°Capitulo 18°

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A la mañana siguiente, lo único que veía a través de la ventana era una densa niebla. El desayuno Kathleen se desarrolló en narraciones sobre el sexi chico de los cocteles. Me deseó suerte en el viaje y le di las gracias, aun sabiendo que ella no estaba del todo consiente. Luego se fue a dormir porque estaba cansada.

No quería llegar demasiado temprano al instituto pero no podía esperar más; por lo que me puse el impermeable, tan grueso que recordaba a uno de esos trajes que se emplean en casos de peligro biológico, y me encamine hacia la llovizna. El ruido de mis botas negras resultaba desquiciante. Añoraba el crujido habitual de la grava al caminar. No pude detenerme a admirar el vehículo de Bryan que me esperaba al otro lado de la calle. Dentro, ya estaba seca y cómoda, sentada de copiloto. Salude a Bryan y Freddy con un beso en la mejilla.

-¡oh, Mierda!- rio Freddy quien se encontraba en los asientos de atrás.

-¿Qué sucede?- pregunte.

-Debemos ir por Alonso respondió- Bryan...

-Si-respondió él- Voy en camino.

Tardamos menos de 20 minutos en llegar al departamento de ellos. Tocamos la puerta y Alonso abrió, vistiendo únicamente una playera de Nirvana. Azeneth no mentía, Alonso lo tenía Grande, pero no más grande que Canelita. Bryan tapo mis ojos con su mano mientras mis mejillas se coloraban.

-¡Mierda! ¿Por qué no me dijeron que venían con ____?- exclamo Alonso.

-No creíamos que estarías desnudo.-Contesto Freddy riendo.

-Teóricamente no estoy desnudo- bromeo Jos- ¿Han visto mi pantalón de mezclilla negro?

-En el tercer cajón a la derecha- contesto Bryan sin quitar sus manos de mis ojos.

-Ya no veré a Alonso de la misma manera- bromeé- Ni a los elefantes.

Reímos y nos sentamos en el sofá rojo.  Alonso salió de su habitación VESTIDO. Me sonrió vilipendiado.

-_____, ya no tengo secretos contigo- Alonso rió- Lo has visto todo.

-¡Vaya que sí!

Minutos después nos encontrábamos haciendo la fila para subir al autobús. No paraba de reír por los chistes malos de Alonso. Algunas chicas me miraban de arriba abajo y cuchicheaban entre ellas. ¡Claro! Soy amiga de los chicos más deseados del instituto. Si bien, son unos completos idiotas y los pocos con los que logro sintonizar. Porque, tal cual, no soy buena para hacer amigos.

-...Preferiría comer tacos- comento Bryan.

-Eso no cuenta, porque sabes que me los comería todos-prosiguió Freddy mientras avanzaba la fila.

Jimmy era nuestro guía esta vez. Había traído como acompañante a una morena de cabello cobrizo y mucho más alta que el resto de las chicas promedio, vestía unos shorts de mezclilla turquesa con un hermoso suéter color durazno..

-Hola Jimmy- salude al llegar a la puerta del autobús, en donde él se encontraba para revisar la asistencia.

-¿Qué?- respondió con tono burlón.

-Hola profesor Martínez- corregí con tono desanimado de estudiantes de primaria cuando le dicen buenos días.

- Buenos días Srta. Masterson.

-¿Qué?-respondí con su mismo tono burlón.

-Buenos días ____- contesto con el mismo tono de estudiante de primaria.

-Mucho mejor.

Subimos al bus. Me senté en el puesto de la ventana junto a Bryan, y nos encaminamos al orfanato. El sueño me estaba ganando la pelea y el frio infernal congelaba mis manos.

-Ten- dijo Bryan mientras nos arropaba con su manta azul marino.

-Gracias, Bry.

Bryan es un amor de persona. Sin duda es el más sobreprotector de todos. Es como el papá del grupo.

LUJURIA. |Jos Canela| HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora