Una de las peores cosas que le pueden pasar a una relación es cuando esta está en su punto de quiebre. El ambiente es tenso, los minutos pasan lento y cada palabra que se diga puede ser tan pesada. No es el odio a la otra persona, es el saber que hubo un antes donde todo era rosa, pero aquella tonalidad se viste rápidamente del gris más aburrido y triste posible.
Emilio compara sus relaciones anteriores con la actual, cada relación en su vida ha sido diferente, bastante llevaderas, aunque también algo cortas, María sin duda es la relación más larga que ha tenido y al estar ahora con ella, celebrando su aniversario de diez meses en un restaurante que carga pinta de romance, aunque el ambiente que se cargan es jodidamente pesad. El alfa le concede lo largo de su relación a la distancia, la falta de comunicación y también la comodidad que esta le traía, comodidad que al mismo tiempo le trajo muchos dolores de cabeza durante meses. Él entiende lo que quiere decir con eso, cree.
El lugar es bonito, la comida es deliciosa y debería ser agradable, hay grupos y parejas conversando tranquilamente, cada uno en su mesa, sus propias conversaciones crean un mundo aparte del de ellos y Emilio solo quiere que le den cabida a uno de esos mundos porque en el suyo todo es incómodo.
Su atención va del celular a cualquier otra cosa que no sea su novia, María, que está sentada frente a él luciendo bonita en ese vestido negro y con su cabello suelto, pero sin producirle nada y sabe que no es el único, pues, aunque la chica lo niegue Emilio es consciente de que ella tampoco lo quiere, es ahí donde se pregunta ¿en serio vale aferrarse a todo esto? La respuesta llega rápidamente y es un no.
El alfa no es consciente de que fue lo que los llevo a matar todo en su relación, cuando conoció a la omega instantáneamente le gusto, atractiva, divertida y alguien a quien definitivamente aprobaría su padre para que deje de preguntarle porque sus relaciones no duran y vea que puede tomar algo en serio. Eran cosas buenas, su relación al inicio fue fácil, llevadera, dándole la comodidad y tranquilidad de opiniones exteriores que necesitaba, Emilio vivía en total paz, incluso cuando la omega se fue a Canadá las cosas marcharon bien por un tiempo. Todo estaba en orden. La cosa se complica es al pasar de los primeros meses, la sigue queriendo, la sigue viendo, pero él sabe que hay cosas que van chuecas cuando le empiezan a llegar rumores de una posible infidelidad por parte de su novia, al inicio no lo cree, cuando le pregunta a la chica esta le responde con una negativa que se ve tan sincera que Emilio termina cayendo y deja el tema pasar y la situación se repite constantemente, incluso así las cosas marchan a un ritmo aparentemente estable.
Al igual que María, él no es un santo y menos cuando el pecado trabaja junto a él, cada mañana llegando con grandes sonrisas y palabras amables. Emilio pensaba que todo en su vida estaba bien, yendo en un constante y perfecto orden muy a su manera, casi estaba agradecido con la vida por ello, casi, porque al destino le gustaba mofarse en su cara y eso se demostraba al ponerle a Joaquín Bondoni en medio de ella. Su consciencia le gritaba que no debía, que la naturaleza no lo aprobaba, pero aquellos ojos oscuros y profundos cual pozo aplacaban cualquier pensamiento racional.
Es gracioso pensar como al inicio, aunque no se trataran sentía un tipo de fuerza más allá de su entendimiento que lo jalaba hacia el otro chico, su inicio es sonrisas tímidas y bromas que escondían coqueteos al pasar a que su mundo fuera Joaquín.
—¿La estas pasando bien? —pregunta la omega a lo que Emilio levanta la mirada de su celular donde hace poco había perdido el interés mirando viejas fotos de su galería.
—Sí —miente—, ¿y tú?
Aunque asiente Emilio sabe que ella también le está mintiendo, bien, están iguales.
—El lugar es bonito.
—Sí.
—La comida está muy rica.
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La sal y la tierra son sinónimos de placer [Emiliaco]
Hayran KurguEl respirar le pesaba, la piel le sudaba y el cuerpo entero le hormigueaba, sentía su ser quemar y si bien todo aquello era una tortura, peor era la necesidad de tener a un alfa a su lado, específicamente a Joaquín Bondoni. O Emilio entra en celo de...