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Créanme lo he intentado.

He intentado obtener alguna confesión de TaeHyung; pero parecía que él no tenía la intención de admitir que mató a su mejor amigo. Le pregunté más acerca de Jungkook, pero TaeHyung comenzó a sospechar acerca de mis ataques de preguntas, tuve que aflojar mis manos sobre él.

Cada pregunta que le hice tuvo una respuesta legítima. Parecía inocente, y si no hubiese visto el flashback creería que todo lo que me dijo Jungkook era mentira.

Pasé horas investigando el caso, preguntándole a la gente sobre la desaparición de Jungkook e incluso fingí que trabajo en el periódico de la escuela.

Jungkook y yo empezamos a estar más cerca.

Claro, él todavía era arrogante, desagradable y narcisista (Y sí, soy consciente de que acabo de utilizar tres palabras para describir la misma cosa por la cantidad de arrogancia que tiene) Pero a pesar de todo, él entendía mis sentimientos y opiniones. Luchábamos como el gato y el ratón, pero parecía ir bien.

—Terminé. — dije frotándome los ojos cuando cerré la computadora y me di la vuelta para mirar a Jungkook quien estaba acostado en mi cama jugando con un cubo rubik. — Terminé con esto. TaeHyung se niega a admitir que te mató, y no hay pruebas que acusan que fue él.

—Sigue intentando. Estoy seguro de que encontrarás algo.

—Al menos podrías ayudarme. Tú eres él que tiene poderes teletransportivos. ¿Por qué no te vas a encontrar algo?

Se encogió de hombros y siguió jugando con el cubo. Él ya había completado dos lados: El rojo y el verde.

—Porque estoy muerto. — respondió como si no fuese consciente de eso. — He vivido una vida larga y cansada. Merezco un descanso ahora que soy un fantasma.

—Vas a descansar cuando te hayas ido de aquí para dejarme al fin solo. — murmuré abriendo nuevamente la computadora.

—Sabes que amas tenerme a tu lado. — respondió con su voz mezclada con humor.

—Oh, sí, no hay nada como tener un guapo fantasma hurgando mis cosas. Hablando de eso, ¿Dónde encontraste el cubo? Lo he buscado durante un año.

Abrió sus ojos y él optó por ignorar mi pregunta — ¿Acabas de llamarme guapo?

—No.

—Sí, lo hiciste. Y no te culpo.

—Mejor cállate y ve a buscar pistas o algo así y déjame en paz.

Él suspiró dramáticamente. —Bien. Pero cuando vuelva tú y yo veremos una película.

—Sí, claro.

—Bueno me voy. — Él empezó a brillar — ¡Oh, JiMin! Una cosa más.

— ¿Qué?

Lanzó el cubo rubik y gracias a mis reflejos lo atrapé con facilidad. Él me dio una amplia sonrisa — Hecho.

Bajé la mirada al cubo de colores y mis labios se abrieron con sorpresa. El cubo se encontraba armado, cada cuadrado coincide perfectamente. Yo había trabajo en ese cubo más de seis meses y él lo completo en menos de una hora.

— ¿Cómo...? — miré hacia arriba.

Pero era demasiado tarde. Él ya se había ido.

Dos horas más tarde estábamos en un nido de cojines en todo mi dormitorio. Sostuve el plato de palomitas y me senté con las piernas cruzadas. Jungkook sentado a mi lado.

La película comenzó y tan pronto como la primera escena empezó Jungkook se echó a reír — Me encanta esta película.

Puse los ojos en blanco, no había manera de que pudiera saber qué película era. — ¿Cuál es?

Me miró como si fuese un idiota — ¿No sabes?

—Por supuesto que lo sé, sólo quiero saber si realmente lo sabes.

—The Notebook — dijo en un tono duh.

— ¿Cómo diablos lo sabes?

—Me encanta esta película. — repitió.

Horas más tarde mi tazón de palomitas se terminó y también tenía un nudo en mi garganta. Jungkook no está llorando, pero parecía cerca de hacerlo. Me gustaba que él demostrará sus emociones. TaeHyung no lo hacía, también odiaba The Notebook y se negó a verla conmigo.

Miré a Jungkook y ya algunas lágrimas corrían por sus mejillas — ¿Estás llorando?

—Cállate.

No dije nada, en cambio me levante y encendí las luces, nos quedamos sentados en el suelo.

— ¿JiMin? — preguntó en voz baja.

— ¿Sí?

— ¿Crees que te va a suceder algún día?

— ¿Qué cosa?

—Una relación así.

Me encogí de hombros — Nunca he pensado en ello. Tal vez algún día, ¿Por qué?

—Yo solía pensar que algún día tendría una relación así con alguien. Acabo de darme cuenta de que, nunca voy a conseguir eso. — cuando alzó la vista vi que sus ojos estaban llenos de lágrimas.

—Jungkook...

—Esto suena estúpido, lo sé... Pero me di cuenta de que estoy muerto. — susurró, en su tono se podía ver la sonrisa sarcástica mientras lloraba aún más .— Nunca voy a envejecer, o graduarme e ir a la universidad. Casarme, tener hijos. Nunca voy a caer en el amor.

Sentí mis propios ojos llenos de lágrimas —Lo siento.

—Estoy muerto, JiMin. Muerto.

—Jungkook, sé que es duro, pero no hay nada que podamos hacer para llevarlo a la justicia.

—No es justo.

—Lo sé.

—Tú no sabes lo que se siente. No sabes qué es perder todo lo que amas sin ninguna advertencia. Lo perdí todo. Tenía sueños. Quería conocer a alguien especial y ser feliz. Tengo dieciocho años, JiMin. Dieciocho, y, estoy muerto.

—No es justo. — le dije — la vida tampoco lo es. Y sé que es difícil, pero tienes que mantenerte fuerte, porque no hay nada que podamos hacer.

Parecía que apenas me oyó y se perdió en su propio mundo de angustia y dolor. Puso su cabeza entre las manos y se balanceó sobre sus talones antes de caer al suelo.

—Estoy muerto. — susurró una y otra vez con incredulidad, ira, rabia y tristeza.

Todo lo que podía hacer era quedarme a su lado sintiéndome impotente; mirando a un chico que había estado lleno de vida, esperanza y felicidad. Que había perdido todo lo que quería: Amigos, familia, su futuro, su fútbol, su equipo. Un chico que alguna vez había sido seguro, pero perdió todo.

Esa fue la primera vez que mi corazón realmente se rompió.

🍒

4/5

Hasta que la muerte nos separe 죽음 "Kookmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora