capitulo 16

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Las seis y treinta de la tarde marcaron en el reloj de la residencia Potter. Hermione le había contado a Giny que su hija prácticamente la obligó a ver una película con Severus. Ginny le contó a su marido y éste enseguida invitó a su esposa a cenar fuera.
Primera razón, quería que esos dos ya se reconciliaran y segunda razón su esposa era algo impulsiva y quería evitar cualquier otro enfrentamiento con Severus.

Para cuando Severus regreso con la niña ya eran las siete.
- Ven pasa papá.- dijo la pequeña halando hacia adentro al Pocionista.
Severus quedó sentado frente a la televisión muggle que poseía la residencia Potter.

- Eileen, cariño tu ropa está lista, date una ducha y luego baja para ver la película, yo iré preparando las palomitas.
- sí mamá.
La niña subió escalera arriba.
Hermione se fue directo a la cocina.
Al cabo de unos segundos él la siguió.
-Puedo inventar una excusa para Eileen si te incomoda mi presencia.
- No me incomoda tu presencia.
- ¿Estás enfadada por algo?
- No.- dijo sin mirarlo. Ella mantenía su vista fija en el microondas muggle.
- Si es por lo de la tarde... No tengo nada con ella. Solo la ayudo económicamente y todo relacionado al embarazo, es todo.
- No tienes que darme explicaciones Severus, no soy tú esposa. Y puedes hacer lo que desees con tu vida.- dijo ella pasándose ambas manos por el rostro.
- Entiendo. Aún así siento que te pasa algo. ¿Quieres contarme?
- No hay nada que contar.
-Que estemos divorciados no significa que no podamos ser amigos, además te conozco, sé que te sucede algo.
- Solo estoy cansada.- dijo con los ojos aguados.
Siento mucha presión por muchas cosas, es todo.
Necesito que saquemos un tiempo para hablar de los niños, pero no ahora.
- Bien, cuando lo prefieras. Pero me preocupas.
- Es muy tarde para que te preocupes por mí Severus.
-Siempre me preocuparé por tí.

Él se le acercó. - ¿Que tienes mujer?- la tomó de los hombros.
Las lágrimas salieron solas.
Él la miraba con ternura y hasta con lástima. Podría decirse que hasta con vergüenza porque sabía muy bien que cualquier cosa por la cual ella estuviera pasando , era su culpa.

- Nada, no tengo nada Severus.
- Tienes que tener algo, hablarlo te hará bien, sé que no soy el indicado para desahogarte o tal vez sí pero estoy aquí ahora. Si necesitas llorar, hazlo y si solo necesitas golpearme, lo acepto también. Pero solo... Dime qué tienes.
- Nada, es todo, nada.
-¡Hermione!
- Te lo estoy diciendo Severus, no tengo nada.
No tengo padres, no tengo esposo, no tengo casa, no tengo nada, perdí mi dignidad como mujer cuando me atacaron y cuando sentí que la recuperaba encontré a mi esposo engañandome con su maldita secretaria. No duermo, no como, no solo cargo una marca que dice sangre sucia si no también una que dice zorra de mortífagos y ni si quiera puedo pagar la fiesta de cumpleaños de mi hija, estoy cansada, frustrada y solo quiero...
-¿Que es una zorra?- preguntó su niña que la había escuchado mientras bajaba la escalera.
Ella bajó la cabeza avergonzada y comenzó a secarse las lágrimas para que su hija no las notara.
Severus estaba descolocado. No pensó que ella explotaría así. Y cada una de las cosas que dijo pues... Lo hacían sentir responsable y culpable. Tenía que ayudarla de alguna manera.

- Mi niña, tú mamá y yo solo hablábamos cosas de adultos.
- ¿Pero qué es una zorra?
- Es un animal salvaje
- ¿Están hablando del encantamiento patronus? Alan me dijo que el de mamá es una nutria y que el tuyo es una sierva, aunque también me dijo que lo cambiaste. ¿Mamá cambió la nutria por la zorra?
- Alan tiene razón en algunas cosas pero eso lo aprenderás más adelante cuando vayas a Hogwarts.
Porque no vas poniendo la película mientras ayudo a mamá con las palomitas y los refrescos
- Sí.
Severus regresó a la cocina.
- ¿Estás bien?
- Lamento que tuvieras que escuchar todo eso, yo solo, estoy cansada.
- Lo sé, lo resolveré, ahora veamos la película y por favor dime qué no es la de la muñeca Barbie y el lago de los cines. Si veo esta película de nuevo vomitare.
- No, creo que es el cascanueces, últimamente la ha visto mucho.
-El mismo perro con otro collar. Vamos pues.

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