Todas contra él

Capítulo Cinco: No hagas preguntas cuyas respuestas no te gustarán.

Estoy en shock, no sé cuánto tiempo ha pasado desde que estoy mirando fijamente a la pantalla. No estaría tan sorprendida, de no ser por el hecho de que es la primera foto que encuentro de John con una chica al lado y sobre todo porque ¡se están besando!

La descripción de la foto dice ¿Así es como se siente ser violinista? Y creo que es seguro decir que esta chica es la ex de John Tucker.

Pero la ex ex.

Digo, la ex oficial, la oficial ex novia. La única chica a la que John consideró digna de hacer pública.

Debe haber sido la relación más importante para él si incluso el mismo Toby la conocía.

No están etiquetados, y quien no se dedique mucho tiempo a revisar el perfil de Toby ni siquiera notaría esto.

¿Debería contarle a las chicas sobre esto? Quizás ellas ya lo saben y solo soy yo la única que andaba en la ignorancia respecto a este tema.

De todas formas hay algo que no me convence en todo esto, quizás estoy viendo las cosas demasiado a fondo y no como de verdad son, es una ex y ya.

Sea o no la gran cosa, de todas formas ya sé de qué voy a hablar mañana cuando vea a las chicas.

Regresó al perfil de John y me doy con la sorpresa de que me está siguiendo. ¿Como no lo noté antes? Una vez más me encuentro sudosa, nerviosa y odio que pase esto.

¿Cómo encontró mi perfil? ¿Por qué me sigue si él no sigue a muchas personas? Pero la pregunta más importante, ¿quién le dijo mi nombre? Nunca se lo dije y obviamente no pensaba hacerlo.

Me imagino que así no es cómo opera, seguramente lo que siempre pasa es que a él lo stalkeen, lo vigilen, le lleguen solicitudes de amistad, que lo sigan. Es decir, está acostumbrado a la atención, al trato que recibe por las chicas y chicos. No tiene sentido que me haya buscado. Algo en mí se siente diferente. El hecho de que se haya tomado el tiempo de encontrar mi perfil de Instagram y que haya pensado en mí al menos los minutos que le tomó encontrarlo (porque en realidad no es tan difícil hacerlo, hay que aceptarlo).

Pero algo no cuadra, es decir, él no es ese tipo de persona. A él le gusta la atención, ¿por qué buscaría a alguien como yo? No tiene sentido que se haya tomado la molestia de hacerse notar, hacer que yo me dé cuenta de que él me sigue. Bueno, lo digo de mi perspectiva. Si yo quisiera stalkear a alguien no me pondría a seguirlo porque obviamente esa persona notaría lo que estoy haciendo. Entonces o me crearía una cuenta falsa o simplemente observaría las cosas que hace sin seguirlo porque, de nuevo, eso arruinaría el propósito de ser sigilosa.

Siento que estoy dándole muchas vueltas al asunto, por un lado sería lo mejor dejarlo ahí y pretender que nunca pasó. Pero creo que él quería que yo lo note, quería que sepa que me está viendo y que pensó en mí. Y quizás ese fue su plan desde un comienzo, atraer mi atención y hacerme pensar que soy diferente a las otras chicas para que luego destruya mi corazón, destruya mis emociones y mis sentimientos y simplemente no voy a hacerlo. Me niego a aceptar que soy una más, me niego a caer en el juego de John Tucker.

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Mientras me dirijo a mi casillero, me doy cuenta de que mis manos están sudando y que me encuentro muy paranoica.

Desde que entré a la escuela no paro de mirar a todos lados y preguntarme si él está ahí observándome, lo cual es raro porque nunca me ha pasado eso y me frustra saber que esta reacción la estoy teniendo gracias a John Tucker.

Kate Spencer, te has fallado como persona, eres una decepción.

Lo peor es que como me olvidé mi libro en el casillero, estoy aquí propensa a encontrarme con él en cualquier momento porque el maldito tiene su casillero a unos metros del mío. Estoy rezando, literalmente rezando, por no hacerlo y eso que soy agnóstica.