Price of fame [Michael Jackson- Fanfic]

Capítulo 5: Algo más

- Hola, abue- saludó cariñosamente Maxine, pegada al teléfono cuyos dígitos acababa de marcar- ¿Cómo estás? ¿Papá anda cerca de ti?

- Ay, hijita, ¡qué alegría oír tu voz! Yo estoy bien, aunque la artritis hace sus estragos. Tu padre está en una reunión de negocios, pero le diré que llamaste- habló con rapidez la anciana, a quien se escuchaba muy contenta y amable; era una mujer que, pese a acercarse ya a los 80 años, no perdía su carácter jovial y enérgico.

- Hazlo, por favor. Así no dirá que nunca lo llamo- dijo Maxine con un deje de fastidio.

- Tu padre no tiene derecho a reclamarte nada- dijo la abuela airada- Eres una mujer con responsabilidades y tienes tu propia vida.

- Gracias, abuela, tú sí me entiendes- dijo Maxine con una sonrisa de alivio- Bueno, te dejo, que tengo un compromiso.

- Adiós, querida, me dio gusto que me llamaras- se despidió la abuela sin hacer preguntas, pues suponía que se trataba de un compromiso de trabajo, como siempre.

Cuando hubo colgado, Tanya se acercó a ella, mirándola de pies a cabeza.

- ¿Adónde vas tan arreglada?- preguntó al notar la elegancia de su aspecto.

- Voy a cenar con Michael- respondió brevemente Maxine, para luego cambiar de tema- ¿Y tú? ¿Saldrás con Jeremy?

Tanya alzó una ceja en un gesto de desaprobación.

- Por favor, Max, dime que no te enredaste con Michael Jackson- dijo.

- ¿Cómo se te ocurre? Solo somos amigos- aclaró Maxine, pero sin poder evitar ruborizarse- No te niego que es muy atractivo y amable, pero...

En ese momento, la joven vio a una enorme y peluda araña trepando por la pared y dio un histérico grito de horror.

- ¿Qué sucede, señorita Maxine?- preguntó alarmado un vecino, que acudió en su ayuda sin reparos, casi derribando la puerta principal.

- ¡Una araña! ¡Una araña enorme!- gritó aterrada la reportera, señalando el lugar donde se encontraba el animal.

- Tranquilícese, yo la sacaré de aquí- dijo el hombre sin asomo de burla, tomando una red que había en la cocina y envolviendo al arácnido en ella; así, lo  sacó sin dificultad del apartamento.

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Una vez en Neverland, lo primero que hizo Maxine fue contarle a Michael lo sucedido con la araña. Él porrumpió en ruidosas carcajadas.

- ¡No te rías!- exclamó ofendida la chica- Sabes que adoro a los animales, pero me dan miedo las arañas.

- ¡Ay, ya no puedo más! ¡Me duele el estómago de tanto reírme!- exclamó él, retorciéndose de la risa- Sin embargo, me alegra haber descubierto algo más de ti- añadió con seriedad; ella se sonrojó.

Luego de comer, ambos dieron un paseo por los alrededores de la finca, donde Maxine decidió abrirle su corazón, tal como Michael lo había hecho con ella en varias ocasiones. Terminó contándole sobre el suicidio de su madre, un tema tan doloroso para ella, que no lo había hablado nunca ni tan siquiera con su padre, su abuela o su mejor amiga Tanya.