramo de flores?— preguntó con una sonrisa divertida, —Son para tí, idiota, es lo que se le suele traer a los enfermos, ¿sabes?— respondió Cheryl colocándolas en un jarrón con agua. —Wow, sigues siendo igual de borde— dijo la morena arqueando las cejas y sonriendo, —Y tu igual de estúpida— comentó Cheryl cruzando los brazos y mirándola fijamente. A veces la pelirroja al ponerse nerviosa sacaba su lado más borde, era uno de sus complejos, el cual odiaba demasiado.

—¿Por qué has venido Cheryl?— preguntó relajada Toni, estaba cansada de pelear por nada y eso tenía que acabar.

—Bueno, llevo viniendo todos los días, además quería saber cómo estabas— respondió sincera. Toni no se creía lo que estaba escuchando.

—Perdona ¿qué has dicho?— cuestionó la pelirosa divertida, a Toni le encantaba chincharla. —No lo pienso repetir, lo has oído muy bien— dijo Cheryl dirigiéndose a los pies de la cama.

—Es que no me creo que a Cheryl Blossom le pueda preocupar mi estado— dijo Toni siguiendo los pasos que daba la pelirroja. Cheryl al escuchar eso suspiró y tomó asiento en el sillón.

—¿Tan difícil es creer que pueda preocuparme por alguien?— preguntó levantando las manos indignada y dirigiendo la mirada a la chica tumbada en la cama. Cheryl estaba agotada de tener que lidiar con el hecho de que todo el mundo le tomara como una persona sin sentimientos a la que solo le importa si misma  y nadie más, pero no era así.

—A ver, si me lo dice la persona que me lleva puteando desde que trasladaron a los serpientes al Riverdale High...— hizo una pausa —me resulta difícil creerlo, la verdad— comentó Toni pensativa.

—Lo siento— susurró Cheryl.

—No tienes la culpa, nadie sabía que esos tipos llevaban pistolas— dijo Toni tranquila.

—No lo digo por eso— dijo la pelirroja observando cada detalle de las expresiones que hacía la otra chica.

—¿Entonces?— preguntó confundida.

—Lo siento por haberte jodido desde el minuto uno, por hacerte la vida imposible, por haberte juzgado sin conocerte, por todo...— todas las palabras que estaban saliendo de su boca eran sinceras y Toni lo notó.

—Bueno, eso ya es agua pasada— Toni quiso dejar el tema en el olvido y empezar de nuevo, no quería problemas, la morena sabía que la chica que estaba en frente intentando disculparse en el fondo era una buena persona, aunque su fachada fuese totalmente lo contrario.

—No Toni, soy una persona horrible— intentó calmarse pero las lágrimas salieron sin avisar, la morena no podía levantarse de la cama pero intentó llamar su atención.

—Cheryl, mírame— dijo Toni en un susurró, la pelirroja hizo caso omiso, —Me salvaste la vida, eso no lo hacen las personas horribles— le regaló una sonrisa. Cheryl se limpió las lágrimas e intentó calmarse.

Cheryl llevó hacia atrás su cabeza y cerró los ojos. Y ahí iba, a abrirse en banda a una chica que apenas conocía, pero Toni le daba una seguridad que poca gente conseguía ofrecerle y eso a la pelirroja le gustaba.

—Estoy cansada de sentirme así ¿sabes?— dijo sin abrir los ojos, Toni no quiso hablar solo se limitó a escucharla, —Cuando te cansas emocionalmente, empiezas a comportarte de otra manera y cuando algo te está doliendo, lo demuestras de diferentes formas— respiró profundo, —en mi caso lo demuestro sacando mi mal carácter y a hecho que muchas  personas se alejen de mi... soy un desastre y nadie quiere eso— Toni la observaba detenidamente cada gesto que hacía, intentando entenderla. —Y lo peor es que siento que la pesadilla no termina...— terminó de hablar y abrió los ojos para mirar a la morena que estaba reflexionando todo lo que había dicho.

—Mis padres...— Toni se paró al instante, —Mis padres murieron en un accidente de coche cuando yo tenía tan solo 10 años...— ahora le tocaba el turno a la morena de abrirse, —Y lo único que quería era no hacer nada, solo quería quedarme en mi cama mirando el techo— las dos se miraban fijamente, se estaban abriendo la una a la otra con sus pensamientos más oscuros y por una vez se sintieron cómodas. —Mi mente no soportaba tantos demonios, pero conocí a Jughead, Fangs y Sweat Pea y se convirtieron en la familia que perdí— terminó de decir bajando la cabeza.

—Lo siento mucho—Cheryl se levantó del sillón para dirigirse a la cama, —Por todo— dijo cogiéndole la mano a la pelirosa. En ese instante, las dos por primera vez se regalaron una mirada de apoyo y sinceridad.

—No estás sola Cheryl...—  dijo Toni en un susurro aguantando la mirada, ya era tarde y el sueño le iba ganando en combate, —Aquí tienes a una desconocida que está dispuesta a escucharte cuando lo necesites— dijo Toni con una gran sonrisa.

—Me parece bien— Cheryl rió.

—Y un consejo— la miró, —nunca... te guardes...lo que sientas...— después de esas palabras Toni cerró los ojos rendida.

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⏰ Última actualización: Jun 16, 2019 ⏰

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