Capítulo 19

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- Ya se le pasará Severus, tranquilo.
- No, y tendrás que disculparme pero ésta vez no voy a tolerarle ésta actitud , es un engreído y un pendenciero. Y ahora mismo le voy a quitar todo eso.
- Severus por favor no vayas a ser rudo con él.
- Tranquilízate mujer, sé lo que hago.- dijo dándole un tierno y suave beso, que fue visto por los Potter y también por su hija.

Subió escalera arriba y se dirigió a la habitación de su hijo.
Tocó la puerta y no recibió respuesta pero entró de todos modos.
- Tenemos que hablar.
- No tengo nada que hablar contigo.
- Mejor aún, solo tendrás que escuchar.
El chico le dió la espalda y abrió un libro dispuesto a ignorar a su padre.

- Amo a tu madre más que nada en este mundo al igual que a ustedes. Cometí un grave error, lo admito. Tú también cometerás errores. Lo importante es saber aprender de ellos. Al estar lejos de ustedes me sentí muerto.m
- Genial, porque así estás para mí.
- Hijo
- No me llames así.
- Bien - dijo Severus furioso.
Severus caminó enfadado hacia la puerta pero giró nuevamente ¿Sabes qué? No necesito tu consentimiento para volver con tu madre, no necesito tu permiso. Yo la amo, ella me ama y si no puedes aceptarlo es muy tu problema, puedes odiarme todo lo que te dé la gana pero al final del día yo estaré con la mujer que amo, aunque no te guste a tí, o a todo el mundo mágico y aunque no te guste eres un Snape. Puedes quejarte toda tu vida o aceptarlo mocoso impertinente.- dijo Severus azotando la puerta al salir.

Mientras abajo Harry abrazaba a su amiga que sonreía de felicidad.
Severus bajó la escalera algo cabreado con su hijo.
-¿Todo bien ?- preguntó su esposa.
- De mi parte sí, mañana vendré por ustedes así que por favor estén listos.
- ¿A dónde iremos?
- A casa , tenemos nuestra casa y es ahí donde pertenecen.
-¡Siiiii! - gritó la pequeña emocionada subir do las escaleras para comenzar a hacer su maleta.
- Creo que le extrañaba demaciado profesor.- dijo Potter riendo.
- ¡Gracias por todo Potter! Aunque Alan no esté tan contento.
- Ya lo aceptará.

Severus se despidió de todos y regreso a la Hilandera. Después de haberse aseado, se recostó sobre su cama y rememoró su encuentro amoroso con su esposa , se quedó dormido sonríendo.

Los días pasaron y se agotaron las semanas. Otro mes entraba la incertidumbre y el miedo de Samantha por su embarazo se disparó. No entendía porque se sentía de tal forma si ya las cosas con Joseph estaban bien, y sabía que Severus estaba con su esposa pero ese sentimiento no la dejaba tranquila.  La paternidad de su hijo le preocupaba. Y la verdad es que pensándolo con más calma Joseph y ella no estaban preparados económicamente para recibir a ese bebé. Sin embargo Severus tenía estabilidad económica y tendría que pensar en eso.
Por eso se rehusó varias veces a volver a hacerse el estudio de paternidad puesto que tenía miedo no fuera de Severus como el doctor mencionó la primera vez.
Se mantuvo en su negativa y les dejó claro a ambos que no insistieran pues no volvería a hacerce el estudio hasta que el niño naciera.

Por otro lado Alan estaba en el colegio y no tenía que ver a su padre. En sus cartas no preguntaba por él ni lo mencionaba a pesar de que cada carta que recibía de su madre era una súplica para que hicieran las paces.
Y es que aunque no lo dijera sentía muchos celos por el niño que aún no había nacido. Y es que jamás pensó que habría otro Snape varón o por lo menos no otro de otra  madre.

Los meses siguieron pasando, Hermione respiraba profundo y trataba de mantener la calma y la cordura cada vez que Severus debía acudir a alguna cita con Samantha o ir  a resolverle algún asunto porque Joseph no podía. Su que Severus le jurara que no había nada entre ellos y que ella sabía que era cierto, la espina del rencor siempre se hacía presente. Ella trataba de apartar esos pensamientos día a día su que aveces parecía que era imposible.

Un día Severus caminaba por la calle con su esposa , acababan de salir de un restaurante. Ginny se había ofrecido a quedarse con la niña y en cuanto salieron del restaurante decidieron dar un paseo.

Caminaban por el callejón Diagon cuando el patronus de Samantha apareció pidiendo a Snape que fuera pronto, que necesitaba ayuda y que estaba sola. Que Joseph había salido fuera del país por trabajo u que tenía un dolor excesivo.

Severus miró a su esposa expectante.
- Ve- se limitó a decir ella tratando de ocultar su malestar.
- Por favor acompáñame.
- No, ¿Te volviste loco? No.
Severus no dijo nada solo la tomó por el brazo y despareció junto con ella.
Aparecieron en la sala de Samantha. Los gritó en la habitación era desgarradores.
Severus tocó la puerta y recibió un "adelante" con voz cansada y adolorida.
Hermione prefirió esperar en la sala.
Samantha gritaba.
-¿Que tienes?
- Creo que ya va a nacer.
- No puede ser, solo tienes siete meses.
Severus va a nacer ahora.
Ella retiró la sábana que la cubría y entre sus piernas se notaba la coronación del bebé.
- ¡Oh por Merlín, Hermione!-gritp Severus para salir corriendo de la habitación.
- ¿Que sucede?
- El niño va a nacer.
-Hay que llevarla a San Mungo.
- No , no hay tiempo ya casi está aquí.
- ¿Qué?
- Sí, ¿Ahora qué hago?
- Clama Severus, envíale un Patronus a Draco con la dirección para que venga.
Un grito agudo se escuchó nuevamente por parte de Samantha. ¡Severus!
- Ayúdame Hermione, necesito que me ayudes a recibir a esa criatura.
- No , no puedo Severus. Además no sé cómo yo...
- Amor has tenido dos hijos.
- No puedo Severus.
- Te pido que por el bien de esa criatura, dejes el pasado atrás y me ayudes.
Ella lo miró y luego soltó el aire que llevaba conteniendo.

La verdad es que para Hermione era horrible aquella situación. Ella no era medimaga, no quería verse involucrada con nada de ese embarazo y sobre todo no quería ser la primera en ver a ese niño y que le quebrase el corazón al descubrir que se pareciera a su esposo. Pero por otro lado ese niño no tuvo la culpa de que los adultos hayan Sido tan irreponsables, además Hermione Granger no guardaba rencor a nadie, bueno solo a alguien Rita Sketter pero ¿Quie no?

- ¿Hermione que hago? - dijo Severus sacándola de sus pensamientos.
- Busca agua caliente ,toallas limpias, alcohol y tijeras.
- Bien.
Severus se marchó a registrar la casa por esas cosas y Hermione entró  algo dudosa a la habitación.
Cuando la mujer la vió entrar...
- ¿Tú?
- Sí, todo saldrá bien Samantha.

Hasta aquí el capítulo , bendiciones

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