Capítulo 1

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Se siente bien llegar a mi pequeño departamento después de un día de trabajo, es muy agotador trabajar casi todo el día y más cuando vas de un lado a otro.
Aveces siento que mi jefe me odia, pero no tiene motivos para correrme, nunca se los he dado.
Hace dos años que trabajo en una gran empresa, en la cual tuve la dicha de ser secretaria del presidente, en ese tiempo el señor Callum Levrige, padre de mi ahora actual jefe, se encontraba en la presidencia y fue muy amable conmigo, aunque despues de cinco meses el tuvo que retirarse, nunca supe el porqué, y claro quién era yo para pedir explicaciones.
Desde ese entonces Nikolas Levrige quedó a cargo de la presidencia y como dije antes nunca ha tenido motivos para correrme, soy puntual, entrego a tiempo lo que me encarga, bueno aunque si aveces suelo ser distraída y un poco torpe, pero nada que no se arregle.
El señor Levrige como el ordena que le llamen, es guapo, a sus 28 años está en forma, cuidado y muy guapo, sus ojos son de color café claro, sus labios gruesos y carnosos, alto, de piel blanca, aunque no tanto, su voz es demandante y seductora. No se todo acerca de él, por no decir nada, excepto que tiene a muchas mujeres a su disposición(hablando sexualmente), nunca ha intentado algo conmigo y creo que no lo haría, no lo niego me pone nerviosa, nunca lo he demostrado soy buena mintiendo y fingiendo, muchas veces me lo han dicho.

Salgo de mis pensamientos y me pongo a cocinar una pasta con agua de jamaica, vivo sola así que siempre cocino poco, me encanta cocinar, solo que no me da tiempo para hacerlo.
Después de haber cenado decido tomar un baño, claro dejo reposar la comida ya que dicen que si no se te puede romper una tripa, así que cuando creo que ha pasado suficiente tiempo, tomo mi baño con agua tibia, no tengo un baño grande, no tengo una tina, solo una regadera con la cual creo que es suficiente, para mi lo es, cuando salgo solo decido ponerme bragas, y una playera grande y olgada y sin más decido dormir. Mañana será un nuevo día, espero y uno mejor al de ayer, al de hoy, solo mejor.

Escucho la alarma a lo lejos, quiero apagarla y dormir más, se que es imposible, resongando me levanto, y para que se me quite el sueño me doy un baño, me siento más despierta, pero aún tengo sueño, agh ya que, busco que ponerme hoy, cuando lo tengo listo lo veo, es perfecto, una camiga manga larga blanca, pantalón negro ancho y largo y mis tacones negros de tacón bajo, me hago una trenza de lado y ahora si perfecto.

Como siempre soy una de las primeras en llegar, subo al elevador y pulso el botón con el número 30, espero y espero, hasta que al fin hace el típico sonido dando a entender que he llegado, salgo caminando despacio observando a mi alrededor y como siempre todo esta solitario, en mi escritorio todo esta ordenado, justo como lo dejo ayer, un suspiro escapa de mis labios, otro día igual.

PROHIBIDO ENAMORARSE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora