Hasta que la muerte nos separe 죽음 "Kookmin"

15

Lo último que quería hacer era ir a ese baile.

En realidad, yo sólo quería arrastrarme a un agujero y llorar hasta que estuviera físicamente adolorido, pero, no podía, ahora mismo tenía que arriesgar mi vida.

—Cariño, ¿Qué pasa? — preguntó TaeHyung, mientras caminábamos por el amplio vestíbulo. El comité del baile había hecho un buen trabajo, y el tema parecía ser blanco y azul. Un tema de invierno; serpentinas azules y blancas, con globos del mismo color. Por último el escenario estaba listo, sobre una mesa descansaban dos coronas.

—Nada. Sólo estoy un poco nostálgico, eso es todo.

Él asintió y envolvió su brazo alrededor de mi hombro — ¿Bailas? — asentí. El que era nuestro Dj hizo un buen trabajo en escoger la música. Vario entre diferentes géneros. Hasta el momento todo iba bien.

Se sentía raro pensar en una tarea tan seria que se llevaría a cabo en unas horas, pero en ese momento estaba bailando con un chico música cursi. Sin duda, la noche debería ser más seria; llena de trajes incógnitos, pero no estaba de humor para sentarme y admirar. Quería tener un poco de diversión mientras tuviera tiempo.

Y mientras estuviera vivo.

En la entrada vi a Hoseok y Yoongi con otros amigos. Ellos se unieron a nosotros y pronto era una mesa más de adolescentes riendo.

Y con las dos copas de vodka era mucho mejor.

Estaba un poco borracho, pero cuando TaeHyung se ofreció a conseguirme otra, negué. Yo necesitaba estar sobrio y sensato cuando llegara el acto principal y real de la noche.

Aunque yo sí animé a TaeHyung a tomar otra copa, sobre todo si yo esperaba una confesión de él, sería mucho más fácil con él borracho.

Me quedé observando a todos mis amigos.

Uno por uno; recordé cualquier momento especial que hayamos tenido. Hasta que mis ojos se posaron en Yoongi: Mi loco mejor amigo. El chico que me ayudó a sobresalir cuando yo era el chico nuevo y torpe de Busan. En estos meses ya lo consideraba mi amigo. Le deseaba lo mejor y si algo me sucedía esperaba que Hoseok no metiera la pata y sea un buen novio.

A su lado estaba Hoseok. El chico que siempre me acompaño desde los diez años. Él me protegía como un hermano, lo iba a extrañar mucho. Realmente esperaba, aunque no estuviese allí para verlo, que Yoongi y él permanecieran juntos.

Entonces, miré a TaeHyung. Se veía tan inocente y engañado por sus ojos lindos y su actitud dulce. Era tan difícil de creer que había matado a alguien. Es por eso que tiene que pagar. Después de todo, él era la razón por la cual iba a decir adiós.

Todos hicimos promesas de permanecer juntos, pero la maldición de esta fiesta estaba puesta en mí. Estas personas -excepto uno- eran buenas y merecían una vida normal sin preocupaciones, sin asesinos.

Después de hablar un poco más, el Sr. Kim se acercó al escenario y se inclinó hacia el micrófono.

—Estudiantes, espero que estén pasando una buena noche. — gritó con entusiasmo — Llegó el momento que todos esperamos. Tiempo de anunciar a los reyes del baile. —una vez más todo el mundo grito y el director fue nombrando a cada candidato y candidata. Era bastante obvio quien ganaría, miré de reojo a TaeHyung, me preguntó si Jungkook estuviera vivo, ¿Él ocuparía el lugar de TaeHyung? Tal vez sí. —Los votos han sido contados y tenemos a los ganadores — gritó el director — Los reyes del baile son JiMin y TaeHyung.

Todo el mundo comenzó a aplaudir. Me hubiera gustado ser el típico chico emocionado, pero me sentía entumecido. ¿Por qué debería preocuparme por una corona si tengo que preocuparme del chico de mis sueños y de un asesino? Todo parecía tan insignificante. Forcé una sonrisa mientras veía a TaeHyung acercarse. Recibimos las coronas —obviamente como eran dos reyes tuvieron que cambiar una— De un impulso volví a subir las escaleras y me acerque al micrófono.

El Sr. Kim me miró perplejo. Él ya hacia su camino, probablemente, para volver a su oficina y escapar del baile así poder ahogar sus penas en alcohol.

—Joven JiMin, un discurso no es necesario.

—Lo sé — respondí tomando postura frente al micrófono — pero, quiero hacerlo. Todo el mundo me miró con curiosidad. Esta era la primera vez que hacía algo como esto. —Oh hay un montón de gente — les dije nervioso, dejando escapar una risita ahogada. — Sé que no debo hacer un discurso, pero creo que hay algunas cosas que tengo que decir. — Solté un suspiro — En primer lugar, gracias por el voto. — dije con todo el entusiasmo posible y mucha gente sonrió. — significa mucho para mí. Esto va a sonar muy extraño, teniendo en cuenta que llegué hace menos de un año — todo el mundo seguía en silencio, pero casi me podía imaginar al chico moreno de ojos marrones mirando desde la última fila — Hace nueve meses, Busan perdió a alguien increíble y creo que debe ser mencionado. No estoy seguro dónde estaría Jungkook si aún estuviera con vida, pero él era una gran parte de este pueblo y merece ser recordado. Quiero decirle a la persona que lo mató, que haré todo lo posible por encontrarlo y llevarlo a la cárcel.

Me alejé de micrófono y todos los adolescentes estaban en silencio. Yo no esperaba aplausos, pero sonreí al ver que mis palabras causaron efecto en ellos.

— ¿Qué fue eso? — murmuró TaeHyung.

—Nada. Sólo quería dejar en claro que el asesino no está a salvo.

TaeHyung se quedó en silencio, y me llevó a la pista donde tendríamos el baile de pareja. Las personas se sumaron a bailar pronto.

Estaba a punto de desmayarme de alivio cuando la fiesta de graduación terminó. Ahora todo el mundo se dirigía a la fiesta mayor incluyendo a TaeHyung y yo.

Yoongi se puso a caminar a mi lado — ¿Qué fue todo eso?

—Nada, sólo pensé que todos tenían que recordar a Jungkook.

Él me miró de forma extraña — ¿Sabes? Para alguien que solo llegó hace nueve meses, pareces muy unido a Jungkook.

—Está muerto, Yoongi. Si estuvieras muerto, ¿No te gustaría ser recordado? — la pregunta salió cortante, pero creo que tuvo mi punto de vista.

Cuando llegamos al estacionamiento, TaeHyung y yo subimos al auto. Apoyé mi cabeza en el cristal centrándome en la carretera.

TaeHyung no decía ni una palabra, pero me di cuenta de su expresión tormentosa y el aumento de velocidad. Tenía la esperanza que él me llevaría a un lugar alejado. No importaba; quería que supiera que yo hablaba en serio y que sabía su secreto.

«Vas a pudrirte en la cárcel», pensé con voz de amargura y una pequeña sonrisa.

🍒

2/3