Capítulo Cuatro: El plan V

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Si me hubieran dicho hace una semana que Heather, Carrie y Beth estarían en mi cuarto haciendo prácticamente una pijamada, me hubiera reído fuerte.

Pero eso es justamente lo que está pasando y no puedo evitar pensar en la ironía de la vida.

- Ya sabemos que es raro que estemos aquí, pero notamos que eres las más objetiva de las tres en esta situación y necesitamos ayuda -me dice Carrie

- ¿Ayuda en qué? -le digo

- Pues ayuda para matar a John Tucker -dice como si nada Heather

Esperen, ¿qué?

- Ahmm, no estoy muy segura si esa sea buena idea chicas, no quiero ir a la cárcel -trato de decir lo más naturalmente posible.

Como si fuera algo de todos los días que me propongan matar a alguien.

¿Qué viene mañana? ¿Secuestrar perritos?

- Tranquila Kate, si nos descubren no le diremos a nadie que fuiste tú. -dice Heather guiñándome un ojo.

Luego de un largo y tenso silencio, las tres se ríen. Trato de seguirles la corriente, pero en serio estoy bien confundida. Definitivamente estas chicas están mal de la cabeza.

También me río mientras les digo:
- ¿Entonces por qué están aquí realmente chicas?

- Queremos venganza, enseñarle que no somos sus juguetes y que debe respetarnos por lo que somos. -dice Beth

- Exacto, las mujeres más increíbles que alguna vez ha visto en su vida y sobre todo, -termina Heather- su peor pesadilla.

Debería disculparme y pedirles que se vayan, claramente no son la mejor elección en lo que amigas respecta, pero como estoy totalmente desesperada por compañía, les digo...

- Está bien, cuenten conmigo.

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- Bueno, ya puedes empezar. -dice Carrie.

Estamos todas en mi habitación y a decir verdad nunca un espacio personal mío se sintió tan incómodo.

- Ahmm, es que en realidad no sé qué decirles chicas. -digo

- Lo mismo que hiciste en detención, Kate. -dice Carrie- Sé brutal e inteligentemente honesta.

- Esta bien, entonces... ¿qué fue lo que primero les atrajo de él? -empiezo.

- ¡Buena idea! -me interrumpe Carrie- Empezamos a definirlo, chicas. ¿Qué es lo que tiene John que lo hace tan atractivo? ¿Será su bronceado? ¿Su altura? ¿Sus biceps y esos increíbles abs? 

- Ya basta Carrie, creo que ya entendimos a donde ibas -la interrumpe Heather.

- Pues es todo... -las corta Beth.

- ¿A qué te refieres? -le pregunto

- Eso, que lo tiene todo. -me responde ella- Los ojos perfectos, que cuando te miran sientes que todo el mundo desaparece y solo importas tú. O la forma en la que se siente cuando sus brazos te rodean y piensas que eres la mujer más segura del mundo. Cuando su cuerpo se tensa al estar juntos...

- Si, si, ya sabemos cómo reaccionan los chicos cuando están felices Beth. -interrumpe Heather

- ¡No me refería a eso! -grita exasperada Beth.

- Ya, chicas, relájense. -dice Carrie- ya entendimos porque nos gusta, es guapo y sabe jugar sus cartas. Ahora, ¿cómo hacer que su mundo se caiga? ¿Cómo hacerlo sentir como nosotras justo ahora? Traicionadas, humilladas y sumamente heridas.

- Pues... -digo yo- Parece que el juego de John es siempre tener una cita. Ustedes mismas lo saben, así terminen con él, encontrará a alguien más en un segundo. Porque para él todas somos desechables, solo le importa conseguir lo que quiere y listo.

- Bueno, gracias por eso eh. -dice irritada Heather

- No, no. A lo que voy es que la mejor forma de hacer que las entienda y aprenda su lección, es quitarle su encanto, quitarle las citas, hacer que las chicas no lo quieran más.

- ¿Y cómo hacemos eso? -dice Beth

- En mi equipo, cuando queremos ganarle al otro equipo, atacamos su confianza, los hacemos sentir como perdedores y tontos.

- Ah, claro, porque las cosas que pasan en la vida se resuelven con ¡SER AGRESIVO! ¡SER SER AGRESIVO! -se bufa Beth

- Aunque detestes admitirlo Beth, Heather tiene un buen punto. -la corta Carrie

- ¡Gracias! -anuncia Heather

- Esta bien... entonces, ¿cómo hacer para que John sienta esas cosas? -digo yo

- Primero, -dice Carrie, con una sonrisa sospechosa- le quitamos su confianza.

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Durante todo este tiempo, nunca se me pasó por la mente buscar en redes sociales a nadie de mi escuela. De nuevo, mudarme seguido tiende a quitarte las ganas de hacer vida social. Peero, todo el tema de John me tiene ansiosa y tenía que hacerlo.

Estoy echada en mi cama, con la laptop adelante mío, estalkeando a John Tucker. 

Hago clic en su perfil de instagram y lo primero que noto es que tiene más de 10 mil seguidores. ¡Y las únicas fotos que sube son de él y sus amigos del equipo! He visto mejores cuentas con menos de la mitad de seguidores. Bastardo.

En las fotos a las que se le etiquetó, hay varias del periódico estudiantil, algunas porristas y las encargadas del anuario escolar. Pero mientras sigo bajando, me doy cuenta que no tiene ninguna foto con chicas. Todas son de él, amigos, basquet, paisajes (lo cuál me parece muy pretencioso) y nada más. Eso llama mi atención, así que sigo bajando. 

Diablos, si que es popular.

Encuentro una en la que sale con Toby y automáticamente mi corazón se acelera. Ambos en una solo foto me hacen notar lo poco que se parecen. ¿Será adoptado él? ¿O Toby? En los comentarios veo solo a chicas diciendo cosas como: ¡Los hermanos Tucker, más lindos que nunca! o ¡Son tan guapos que no sabría a cuál elegir! 

Doy clic en el perfil de Toby, él solo tiene poco más de 800 suscriptores. Igual es más de lo que yo alguna vez tendré. Empiezo a bajar en sus fotos, todas son de lugares random, puedo reconocer algunas zonas de la ciudad o de la escuela. Así que es esa clase de muchacho, el que no sube nada de fotos de él mismo, interesante. 

Cuando llego al final, me quedo en shock porque es una foto de una pareja besándose. Pero no cualquiera, ya que el chico al que apenas se le reconoce la cara, es John Tucker.

Todas contra élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora