Draco

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[Regalo de la autora]

  Los pasos del Malfoy eran rápidos, caminaba con una furia incontrolable. En cuanto estuvo fuera de San Mungo, desapareció. El siguiente lugar en el que se vio a si mismo fue frente a la casa de su padrino, donde ni siquiera llamó a la puerta, sino que la explotó con un "Bombarda máxima" (a pesar de tener la llave, necesitaba hacerlo para no asesinar al hombre que se alojaba allí), obviamente Severus Snape se alertó ante tal ruido, tranquilzándose cuando visualizó a Draco, pero aún mantenía su curiosidad y sorpresa al verlo tan enojado ¿Quién habría hecho algo para enojar al mismísimo Draco Malfoy, quien no había perdido los estribos desde hace mucho tiempo?

- Tú... Grandísimo hijo de puta...- siseó en voz baja y amenazante. La imagen de aquel hombre totalmente calmado y desinteresado (más bien ignorante) a lo que le ocurría a Harry lo hicieron enfurecer más.- ¡HIJO DE PUTA!- exclamó, esta vez, levantando la voz. Snape se sobresaltó.- Tú... Tú...- no se había percatado de ello, pero su voz temblaba, lo mismo sucedía con su cuerpo.- ¡Oh, Snape! ¡Juré que nunca volvería a usar este hechizo! Pero hoy... Hoy juro que lo disfrutaré...- amenazó.- ¡Crucio! ¡Diffindo! ¡Sectumsempra!- todo había sucedido tan rápido que Severus no pudo percatarse de las acciones de su ahijado. Las maldiciones, invocadas con un odio gigante, dieron de lleno en el hombre mayor, un grito escapó de los labios de este.

- ¡Draco!- llamó con voz sorprendida, aquello no era nada (casi, debía admitir que dolía mucho) comparado con las torturas de Lord Voldemort.- ¿Qué demonios sucede?- su voz se vio amortiguada por otra maldición que escapaba de los labios del rubio, esta vez el de cabellos morenos si pudo defenderse y hacer el contrahechizo.

- ¿Qué que demonios sucede? ERES UN BASTARDO MALNACIDO HIJO DE PUTA, SNAPE. ¿AÚN TIENES EL DESCARO DE PREGUNTAR QUÉ SUCEDE?- el hombre arqueó una ceja.

- Disculpe, su majestad, creía que estaba en mi derecho.- el tono de mofa tan solo hizo enojar más a Malfoy, a pesar de que era un intento de aligerar el ambiente.

- ¿Tu derecho? ¿Tu maldito derecho?- Draco tuvo el impulso de pegarle un puñetazo en el rostro.

- ¡Oh, vamos, Draco! Si no me dices que pasa, no podré comprender.- a Snape, a pesar de tener mucha paciencia con su ahijado, le empezaba a fastidiar la situación.

- ¡Harry, eso pasa!- su voz sonó contraída, como si intentara contener un sollozo. Severus palideció ¿Qué...?

- Pensé que él... Él me dijo que no le contó a nadie...- murmuró en voz baja, pero el rubio fue capaz de oírlo.

- ¿Qué... Qué dijiste?- preguntó con voz temblorosa.- Tienes el descaro de pedirle que calle... Reitero que eres un hijo de puta, Severus Snape.- su mirada se dirigió hacia sus manos, las cuales estaban temblando de la furia. La situación lo estaba superando.

- Draco...- llamó para intentar calmarlo, como resultado tan solo consiguió que el susodicho lo mirara con furia.

- ¡No te atrevas a llamarme otra vez, corto todos mis lazos contigo!- Snape tensó la mandíbula ¿Por qué esto estaba pasando? ¿Por qué todo debía terminar de esta manera? Harry...

- Harry está... Bien ¿No?- su voz temblorosa resonó en la habitación.

- ¿Tienes el cinismo de preguntarme por él, como las veces anteriores?- soltó con desdén y desprecio.- No, Harry no está bien.

- Yo... Me haré cargo de él... De él y mi hijo.- la mirada de su ahijado se tornó oscura, más de lo que ya estaba.

- ¿Y cómo te harás cargo?- esta vez su voz sonó quebrada.- ¿Pagando el funeral?- mientras Severus se mostraba estupefacto, Draco dejó escapar unas cuantas lágrimas.

- Yo... Él... Harry...- balbuceó sin entender.

- No, Harry no, el bebé.- cuando estaba a punto de irse, su padrino lo detuvo.

- ¡Dijiste que el embarazo estaba yendo bien! ¿Cómo pudo haber...?- exclamó con la voz quebrada y dolida.

- ¡Claro, el embarazo! Harry, por otro lado, cada vez estaba más débil.- fue entonces cuando el de cabellos negros recordó lo que sucedió hace tan solo unas semanas. Su visita a la casa del chico.- Harry se desmayó en medio del parto, el bebé no pudo salir por completo, tan solo la mitad de su cuerpo. No pudo sobrevivir.

- Harry... ¿Por qué?- el rubio lo miró fastidiado por las preguntas. Él no tenía el derecho de saber algo, no después de lo que hizo. Aun así, su boca empezó a moverse sola.

- Claro que, con ningún apoyo de parte del otro padre (es decir tú), Harry debía proveer de magia al bebé él solo. Lo hizo por nueve meses y, en el momento del parto, estaba tan debilitado que no pudo soportar más y se desmayó. A pesar de que él estaba tan seguro de que iba a morir, las cosas terminaron de otra forma.- caminó lentamente hacia la puerta.- Por cierto, que ni se te ocurra acercarte a Harry.- y, sin más, se marchó, dejando solo a un Severus herido (no solo por las maldiciones) y desolado.

  Las cosas no podían terminar de esa forma. Se sentía como un maldito imbécil, quizás lo era. Negaba la idea de que su hijo estuviera muerto, no podía ser posible. Aún sin digerir muy bien las cosas, se dirigió con paso inseguro y torpe hacia su oficina. Sus manos temblaban aún más que su cuerpo, sus pies estaban siendo arrastrados hacia su escritorio donde intentó abrir un cajón, no le fue fácil hacerlo debido a los constantes temblores, pero cuando lo logró se encontró con tres sobres de distintos colores: rojo, amarillo y verde. Los que le había enviado Harry. Con nerviosismo y ansiedad los abrió nuevamente y sacó lo que contenían: algunos pergaminos e imágenes negras y borrosas. Eran las fotos de su hijo, ahora lo único que tenía de él. Y todo había sido su culpa. Recordó todas las veces que Harry intentó convencerlo a que lo ayudase, nunca le había dicho que era posible que él muriera. Las lágrimas se agolparon en sus ojos, retrocedió unos pasos hasta que su espalda chocó con la fría pared, por la cual se deslizó hasta quedar en cuclillas y así, abrazando los papeles, sus ojos se cerraron hasta perder el conocimiento.

























Holaisysksys este es un súper capítulo que escribí aunque no corresponda.
En realidad, me dio pena dejarlas así, con el mal sabor en la boca (aunque aquí también se los dejo), por lo que escribí este capítulo (no se lo cuenten, pero ustedes son mis lectores favoritos ya que comentan más)

Seguiré con Baby este fin de semana. Por cierto, se acercan las vacaciones de invierno y si no voy a algún lado, lo más probable es que haga maratones otra vez.

Bye bye

Promesas Rotas [Snarry] [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora