02. Marca

933 98 20
                                    

*Aquí comencé con lo de poner el nombre de cada personaje y narrar desde su perspectiva, qué recuerdos...


TAEHYUNG

"Ambos llevamos la misma marca"

Después de decirme aquello, Jimin se fue sin más, lo veía caminar hacia su puerta y no pude no detenerme a ver su delgada cintura y su lindo trasero. Porque, aunque no quisiera admitirlo, ya sabía que Jimin sentía algo por mí. Y yo no estaba ciego, su lindo cabello rubio, sus labios gruesos y rosados, y vaya que la gimnasia había hecho que tuviera una gran figura. Pero no sólo eso tenía, su carácter despistado y soñador sólo lo hacían más tierno y dulce. 

El único problema tal vez era su olor, y no es que no me gustara sólo que... no me provocaba deseo, era agradable y me reconfortaba siempre. Si tuviera que describirlo Jimin olía a casa y más que eso olía a un hogar, a seguridad; yo lo quería y mucho pero no sé si podríamos ser algo más.

Me rasqué la cabeza y me dirigí al infierno, porque al lugar donde vivía no podría llamarle hogar, creo que después de todo Jimin y su familia eran lo más cercano a un hogar que pude haber tenido.

Tal vez deba darnos una oportunidad...

Entré a casa e inmediatamente me invadió el olor de la comida y el curioso silencio. Me fijé el reloj, eran las seis de la tarde. Se supone que al ser viernes y por el horario continuo mi padre ya debería estar en casa pero el tranquilo silencio me decía lo contrario. Entonces me dirigí hacia la cocina y en confirmación sólo vi a mi madre.

— Hola mamá — dije acercándome a ella para ver qué íbamos a comer.

— Hola bebé, ¿Qué tal tu día? — entonces mi padre aún no llegaba... sólo eso explicaba la tranquilidad de mi madre, ella sólo me llamaba con ese apodo cariñoso cuando estábamos solos.

— Cansado, pero al menos ya terminaron los exámenes, hoy Jimin expuso en clase y regresamos juntos.

Se giró y me vio con una sonrisa mientras se limpiaba la manos en su mandil, luego me acarició una mejilla con delicadeza — Ya me preguntaba si estaban enojados o algo así, me alegra saber que vuelven a hablar.

— ­¿Tú también con eso? No es como si Jimin fuera la única persona con quien hablara. — me quejé con una mueca de lado.

— Oh entonces tienes otros amigos, dime uno — me sonreía retándome a contradecirla.

— Aish, si hubiera alguien cuerdo en esa escuela en serio que tendría más amigos. — la escuché reír, pero no importaba, así como no me importaba que me llamara "bebé", el sólo hecho de verla tranquila, mas bien de tener un tiempo madre e hijo en paz hacía que nada pudiese enojarme de verdad. Pero como siempre las cosas buenas son las que más rápido acaban.

El sonido de la puerta hizo que borráramos automáticamente nuestras sonrisas, y nos tensáramos un poco. Escuchamos sus pasos y su voz seria cuando vino a saludar.

— Hola, iré a darme una ducha y luego de eso cenamos por favor. — la voz de mi padre más que enojada como era usual, esta vez sonaba cansada.

Lo vimos subir las escaleras y ambos suspiramos, nos volvimos a ver algo aliviados, al parecer al menos hoy el ambiente iba a estar tranquilo.



Terminamos de cenar relativamente en paz y me fui a acostar después de asearme, pero no pude dormir pensando en lo que me dijo Jimin, las posibilidades seguían rondando mi cabeza. 

{ Stigma } OMEGAVERSE vkook, yoonmin, namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora