Matteo Balsano
Nunca pensé encontrarme en esta situación. Luna, su familia y yo sentados viendo una película. Esto es de locos, ¿desde cuando las cosas cambiaron? Dejé de molestarla para pasar a prestarle atención a su personalidad, a las cosas que le gustaban y fastidiaban, y fue decepcionante saber que yo me encontraba en este ultimo grupo. No quiero mal interpretar las cosas, pero extrañamente me siento ridículamente bien estando cerca tuya.
No me gustan las metáforas pero es como si ella fuera mi propio imán.
Estuvimos al rededor de dos horas y unos cuantos minutos viendo el televisor, intercambiando risas, opiniones, y un par de objeciones. Luna no pronunció ninguna palabra, solo se rió con algunas escenas y eso fue todo. A diferencia de su hermana, quien no paro de hablar en toda la película, ella y Manuel son tal para cual. Ya se que aún están chiquitos pero desde ya los shippeo o como se diga.
—Espero volver a verte por acá, Matteo. — Miguel me da un apretón de manos justo antes de abrir la puerta para que salgamos. Le sonrio y asiento.
— Claro.
— Y me alegra que tú y Luna sean amigos. — esto último me lo susurra pero la susodicha lo ha Escuchado, estoy seguro pues a rodado los ojos y a hecho esa expresion muy típica de ella cuando algo la enoja.
— ¡Que no somos amigos! — grita desde el fondo.
— Si hija, lo que digas
— Adiós, Miguel. — digo antes de que esto se salga de control. Mi hermano se despide de su amiga y salimos.
Felizmente Manuel no dice nada respecto a lo sucedido mientras viajamos en el carro. Él tiende a molestarme cuando me meto en una situación como esta. Al llegar a casa saludo a mamá y le pregunto que tal le fue en el trabajo, ella responde con una sonrisa y, como era de esperarse, espera ansiosa que le cuente todos los detalles acerca de como me fue en la casa de Luna.
¿Que le pasa al mundo que quiere vernos juntos? Es agotador.
(...)
A
la mañana siguiente todo parece ir de maravilla, pese a que no me crucé con la señorita Valente en el autobús. En mi rutina diaria está fastidiarla por cualquier cosa y ganarme un insulto de su parte. Lo sé, debo cambiar eso, y no es porque quiera, sino porque simplemente...porque si.
Yo y mis estúpideces.
— Hey, galán. — le saludo a Gastón cuando me acercó a él, justo después que una chica le diera un casto beso en los labios antes de marcharse. — Te esta yendo excelente, por lo que veo.
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Oye, ¡Me Gustas!, LUTTEO
FanfictionLo único que parecía existir entre Matteo Balsano y Luna Valente era antipatía, siempre declarándose la guerra en cualquier oportunidad que se les presentara, así sea la mas mínima. Todo parece cambiar cuando ella posa su atención en el chico nuevo...