Nuestro Paraiso

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Capítulo 12: Nuestro Paraiso

Estaba entrando la noche cuando terminamos de recorrer las tiendas. Lena se había disculpado unas cinco veces por haber perdido el sentido del tiempo y dejarme sin comer. En realidad tenía hambre, pero no había sido consiente de ello hasta que la pelinegra lo dijo.

Luego de pagar de forma apresurada en una tienda de ropa interior, comenzamos a buscar un restaurante. Lena estaba decidida a llevarme a comer potstickers y tuvimos que caminar un rato hasta encontrar un restaurante que sirviese comida japonesa. Era un lugar cinco estrellas donde se debía hacer reservación, pero la pelinegra consiguió una mesa en muy poco tiempo.

Las enormes lámparas en lo alto del restaurante y las mesas con un estilo antiguo eran hermosas. Era como estar entrando a una especie de comedor súper elegante. Manteles color vino y decoraciones en oro. Nos dieron una mesa en el medio del lugar, justo bajo un enorme candelabro de cristal.

-Podíamos haber comido cualquier cosa.- comenté acariciando la mano de la pelinegra sobre la mesa.

-Tenías que comer potstickers en italia. - explicó mientras nos servían la campaña. En esta ocasión me vi obligada a aceptar la bebida aun cuando no acostumbraba a tomar alcohol.

-La he pasado muy bien.- susurré jugando con sus dedos, ella sonrió.

-Yo también. Lo mejor ha sido ver tu rostro en el sex shop.- anunció con un brillo malvado en sus ojos. Dejé salir in puchero no creyendo lo cruel que podía ser esta mujer.

-No me recuerdes ese lugar, casi muero de verguenza. Ni siquiera podía mirar al empleado al rostro.- comenté sintiendo las mejillas calientes.

-No tiene nada de malo la tienda, pero podemos encargar nuestros juguetes por internet si tanta vergüenza te provoca.- habló Lena con la mayor naturalidad del mundo.

-¿Nuestros juguetes?- pregunté en un susurro.

-Sí.- respondió Lena initando mi tono de voz, pero con una sonrisa burlona.

Abri y cerré mi boca en varias ocasiones sintiéndome como un pez fuera del agua.

-O...podemos utilizar mis juguetes, pero...

-No.- sentencié pensando en que quizás ella los había usado con Melissa.

Lena me miró levantando una de sus cejas. Como si esperase que dijese algo mas; me armé de valor para continuar.

-Es mejor tener algo nuestro.- admití y ella asintió.

Los alimentos llegaron no mucho tiempo después. Lena había pedido varios platillos. Descubrir que la pelinegra comenzaba a memorizar mis gustos me llenaba de una sensación cálida. Luthor se comió una ensalada que se veía tan sana que me provocó tristeza. La pelinegra no solía hablar mientras comía, pero nuestras manos unidas hacían que el silencio fuese cómodo. Nuestras miradas se encontraban constantemente e intercambiamos sonrisas siempre que estas se cruzaban.

-No puedes terminar de cenar sin haber comido un potstickers.- anuncié extentendiendo mi tenedor hacia Luthor cuando me percaté que ella dejaba los cubiertos sobre la mesa. El platillo de potstickers que había pedido para ambas, me lo había comido yo sola.

-No, Kara, estoy llena. Además es el último y son tus favoritos.- explicó Lena, dejé salir un puchero.

-¿Me vas a rechazar?- insistí con ojos de cachorro abandonado.

-Está bien, tu ganas.- susurró atrapando el potstickers y logrando que una sonrisa iluminara mi rostro.

-No son tan buenos como los de National City. - comentó Luthor lanzándome un guiño.

Mimetismo (Complete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora