Un Sueño Para Sabrina

Odio

Odio, eso quedaba de ella, más que todo para si misma, odiaba su situación, odiaba saber que por su culpa ahora no tenía futuro cuando apenas empezaba

Ahora estaba muda y así quedaría para toda la vida, sus manos con algo de terapia iban a volver a funcionar, pero no serviría de nada, no sería igual la movilidad de su mano, daba lo mismo a nada, no habría forma alguna de volver a la música

Recordaba cada minúscula cosa que llegó a sentir durante aquél momento, la sensación de ahogo producto de la hemorragia que por milagro fue detenida, ese momento en el que no sentía nada y en el cuál no sabía si la música iba o no a ser más ella

Ese amargo momento en el que le dijeron que no volvería a hablar, ni a tocar ningún instrumento, ese amargo momento en el cual todo de si misma se derrumbó tras haber escuchado ese 'lo siento' pronunciado por el doctor cuando terminó el dictamen

Todo tirado a la basura por un papel vencido, por un fallo, por no darse cuenta que la revisión técnico mecánica había caducado desde hacía ya un par de semanas, era su culpa, la disquera me había advertido y ella no estuvo pendiente, no los podía culpar, no cuando ellos  habían sido claros desde el inicio

Sólo le quedaba ver como todo su gran sueño se quedaba a medio cumplir, como su gran momento se acababa apenas iniciando, como la luz de ese gran reflector se apagaba incluso más rápido de lo que fue encendida y como pasaba a ser algo pasado que vive en sus recuerdos intangibles, como todo se resumía ahora a un permanente sueño perdido

Ese choque fue igual a ver como su mayor quimera se hacía realidad, sin lugar a dudas, después de ese instante su vida cambió, dio un giro de 180° grados sexagesimales total,  pero no había punto de retorno, no a partir de ese momento todo era algo nuevo, tenía que volver a conocer el mundo para arreglar el suyo, en serio por más de que quisiera, todo era un derrumbe por levantar

Un derrumbe por levantar no era tan difícil si lo hacía acompañada, pero no lo veía así, era como si se sentara en la cama a ver avanzar el tiempo de nuevo, en serio, la compañía y el apoyo son vitales más aún para eso, pero ella carecía de ellos, su nana estaba ocupada en el orfanato, no podían verse, no tenía a nadie más que la pudiera visitar, en ese momento en perspectiva tan casi eterna del tiempo durante la espera, en ese momento se hizo visible lo imperceptible, el porqué de ese vacío constante en su pecho.

Una mezcla de tristeza y dolor se robó la atención del momento, otra vez, una vez más ese vacío le impedía respirar ¿la diferencia? Ahora sabía el motivo, lo que la causaba y pensaba cambiarlo, tal vez cuando estuviera dentro de un mejor ambiente, ahora más que nunca estaba convencida de que no le importaba si estaba o no con medio mundo encima y mucho menos si carecía de algo, no dejaría que ello le afectara.

Nunca jamás, se prometía que esa soledad debía acabar, se dio cuenta de que su vida cruzaba frente a sus ojos y por nada del mundo dejaría que la vida siguiera avanzando sin ella porque de alguna manera ella llevaba toda su vida frente a aquél reloj con disfraz de música, aquella máscara ante la fatídica realidad, su propia soledad.

Por tanto tiempo había sido una nota musical andante, tal vez una sinfonía completa que camina, pero no había sido ella, se había refugiado bajo la música, se quedó detrás de ese telón por tanto tiempo que su hora de brillar le pasó como un suspiro a medias, como un sueño inevitablemente perdido por en un mundo de lo ahora inalcanzable, de lo ahora imaginario.

Ojalá hubiere sabido qué significaba ese miedo antes de quedar allí, postrada en una carencia de medio de comunicación vocal, tendría que aprender lenguaje de señas, tenía que entrar a terapia intensiva para poder lidiar con su ahora nuevo cuerpo carente de la posibilidad de hacer sus sueños realidad, adiós a la música y consigo a toda su vida

Maldito accidentes de tráfico, esos a quienes no les había bastado llevarse a sus padres, ahora se llevaban sus sueños y consigo lo poco de vida que le quedaba, malditos sean por ser quienes le arrebataron su vida y quienes la dejaron en el momento más doloroso de su vida, en esa sensación y esas ganas de tirar su vida tras haber visto caer todo por la borda tras ese fallo en los frenos.