A veces las cosas no son como las planeamos, un día estas perfectamente normal y al otro conoces a un chico que hace temblar tu cuerpo con solo mirarte.
Joaquín no es alguien que dependa emocionalmente de otras personas, claro que no y muy contra la opinión que tengan terceros sobre su personalidad, él es bastante fuerte y con un autoestima tan alto que la jodida Torre de Shanghái lloraría con solo verle, no se hace demasiados problemas a la hora de estar con alguien, si ambas partes están de acuerdo lo demás no importa y si no se siente ya a gusto con una persona simplemente corta todo de raíz.
No malpiensen, él no es un hijo de la chingada sin sentimientos, al contrario, es un chico bastante sensible y quienes lo conocen pueden asegurarlo, pero no se complica la vida pendejamente, terminara con alguien si siente que las cosas no funcionan, pero todo de una manera cordial y si le gusta alguien estará con esa persona sin mayores inconvenientes.
No rogar es una de las cosas que lo hacen ser él, siempre teniendo en mente que por más que te guste alguien el amor por ti esta primero, una cosa es luchar, intentar, pero de ahí a rogar la diferencia es abismal.
Y si sufres trata que esa persona no lo vea, no debe creerse tan importante, claro que no, puede que lo sea, pero nunca tendrá la satisfacción de saber cuánto le afecta.
Y todo había marchado bien durante un tiempo, claro que sí, tuvo una novia en sus primeros años cuando aún estaba confundido, una omega de la cual ya no recuerda el nombre, durante un corto periodo de tiempo creyó sentirse enamorado de su mejor amiga Andrea estando él en primaria; después de su primera y única novia y tras unos meses de infinita confusión llego a la más cruda, pero certera conclusión: es gay.
A Joaquín Bondoni le gustan los hombres, sean omegas, betas u alfas, pero tiene un cierto favoritismo con estos últimos, le encanta la sensación de reto que le dan los alfas, como si ellos fueran un desafío y el gustoso placer de la victoria cuando sabe que ha ganado y tiene a un alfa-prospecto de macho a sus pies, por él, otro alfa que es evidentemente afeminado y aunque muchos no lo crean, con una fortaleza que el acero envidiaría.
Joaquín sabe lo que vale y a lo largo de su vida lo ha confirmado, claro, durante un tiempo fue un chico inseguro siendo un alfa más bajo y delgado que otros de su misma casta, con tendencias y gustos que socialmente no van acorde con ellos y una personalidad tan brillante que ciega a los demás. Tuvo sus problemas, a día de hoy aun los tiene como lo son: su relación con su padre, la distorsionada y algo tonta imagen que muchos tienen de él, los prejuicios contra los que debe lidiar y una tanda más que el solo pensarlo le da dolor de cabeza.
Pese a todo ello, él es un hombre feliz, amable y perseverante, que sabe su importancia y se vende por más de ello solo haciendo que su valor suba más y más.
Pero hay veces en que la vida como la conoces puede cambiar de un momento a otro y esa vez fue cuando se integró a cierta telenovela que lo lanzaría a la fama, recuerda que estaba emocionado pues tendría un papel en una producción de Juan Osorio, mismo hombre que ha sido aplaudido por su trabajo y de quien se sabe contrata cast de primera, entonces, cuando su madre le conto sobre una oferta de este hombre Joaquín no hizo más que gritar y saltar por todo su cuarto abrazado a su madre que no hacia otra cosa que reír junto a él.
Le estaban ofreciendo un papel, a él, lo querían y ni una audición había hecho, acordaron una cita con el señor Osorio en las oficinas de Televisa donde igual tendría que recitar parte del guion que habían escrito hasta el momento para el personaje y una entrevista con el mismo que más adelante seria su jefe y así fue, tras la atenta mirada de Juan Osorio, un directivo de quien no recuerda el nombre y Santiago y Pablo —quienes eran guionistas de la novela y llevaban el hilo de la historia de Temo— fue aceptado por todos como Cuauhtémoc López, en la novela pronta a lanzar.
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La sal y la tierra son sinónimos de placer [Emiliaco]
FanfictionEl respirar le pesaba, la piel le sudaba y el cuerpo entero le hormigueaba, sentía su ser quemar y si bien todo aquello era una tortura, peor era la necesidad de tener a un alfa a su lado, específicamente a Joaquín Bondoni. O Emilio entra en celo de...