Prólogo

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16 de Octubre 1996

Siempre ha sido un tema dueño de largas madrugadas y desvelos el transcurso tan independiente y volátil de cada individuo en su existencia.

¿Cuál es ese cierto factor "X" que hace de algunos médicos, poetas o camareros? Quizás en algunos humanos es la carencia del mismo, o por otro lado el exceso, pero no sobrará nunca el cuestionar y observar lo que en unos es y en otros no.

Un grupito de adolescentes que simplemente disfrutaban mucho de lo que hacían comenzaron de pronto a juntar conocidos en bares, y luego, de repente, a llenar el Tavastia con los versos que alguna vez habían garabateado en sus cuadernos de clase.

Aquella chica de ideas transgresoras y aspecto regordete, ahora era apenas si reconocible por el nombre. 

Aquel chico retraído y de mirada fría, era ahora un adulto popular.

-Cecilia ¿estás bromeando verdad? - Kalevi observaba aquel par de boletos como si no diera crédito de lo que veía.

- En absoluto, prepárate para ir al primer concierto en el bajo de Him, o mejor debería decir de tu amado Hermanni Valo... -

Una almohada voló hacia el rostro de Cecilia para luego cubrirla con un tierno abrazo que amenazaba dejarla sin aire.

- No lo puedo creer, lo logró - la mirada de Levi comenzó a nublarse, estaba tan feliz que le ganó la emoción - Él está cumpliendo su sueño-

Cecilia correspondió al abrazo y le alcanzó un pañuelo a su amiga.

-¿No crees que ya es momento? - Comentó.

- ¿Momento para que? - se cuestionó incrédula.

- Ya sabes... - suspiró la mayor- Si no se lo dices ahora... puede que no tengas más chances... - La pálida muchacha jugueteaba con el dije de su choker mientras acariciaba la blanca cabellera de su amiga - Si él es tan talentoso como dices, y lo es, será cuestión de tiempo que se vaya de Helsinki. Mira lo que ya han logrado solo en un año de carrera-

- ¿Y? -

- "¿Y?" Como que "¿Y?" - la morocha comenzó a enfadarse - Tienes que confesarle que te gusta, si él se va jamás lo sabrá. No es justo, imaginas si también le gustabas. - Cecilia se acomodó frente a su amiga - Si pierdes esta chance, puede que no tengas otra oportunidad y vivirás toda tú vida pensando qué diablos podría haber pasado si se lo decías. No seas tonta. - acarició su rostro - Ya pasaste tú famosa etapa de groupie fea, quierete un poco y dile a ese hombre que te gusta -

Sus palabras habían calado en ella, tenía razón, pero aún así no se creía capaz de hacerlo.

Ella solo era del tipo que se quedaba escondida hasta el fondo para escucharle tocar, era quien dejaba púas nuevas en su casillero o juegos de cuerdas para su guitarra, y aunque no le apenaba colarse temprano a la escuela y dejarle aquellos regalos, si le daba pena decirle que era ella quien los dejaba allí.

- Te vas a poner eso y vas a ir a comerte el mundo, aunque solo sea por un rato ¿si? - Ceci traía consigo una bolsa violeta de una tienda la cual ambas conocían.

- Maldita sea Cecilia, no lo hiciste - sin siquiera ver el contenido de la bolsa Levi tomó a su amiga y la estrujó lo más que le permitieron sus brazos. Otra vez.

Ambas llevaban poco más de dos meses observando un vestido en la vidriera de su tienda favorita, tan hermoso y perfecto, tanto así que claramente ambas lo querían y ninguna iba a arrebatarle a la otra la chance de tenerlo. Las dos lo habían probado varias veces, pero en pocas palabras, ninguna lo compraba porque sabía que la otra también lo quería.

All I ever wanted was you, my love...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora