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Luna Valente

El timbre acaba de sonar hace cinco minutos

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El timbre acaba de sonar hace cinco minutos. Nadie se mueve, todos mantienen la mirada fija en el profesor de biología, quien continua hablando ignorando por completo que su clase ya a acabado. Mi compañera de lado me mira de reojo, seguro espera que me ponga de pie y reclame lo que tenemos derecho, pero no pienso hacerlo. Para salvación de todos, un chico cuyo nombre desconozco se pone de pie y hace objeción. El maestro lo fulmina con la mirada antes de ceder.

Cojo mis cosas de inmediato y salgo del aula. Seguramente Nina ya se ha ido, y lo confirmo cuando no la encuentro al pie de las escaleras donde acostumbramos a esperarnos. Frustrada y, con los ánimos decaídos , me dirijo hacia la salida, mi estómago pide algo de comer lo antes posible. Sin embargo, un estruendoso sonido capta mi atención, proviene de la sala de musica. Frunciendo el ceño y llevada por la curiosidad, camino hasta allí.

La cantidad de alumnos que pasan por mi lado obstruyen mi camino, todos alborotados por llegar hasta la salida empujándose unos con los otros. Afortunadamente, llego a ver a traves de la puerta y grande es mi sorpresa cuando veo a Matteo y Nina, charlando de lo mas a gusto. Él sostiene una guitarra mientras que ella agacha la cabeza tímidamente. Esto me confunde, y mucho más al sentir un leve cosquilleo en mi estómago.

Debe ser el hambre.

Sin querer, mis ojos se cruzan con los del castaño, así que aparto al instante y me apresuro en salir. Una vez que estoy lo suficientemente lejos suelto el aire que estaba reteniendo y trato de disminuir los latidos de mi corazón. Veo pasar a Nicolas y Emilia por mi lado, ninguno a notado mi presencia y agradezco por eso, ambos discuten, él al parecer le reclama algo mientras que ella se niega. No logro escuchar mas pues se alejan justo al momento que el bus llega, viéndome en la obligación de subir.

|...|

- ¡Matteo me está componiendo una cancion! - chilla Nina al entrar en mi habitación, tomandome por sorpresa.

Quito mi mirada del libro que estaba leyendo, para mirarla, fruncir el ceño, y elevar una ceja, ¿Que acaba de decir?

- ¿Que? - cuestiono, sentándome al borde de la cama.

- ¡Que Matteo me está componiendo una Cancion! - repite, sentándose en la silla giratoria justo en frente de mí. - todavía no puedo creerlo.

Ni yo.

- Espera, vamos por partes, ¿por que dices eso?

Quiero a mi amiga, y me alegra verla feliz e ilusionada. Pero Matteo nunca a dado señales ni indicadores de que ella le gustara, tanto asi como para escribirle una canción. La última vez que lo vi tocando una guitarra fue en primer año, y verlo haciendo lo que le gusta nuevamente, de alguna u otra forma me alegra.

Oye, ¡Me Gustas!, LUTTEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora