Noveno mes

3.5K 280 28
                                    

Maratón 5/5
FIN DEL MARATÓN

  Otro mes había pasado y él aún no tenía noticias de Harry. Insistió con Draco, quería verlo, trató por todos sus medios encontrarse con él; le sugirió a su ahijado una cena entre ellos, el rubio declinó. Decir que estaba desesperado era poco. Malfoy le había dicho que todo estaba bien. Todo estaba bien. No tenía por que dudar, pero lo hizo.

  Fue un día lluvioso cuando no soportó más, tomó un poco de polvos flu y exclamó con voz clara el domicilio del dueño de sus pensamientos. Tuvo la enorme suerte de que, aquel día, no había nadie acompañando a Harry. Caminó con nerviosismo por la casa ¡Estaba invadiendo propiedad privada, por Merlín! En cuando se acercaba a una puerta, la abría con suavidad. Ninguna puerta hacía ruido, todas estaban aceitadas correctamente. No logró su cometido hasta la cuarta puerta, donde encontró a Potter durmiendo en aquella cama, tapado hasta el cuello por gruesas cobijas. No fue tranquilidad lo que sintió al verlo, su rostro estaba demarcado, se veía cansado y tenía ojeras demasiado grandes. Su corazón dio un salto al ver que el pelinegro abría lentamente los ojos, parpadeó varias veces, intentando ver lo más nítido posible. Aunque, claro, Harry no dormía con sus lentes puestos.

- ¿Draco?- musitó con voz sedosa. A Severus le corrió un escalofrío en su espalda al escucharlo hablar de ese modo... Se veía tan cansado... Se escuchaba tan resignado...- ¿Por qué no hablas? ¿Volviste temprano del hospital hoy?- silencio es lo que obtuvo como respuesta.- Draco, me estás asustando. Eres Draco ¿No?- habló de forma histérica. Snape no pudo evitar querer decir algo. A lo mejor Harry pensaba que era un ladrón o algo así. Él no quería hacerle daño.

- Harry...- murmuró, pero el chico escuchó perfectamente. Su respiración se aceleró y se puso más pálido que antes, aunque pareciera imposible. Observó como los ojos del menor se llenaban de lágrimas.

- ¿Señor Snape?- preguntó dudoso.- ¿Qué hace aquí? Draco...- su voz sonaba temblorosa, cortada, rota.- Draco no está ahora, volverá más tarde, le diré que le estaba buscando.- Harry completó la frase, deseando que hubiera un hechizo para desaparecer en ese momento. Se sentía avergonzado, Severus lo había visto en esa situación tan lamentable, ahora seguramente se reía internamente de él.

- No lo busco a él... Harry ¿Qué te sucedió? ¿Qué? ¿Por qué?- la preguntas salían de su boca sin ningún filtro. Necesitaba respuestas y ahora.

- No es nada, señor.- musitó distante.- ¿Por qué está usted aquí?- ante aquella pregunta, Snape quedó mudo. Un suspiro escapó de los labios del de ojos esmeraldas.- No comprendo su aversión contra mí. Pensé que todo había acabado, pero al parecer no. Escuche, no se a que quiera jugar, pero no estoy dispuesto a acompañarlo.- el cuerpo del ex profesor se tensó.- Se que no quiere saber nada de mí, lo comprendo. Claro que lo comprendo. Si no fuera por las circunstancias, yo tampoco querría saber nada de usted. Pero lo necesito. Mi bebé lo necesita.- la voz de Harry sonaba cada vez más nítida, aunque seguía hablando en ese tono melancólico y triste.- No le estoy pidiendo mucho. Por favor, tan solo en el parto esté conmigo... Facilitará mucho las cosas, luego no volverá a saber de mí. Lo prometo.- terminó en tono solemne. A pesar de todo, Severus no entendía nada, las declaraciones lo hicieron retroceder unos pasos y negar con la cabeza varias veces, confuso.

- No... Yo... Yo no...- balbuceó antes de aparecer nuevamente en su casa.

  Harry miró rendido el lugar donde, apenas hace unos segundos, se encontraba su "amor platónico". Suspiró antes de cerrar los ojos para intentar dormir otra vez. Lo mejor sería no darle muchas vueltas, eso no sería bueno para el bebé. Faltaba tan sólo una semana.

[•••]

    Harry no estaba asustado. No lo estaba. Claro que no lo estaba. Trataba de convencerse a si mismo que todo saldríamos bien, postrado en la camilla y con un muy exaltado Draco a su lado. El Malfoy también trataba de ser optimista, realmente intentaba pensar que todo saldría bien y que ese sería uno de los pocos casos donde el padre y el bebé viven a pesar de no tener el apoyo completo por parte del otro padre. Fred y George no podían evitar sacar su lado pesimista, a pesar de sus grandes intentos por convencerse de que nada saldría mal.

  Potter sentía lágrimas en sus mejillas, no comprendía como podía tener el descaro de llorar ¿Por qué lloraba, de todas formas? ¿No se había él resignado ya a morir? El recuerdo de Snape inundó su mente, fue entonces cuando recordó la promesa que había hecho con Draco. Se encontraba en un dilema grande, allí en el hospital San Mungo, a punto de dar a luz. Aún así, se armó de valor, implorando que Severus lo perdonara luego.

- Severus Snape.- musitó. La mirada llena de tristeza de Dracl se mezcló con confusión. Le regaló una sonrisa algo dolida antes de hablar.

- ¿Qué dices, Harry? ¿Por qué nombras a mi padrino tan de repente?- preguntó con voz quebrada. El pelinegro le devolvió la sonrisa torcida.

- Dijiste que querías saber...- hizo una mueca de dolor al sentir una fuerte punzada en su vientre.- quien era el padre...- la expresión de Draco mostraba confusión pura para luego cambiar bruscamente luego de unos segundos, mostrándose fúrico y colérico.

- No... Él no, Harry...- balbuceó.- Él no haría eso, no es tan imbécil.- cerró los ojos fuertemente, antes de que se dieran cuenta, habían llegado a la sala de parto.

  Estuvieron allí dentro por más de una hora. El medimago hacía bromas como "¡No quiere salir! Se debe sentir muy cómodo y calentito" a lo que Draco le respondía con una mirada fulminante y Harry se reía levemente. No pasó más de media hora cuando Malfoy sonrió algo nervioso y exclamó "Un poco más, Harry, ya está saliendo su cabezita... Puja más" en tono solemne. El susodicho intensa acatar la orden, lográndolo hasta que, en cierta parte del trayecto, se desmayara.
  La culpa no era suya, sino de su cansancio y fatiga. Las cosas no debieron ni empezar ni terminar así.

























HOLAAAAA

NONONONONO NOMEMATENPORHABERMATADOALBEBÉÉÉ

Perdonen, pero todo ya estaba fríamente calculado...
Yyyy, por otra parteee, el maratón SE TERMINÓ! Por lo que tendrán que esperar a que termine los maratones de mis otros libros para tener actualización nueva en "Promesas Rotas"

Si, si, ya se que me van a matar. Ya se que me odian. Ya se que querían ver al bebé. Ya se que hasta le habían comprado ropita y hecho una habitación para él. Pero van a tener que vender todo, porque no hay bebé, al menos no por ahora.
Me dolió hacerlo, pero lo tuve que hacer.

Por otra parte, gente, llegamos al final de la primera parte, la cual es el "Embarazo"

La segunda será el "Luto"

Y pos ya no tendrá más.

Va a tener tres finales (con el cual, sinceramente, me quedaré con el segundo cof cof) bastante diferentes.

Pdt: Todos estamos de acuerdo en que fue la culpa de Severus ¿No? ¿No? No, es mi culpa, porque yo escribí esta historia y yo hago que sea así. Nomemanten.

Los amo, chau

Promesas Rotas [Snarry] [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora