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La muerte no vino.

Créanme, yo esperé, pero después de varios segundos de gritos a la distancia y de dolor incesante; finalmente abrí los ojos y levanté la cabeza para ver que no me había sumado a Jungkook, tampoco vi la luz blanca.

Pensé que si me convertía en fantasma al menos recibiría una charla antes de despertarme seis meses más tarde como un fantasma recién formado. Tenía la curiosidad de ver cómo el mundo había cambiado. Si mi familia estaba triste, si mis amigos estaban en la universidad. Si Jungkook cumplió su propósito de ser enviado a la otra vida.

Pero lo que vi ante mí no era lo que esperaba.

Al principio vi una extensión de cielo, un negro implacable, además de la aspersión de las estrellas espolvoreadas. También veía las hojas de los árboles y una media luna. Estaba acostado en la tierra, mis uñas y piel cubiertas de éstas. Hojas esparcidas por mis pantalones y camisa.

¿En serio? ¿Ni siquiera el más allá se ve bien? ¿Tenía que estar todo sucio y desaliñado?

Oí gritos lejanos y un zumbido grave a través del suelo; fue entonces cuando me di cuenta.

No soy un fantasma.

Los fantasmas no pueden sentir dolor, al menos, no físicamente.

Así que, ¿Por qué diablos mi hombro se siente como si estuviese a punto de explotar?

Miré hacia abajo, para ver un gran agujero en mi hombro, sentí la sustancia pegajosa. Pero cuando miré debajo de mi pecho, y mis dedos tocaron mi frente, comprendí. Los fantasmas no sangran.

Yo estaba todavía con vida.

Me senté y dejé escapar un gemido.

Un dolor agonizante recorrió mi cuerpo. Me alerté sobre el hecho de que había recibido un disparo en el hombro. Bueno, era mejor que una bala entre mis ojos.

Miré alrededor y di un grito ahogado por lo que vi.

La pistola estaba a dos pies de distancia de mi cuerpo y a lo lejos había dos cuerpos luchando fuertemente con rabia. La lucha entre sí era una de las más intensas que jamás había presenciado.

Eran TaeHyung y Jungkook.

—Jungkook... — respiré hondo sosteniendo mi hombro. Traté de correr, pero el dolor era demasiado, así que cojeé lo más rápido posible. Cuando llegué allí, me di cuenta de una fina hilera de sangre que corría por la nariz de TaeHyung. Jungkook parecía bastante indemne, probablemente debido al hecho de que no tenía sangre. Tampoco siente dolor, por lo que TaeHyung básicamente estaba luchando una batalla perdida — Jungkook. — repetí.

Jungkook volteó la cabeza y cuando sus ojos se encontraron con los míos, su rostro se suavizó y mostró sorpresa e incredulidad.

— ¡Jungkook! — grité.

Y allí fue cuando los adolescentes aparecieron a través de los árboles y me pregunté cómo habían hallado mi ubicación.

El arma de fuego, mis gritos. Incluso sobre la música la gente fue capaz de oírme.

— ¿Qué pasa? — escuché que un chico grito en cuanto vio a TaeHyung siendo lanzado al suelo. Me di cuenta de que para ellos sólo era TaeHyung tirándose a sí mismo estúpidamente, mientras yo sangraba por el hombro — ¡Está drogado! — gritó y algunas personas rieron.

Bueno, hasta que me vieron de pie con lágrimas en mis ojos y todo mi brazo sangrando.

— ¡Oh, Dios, mío, JiMin! — gritó alguien, me volví para ver a Yoongi allí, a su lado estaba Hoseok mirando con ira la escena.

Hasta que la muerte nos separe 죽음 "Kookmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora