1: RECORDAMOS

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Fort Yates, Dakota del Norte.

1 de diciembre de 2024.

Sentado sobre una enorme roca junto a un río feroz, Gus se encontraba viendo una vieja y rota fotografía de él junto a Karla, quien ya tenía tiempo fallecida; sin embargo, el trago amargo de su partida al otro mundo (si es que existe) seguía prevaleciendo en la mente del valeroso líder de los sobrevivientes de New York.

—Te juro que he tratado de hacer las cosas bien, —dijo Gus mientras una lágrima caía rodando por su mejilla izquierda— he-he tratado de mantener a todos a salvo, pero las cosas se han puesto muy difíciles últimamente y sinceramente me pregunto si vale la pena que estemos desgastándonos tanto... no-no sé si hay un lugar seguro donde podamos comenzar a vivir de nuevo, le-lejos de todo esto. —su voz se quebró en ese instante.

La lágrima corrió por la mejilla de Gus hasta que cayó rompiéndose en mil partes al golpear la fotografía que estaba en las sucias manos del originario de New York.

—A veces desearía estar muerto.

[...]

Minutos más tarde; Gus salió de entre la maleza del bosque para reunirse con el resto del grupo quienes habían montado un campamento al lado de la carretera.

—Hey, —dijo Alpha (quien se había vuelto muy cercano a Gus) al ver a su amigo volver— ¿quieres un poco de esto? —señalando su lata de verduras.

—No, estoy bien, —negó con la cabeza Gus, para después dirigir su mirada hacia Bruce, un nuevo amigo que habían encontrado hacía meses— ¿ya volvió Dante?

—Está descansando en la furgoneta, —respondió el joven Bruce— no ha dormido muy bien últimamente.

—¿Sabes si encontró algo?

Al escuchar eso Bruce señaló con su mano una mochila llena de suministros a un lado de la fogata que había frente a todos.

Gus esbozó una sonrisa forzada al ver eso y después de asentir con la cabeza se fue caminando para alejarse de todos.

El resto del grupo, aunque comprendían la situación por la que Gus estaba pasando, se encontraban preocupados por él.

—Me preocupa que esté así, —dijo Dani— desde que escapamos de New York no ha dejado de alejarse de nosotros.

—Es normal... es decir, perdió a la mujer que amaba en esa maldita ciudad, —dijo Jonah algo molesto— no podemos exigirle mucho.

—La muerte de Karla fue mi culpa. —dijo Mario con la vista perdida en la nada.

—¿Qué? —dijo Jonah volteándolo a ver serio— ¿¡otra vez vas a comenzar con eso Mario!?

—¿Qué quieres que diga? —dijo el primo de Gus— si yo no le hubiera llamado por teléfono a Karla ella habría escapado de New York con Gus hace mucho y estarían en algún lugar seguro, y él no estaría sufriendo así.

—Las personas como ella mueren, Mario. —dijo Michael con mucha frialdad interviniendo en la discusión del grupo.

Mario volteo a ver molesto a Michael en ese instante.

—¿Perdón?

—Supongamos que las cosas hubieran pasado como tú lo planteas, —dijo Michael viéndolo fijamente a los ojos— ¿cuánto crees que Gus habría aguantado con una pareja que no supo defenderse contra un anciano podrido?

—Michael, cierra la boca, —dijo Alex disgustado con la actitud de su hermano— Gus está muy mal por eso aún.

—Deberá aprender a controlarlo eventualmente, no puede martirizarse toda la vida. —respondió el mayor de los Blossom.

WALK IN THE DARK 2: EXODUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora