Capítulo 14: Justicia

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Toda acción emprendida por una persona tiene consecuencias que debe estar lista para asumir. Sin embargo, cuando estas recaen sobre alguien más, todo puede ser diferente.

Jordie Chandler no tenía idea de lo que le esperaba cuando decidió salir a por una malteada. El aire de la calle mitigaría un poco la depresión en que lo había sumido estar alejado y prácticamente enemistado con su mejor amigo. O eso pensó su madre, quien le dio permiso para salir, o más bien lo obligó a hacerlo, pues él quería quedarse encerrado en su habitación todo el tiempo. Un grupo de personas que rodeaban lo que parecía ser el anuncio de un periódico llamó su atención. Se acercó para ver mejor y sintió un mareo mundial al observar su foto junto a Michael acompañada del siguiente titular: "Acusadores de Michael Jackson salen a la luz. Evan Chandler señala a su hijo Jordie como la víctima principal del Rey del Pop".

Porque, sí, la noticia se había filtrado a la prensa junto con los datos más confidenciales del caso. Al jovencito se le revolvió el estómago mientras miraba, aterrado, a las personas que leían y comentaban acerca de la noticia y que, a juzgar por sus expresiones de ira contenida, eran fieles fans de Michael. Para su desgracia, ellos repararon en su presencia; primero con sorpresa y luego con creciente rabia.

- ¡Tú eres el descarado que difama al pobre Michael!- lo acusó una mujer, apuntándole con el dedo.

- ¡No tienes vergüenza! ¡No sé cómo puedes salir a la calle!- gritó un hombre.

- Seguro que solo quieres el dinero de Michael, ¡mentiroso!- voceó un jovencito apenas mayor que él.

- No, yo no...- balbuceó Jordie, aplastado por el peso de las mútiples miradas despectivas y heladas puestas sobre él.

- No creas que por ser un niño te libras de responsabilidades- masculló una anciana- Ya tienes edad suficiente para poder diferenciar entre el bien y el mal.

Pero justo ahora es que él se percataba del daño que habían ocasionado sus palabras contra Michael, al leer en ese periódico afirmaciones como "Este es el fin de su brillante carrera artística", "Quedará en la ruina", "Su vida personal está destrozada", entre otras cosas.

- ¡Ni tu padre ni tú podrán tener la conciencia limpia nunca más si Michael se suicida!- vociferó una joven.

Esta posibilidad impactó más a Jordie que la fuerte bofetada que recibió a continuación, la cual lo hizo caer al suelo. El niño lloriqueó, haciendo un desesperado intento por huir de allí, pero la gente seguía insultándolo y no lo dejaban ir.

En una cafetería ubicada frente al puesto de periódicos, una joven recién llegada al país, aún con su maleta a cuestas, bebía un capuchino y miraba la escena con lástima.

- Lo van a linchar...- le comentó el mesero consternado.

La joven pagó la cuenta y se dirigió al lugar de la acción, abriéndose paso de forma decidida entre la gente. Llegó hasta el niño, lo levantó del suelo y lo apegó a ella, sacándolo con esfuerzo de ahí.

- ¡A un lado! ¡No se le echen encima a un niño indefenso!- exclamó ella.

- ¿Maxine?- la reconoció Jordie con los ojos muy abiertos.

- No escuches lo que dicen- le susurró la joven.

Cuando lograron salir de la multitud enardecida, Maxine llevó a Jordie a la cafetería para brindarle un té que calmase los nervios del asustado chiquillo. Por suerte, Prince se había quedado en el auto con su abuela, quien había insistido en acompañarla para conocer a Michael, mientras ella satisfacía su repentino antojo de tomarse un café capuchino. Jordie no era ajeno a la expresión de hielo que ella le mostraba, aunque lo hubiese ayudado. Era obvio que ya nada sería como antes.

- Max... Creéme, yo nunca quise hacerle daño a Michael... No sabía lo que decía...mi padre me obligó- balbuceó Jordie entre lágrimas- ¿Cómo puedo arreglarlo?

- Me temo que el mal ya está hecho, al menos para Michael- replicó Maxine en un tono seco; sentía pena por el niño, pero no podía perdonarle todo el daño que le había causado a Michael.

- ¿Qué debo hacer?- preguntó Jordie con voz queda.

Maxine se encogió de hombros.

- Decir la verdad. Nada más que eso- concluyó ella para después pagar la cuenta y marcharse.

Jordie se estremeció de miedo al pensar en las consecuencias, pero ya estaba seguro de lo que debía hacer.


[***********]


El día del juicio, Michael estaba temblando de pies a cabeza. Su inocencia era una certeza absoluta, pero después del trauma vivido a causa de las humillantes fotografías que la policía tomó de su cuerpo desnudo, ya no sabía qué maniobra podía intentar Tom Sneddon contra él. El fiscal del distrito se había ensañado con él de manera notoria. Sin embargo, la próxima llegada de su hija, su pequeña Paris, quien nacería dentro de tres meses, daba a Michael las fuerzas necesarias para seguir adelante. Lo incentivaba, además, saber que, una vez concluido ese infierno, podría casarse con Maxine, el amor de su vida. Ella lo había aceptado. Además, mantenía un cariño mutuo con la abuela de su amada, quien en esos momentos cuidaba a Prince, su otro pequeño tesoro. A pesar de todo, los largos meses de proceso penal habían resultado desgastantes y agotadores para Michael, que se encontraba cansado física y mentalmente. Cuando, después de múltiples testimonios de todo tipo, escuchar a la prensa escupir veneno y a Evan Chandler hablar lo equivalente a una letrina pública, finalmente Jordie subió al estrado, Michael sintió que el mundo se le venía encima. No pudo mirarlo a los ojos; no estaba preparado para odiarlo. Jordie juró y comenzaron las preguntas.

- Antes de empezar mi testimonio, quiero que saquen a ese hombre de aquí- suplicó Jordie casi atragantándose con las palabras.

Todos quedaron sorprendidos, incluso el fiscal Sneddon.

- Tranquilo, pequeño, aquí Michael Jackson no puede hacerte daño. No tengas miedo- dijo el juez.

- Yo jamás le tendría miedo a Michael. Me refería a mi padre, Evan Chandler- señaló Jordie más decidido, haciendo que una exclamación de sorpresa se elevara en toda la sala.

- ¿Y eso por qué?- quiso saber el juez.

- Porque él me obligó a mentir para sacarle dinero a Michael, me amenazó para que hiciera esto y no dijera nada- reveló Jordie.

La sala del tribunal se vino abajo. Parecía que el tiempo se había detenido. Michael se quedó frío, sin terminar de entender qué pasaba. Evan, vuelto una bestia, se le vino encima a su hijo; pero dos gendarmes lo detuvieron y lo echaron a patadas de allí. Solo Maxine le dirigió una inadvertida sonrisa de aprobación a Jordie, quien se la devolvió y contó toda la verdad. Michael, por supuesto, fue absuelto y solo Evan acabó bien guardado bajo llave por falso testimonio y difamación. Con su imagen limpia de nuevo y la victoria reciente, a Michael y a Maxine solo les quedaba celebrar.

Price of fame [Michael Jackson- Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora