Tortugas primero

Entrar

-Dejame entrar!

Habían pasado horas

-Porfavor, porfavor dejame entrar!

No podía creer lo que había pasado, no podía.

-Raphael, no lo sabía, pensé que no tenía opcion...se que no es una excusa, pero... Porfavor, hablemos de esto!

Escucho un fuerte golpe en su espalda
-Leonardo!

Fue demasiado

Talvez por la forma que su padre dijo su nombre o por las ganas que tenía de poder entrar en la habitación de su hermano a darle un abrazo o talvez porque sabía exactamente lo que su padre estaba por decirle, pero rompió en llanto.

Splinter se acerco a su hijo y puso una mano de reconfortación en su hombro.
-Dale su espacio, lo que paso no es fácil para nadie, pero tu hermano... Tu hermano nesesita respirar.

-¿Lejos de mi?--dijo con el nudo en la garganta acomulandose de sobremanera.

-Si, lejos de ti.

En el momento que Leo se dio la vuelta, vio a sus dos hermanos menores a unos metros viendo la escena con miedo, no sabiendo que hacer ni que decir y a su padre al frente suyo con un cara preocupada por todo lo que había pasado hace tan solo unos minutos.

-Losiento--dijo Leo tragandose aquel nudo--Enserio Losiento.

Miguel Angel lo miro a los ojos y su mirada de miedo se cambio por una de rabia y odio, no parecía el, no era el típico Mikey de siempre, por un momento parecía que quería decir algo, posiblemente mandarlo al demonio, pero lo único que hizo fue darse la vuelta e irse directo a su habitación .

Donatello en cambio se acerco. Apenas vio que Mikey cerró la puerta de su dormitorio algo despertó en el y se acerco a paso rápido y enojado  hacia Leonardo. Leonardo esperaba un golpe, no sabía porque, pero sentía que se lo merecía y se lo merecía. Cerró los ojos y espero.

Pero el golpe nunca vino.

En cambió obtuvo un abrazo de su hermanito, un cálido abrazo, uno que realmente nesesitaba.

-Tenemos que sacarlo de ahi--Dijo Donnie en su oído

Y Leo asintio

Acto seguido ambos Leo y Donnie estaban tocando la puerta de su hermano. Una y otra vez intentando entrar.

Splinter intento decirles a sus hijos que lo mejor era darle su espacio, pero él no estaba seguro de lo que había pasado, ninguno de sus cuatro hijos lo había explicado bien. Todos estaban enfocados en Raphael.

Aún recordaba cuando a su segundo hijo entrando furioso y dolido a la casa después del patrullaje, recordaba su mirada, su decisión por estar solo.

-Raphael, ¿Qué pasó? ¿Y tus hermanos? ¿Porque estás tan mojado?

No hubo respuesta, Raphael simplemente lo pasó de largo y se fue directamente a su habitación.

- ¡Raphael!

-No pueden entrar, no ahora--fue lo único que dijo antes de cerrar la puerta a sus espaldas.

Minutos después Leo, Donnie y Mikey entraron corriendo y fueron directo al cuarto de Raphael. Leonardo empezó a tocar la puerta y a suplicar que su hermano lo deje entrar.

Después de eso Splinter le preguntó a Donatello que había pasado, después de preguntar por cuarta vez, el genio dijo las 3 palabras que explicaron todo. Las 3 palabras más difíciles de decir y de escuchar.