Preludio...

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Capítulo 15
Preludio de una noche oscura

Un mes antes del operativo

P.O.V Kara Danvers

Despertar rodeada por el aroma y el calor de Lena era una rutina. No habia otra manera en la cual yo quisiera amanecer que envolviéndo mis manos alrededor de su cuerpo. Enterrando mi rostro entre sus cabellos. Colocando dulces y lentos besos en sus hombros. Susurrando palabras de afecto en sus oídos.

-Mmm ¿podemos quedarnos así durante...cien años?- pregunté con una sonrisa al sentir que Luthor se movía ligeramente entre mis brazos.

-¿Cien años nada mas? Un siglo es muy poco para mostrarte cuánto te quiero.- susurró la pelinegra girándose entre mis brazos.

-Cierto...necesitamos un milenio como mínimo...- susurré depositando un suave beso en sus labios.

Lena sonrió y escondió su rostro en mi pecho. Me encanta poder abrazarla todas las mañanas. Ser consciente de que entre mis brazos, confiando plenamente en mi, estaba una mujer llena de fortalezas, debilidades, inteligencia y astucia hacia que mi corazón se acelerase. Con el tiempo había aprendido a ignorar la culpa que me perseguía.

-¿La llevo a la empresa señorita Luthor?- pregunté luego de algunos minutos en silencio, envueltas en nuestro propio mundo.

-No, hoy quiero pasar el día contigo, darling. ¿Quieres quedarte en la cama? Podemos hacerlo todo el día. - ofreció y aunque no podía ver su rostro supe que estaba sonriendo de manera coqueta.

-No sé...aunque la idea es muy tentadora- susurré besando su frente. Lena levantó el rostro para besar mis labios y luego salió de la cama con una sonrisa.

-Tengo una idea aún mejor.- anunció ella.

Me quedé completamente callada. Mis ojos recorriendo su cuerpo cubierto solo por unas bragas negras. Nunca terminaría de entender como Lena Luthor me tenía tan fascinada, pero no me cansaba de mirarla. De memorizar el sabor de su piel y el olor de su cabello. Estaba enamorada sin solución ni cura.

-Lo que desees.- susurré sentándome en el borde de la cama.

-Bien, cámbiate, vamos a la pisicina.- anunció con una sonrisa.

El entusiasmo de Lena era demasiado contagioso como para decirle que no. Ella había apenas terminado de hablar cuando yo ya estaba sacándome mi pijama y buscando un traje de baño. Me decidí por uno blanco de dos piezas.

-Vamos.- anunció Luthor sujetando mi mano y prácticamente arrastrándome con ella por toda la mansión hasta el área de la alberca.

El sol estaba en su momento más fuerte, debía ser casi medio día, lo cual no me sorprendía porque había pasado bastante tiempo solo mirando a la ojiverde dormir. Luthor soltó mi mano para lanzarse al agua. Al salir me dedicó una sonrisa a la vez que me invitaba a acercarme con un movimiento de su dedo índice.

-Esta fría.- susurré acercándome al borde y metiendo al agua solo un pie.

-Si te zambulles dejará de estar fría. Anda, yo te caliento.- comentó ella nadando en mi dirección.

-No me toques, Lena. Estas toda fría y mojada.- le advertí señalándola con uno de mis dedos a la vez que me sentaba en el borde.

-Vale.- susurró Luthor, fruncí el ceño al ver que comenzaba a alejarse hacia el otro extremo. Antes de que pudiese volver a hablar una prenda me golpeó en el rostro: la parte superior del traje de baño de la ojiverde.

-Lena, no hagas eso aquí.- la regañé mirando hacia la puerta que conectaba con la cocina. Alguien de servicio podría verla.

-Mis hermanos no están en la casa. Hoy es el día libre de de la gente de servicio y mis padres tenían una reunión. Traducción: estamos solo nosotras.- respondió Luthor y luego de unos segundos la parte inferior de su traje de baño me golpeó en el rostro.

Mimetismo (Complete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora