Matteo Balsano
Ha pasado una semana desde esa cita de “mentira”.
Aun puedo recordarla mientras una sonrisa se forma en mi rostro, sonrisa que ya no estoy dispuesto a ignorar. A pesar de mis esfuerzos por negar lo contrario, o hacerme el disimulado cada vez que me lo planteaba, no puedo seguir escondiéndolo. Porque si.Luna me gusta, y mucho.
No sé desde cuando. Sigo diciendo que parece irónico como nuestro mundo se a volteado este ultimo mes. Pero no pienso admitirlo, no por ahora, o eso creo. Ella no tiene ojos para verme, los dos están bien puestos en el teñido ese de nombre nicolas, y no hay nada que pueda hacer. Mis intentos por separarlos, al menos, han servido de algo. No he visto que han cruzado palabra tanto en el pasillo como en en comedor. Y si, la he observado mas de lo que quisiera. Pero cada vez que giro a verla, me encuentro con la mirada de Nina quien rápidamente la retira. Eso me desconcierta, pero no le doy demasiada importancia.
La última vez que Luna y yo hablamos fue esta mañana. En el bus, me senté a su lado, aunque tuve que inventar la escusa de que el asiento donde estaba yacía dañado para hacerlo. Ella no pareció afectada y, en lugar de eso, me sonrió, agregó acerca del trabajo que teníamos que presentar a Muñoz esta mañana y estuvo conforme con los ultimos arreglos que le hice, especialmente a la hora de corregir las faltas ortográficas. Decidimos ir a la direccion antes de hacerla mas larga, me puse nervioso cuando su mano rozo la mia pero ella ni siquiera lo notó.
Muñoz leyó cada palabra de la hoja impresa, pero sin expresión alguna. Los minutos iban haciéndose eternos conforme avanzaban. No teníamos idea si lo aprobaba o todo lo contrario. Me aterraba que fuera asi.
— Me parece perfecto — dijo finalmente, haciéndonos respirar aliviados.
Nos dio las últimas indicaciones acerca de donde llevarlo para que sea publicado y, por supuesto, sobre nuestra autorización para pertenecer a los respectivos equipos que anhelabamos.
—¡Podre entrar a las animadoras! — grito Luna cuando salimos. — ¡Y tu a basquet! ¿No estas emocionado?
Asentí desconforme. Claro que lo estaba, siempre lo he querido. Pero lo que ella quería no me parecia lo adecuado. No la mentalizo ahí, con pompones y dando vueltas en el aire frente a numerosas personas y, sobre todo, con esa dieta sumamente estricta a la que somentian y esas actitudes mimadas que usan. Por supuesto que no todas son asi, pero sí la mayoría, ahí tienen de ejemplo a Emilia.
No dije nada al respecto, me alegre por ella y lo hice notar, pero aún asi no lo aprobé. Caminé hasta mi salón e ingrese sin restricciones, al maestro le bastó con decirle que estaba en direccion para dejarme ingresar.
Todo eso nos lleva hasta ahora, el receso, en el comedor, donde como costumbre me encuentro en mesa junto a Gastón, Pedro y su ahora oficial novia. Ambos ríen y se dan besos que Gastón y yo ignoramos. Felizmente no han preguntando sobre mi supuesta salida, aunque sé que no tardaran en hacerlo. No sé que excusa ponerles para seguir negándoles quien es mas verdadera chica de la que les he hablado.
ESTÁS LEYENDO
Oye, ¡Me Gustas!, LUTTEO
FanfictionLo único que parecía existir entre Matteo Balsano y Luna Valente era antipatía, siempre declarándose la guerra en cualquier oportunidad que se les presentara, así sea la mas mínima. Todo parece cambiar cuando ella posa su atención en el chico nuevo...