I can't let go » kth + ksj

Dieciséis

❝ Le prometes un breve recuerdo, si ha de durar en compañía del dolor; cualquier contingencia transformará esa tu cara [triste] en una sonriente ❞

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—¡¿Cómo es que un picnic puede enojarte?! —preguntó Taehyung prácticamente indignado. Jin debía admitir que su expresión le estaba causando risas internas.

—No son en sí los picnics lo que me enojan... digamos que todo lo que conllevan me molesta —trató de explicar. En la semana que había pasado desde su aventura buscando ramen, se había quemado el cerebro tratando de pensar en qué podrían hacer que él relacionara con el enojo, e inevitablemente la actividad familiar había salido—. No soy muy fan del pasto, para empezar. También está el problema de que para mí es incómodo comer en el suelo sin una mesa. Tampoco ayuda el hecho de que la mayoría de los parques están llenos de personas y yo suelo ser más solitario. Y no me hagas empezar con la cantidad de insectos que hay en verano...

—Okay, okay, creo que te entiendo hasta cierto punto —admitió el menor—, pero temo decirte que todo lo que acabas de mencionar es lo que hace a los picnics increíbles.

Jin no pudo evitar hacer una mueca, lo que provocó que Taehyung riera, palmeando su hombro después.

—Muy bien Jin, creo que escogiste bien —se burló—. Para tu suerte no creo que haya muchos insectos con este frío.

Y entonces recorrieron el departamento de Taehyung en busca de todo lo que necesitarían: como una manta, termos, comida y claro, como era de esperarse, Jin vio al menor colgarse su famosa cámara alrededor de su cuello. No estaba tan seguro de qué querría fotografiar, considerando que probablemente se la pasaría todo el día quejándose.

Salieron del edificio y pronto caminaron hasta el parque más cercano, el cual, afortunadamente, no tenía mucha gente. Lo más probable era que las personas ya estaban comenzando a guardarse en sus casas debido al frío, aunque este todavía era bastante tolerable.

Buscaron un árbol para poder recargarse, extendiendo la manta que Taehyung había elegido de su closet y poniendo sobre ella toda la comida que habían traído. Jin se sentó rápidamente, abriendo un termo que había traído con té para poder entrar en calor. El día estaba decente, pero eso no quitaba el hecho de que todavía sentía molestia por estar haciendo aquello. Aunque dentro de él sentía que eso ya no importaba mucho. Desde que había perdido a Namjoon muchas de las cosas que lo caracterizaban habían ido perdiendo sentido. Ya no le daba el mismo valor a las cosas, desde que había perdido lo más valioso que tenía. Por esa razón, el hecho de estar ahí, a punto de tener un picnic, ya no sonaba tan mal.

—Esto es relajante —dijo Taehyung, arrastrándose de rodillas para poder sentarse a lado de él.

Jin volteó a verlo, el menor parecía tener una pequeña sonrisa que apenas tocaba sus labios. Debía admitir que se veía bastante bien, con sus lentes redondos sobre su nariz y su cabello castaño peinado hacia atrás con un gorro que lo sujetaba de esa manera. Aquello le recordó algo.

—Así que... el chico que estaba en tu apartamento —comenzó a decir, viendo al menor tensarse—. Se ve bastante joven.

—Tiene la edad de Haneul, de hecho...

—Ah, corrompiendo a la juventud —trató de bromear.

—Ni me lo recuerdes —rió el castaño sin muchas ganas—. No debí haberme acostado con él...