25. ¿Soledad?

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TAEHYUNG

Estuve evitando a los demás el resto de la tarde y aunque estuve tentado a hablar en la cena con el encargado, Young Bae, después de haber reunido el valor para comer con todos en el comedor, esperé que se diera la oportunidad. Estuve atento a cada movimiento suyo y me decía que si tan solo pudiera quedarse hasta que todos se marchasen sería una señal del cielo para hablarle.

Por un momento parecía que eso pasaría hasta que uno de los chicos, desconocido para mí, se acercó para hablar con él al final de la cena, sin atreverme a acercarme o interrumpir observe como se marchaban ambos para luego ver a los demás irse en grupos también.


"Debería ser natural pedir ayuda, pero me era tan difícil"


Esa noche casi no dormí preocupado porque el calor del celo se presentase en medio de mis sueños, me removía de un lado a otro pensando en qué haría si pasará ahí mismo con Jimin y Seokjin en la habitación.

— Gracias por disculparte — escuche de nuevo aquella voz en mi cabeza — duerme... te aseguro que nuestro celo no llegará sino hasta mañana por la tarde — me dijo.

Presioné mis ojos tratando de acallarlo, pero en mi estado actual él parecía ser más fuerte que mi voluntad.

— Taehyung...

— Cállate, sólo no me hables — le contesté por fin.

Vi sus orejas agacharse y a él encogerse mientras se sumía en la oscuridad una vez más.

Respiré hondo y abrazando mis piernas me entregué al sueño inconscientemente confiando en las palabras de aquel lobo dentro mío.



Por la mañana desperté por el cantar de las aves en las afueras de la cabaña, mis sentidos un poco más agudizados que el día anterior. Me olfatee agradeciendo aún oler como era normal, entonces me levanté para tomar una ducha fría sólo por si acaso, para luego vestirme e ir al comedor.

Era temprano aún y tenía la esperanza de encontrarme con alguien y tal vez si me preguntaran cómo estaba podría avisar sobre mi celo cercano.


"Sí, era un buen plan"


Y como si fuese un regalo del cielo tanto Young Bae hyung como su esposa estaban acomodando la comida. Tragué y respiré profundo antes de avanzar hacia ellos.

— Buenos días — saludé algo dudoso.

— Buenos días ¿Cómo dormiste? — preguntó la omega alegre.

— Bien — respondí despacio viendo hacia la comida.

— Realmente comes mucho — comentó el alfa algo divertido — ayer terminaste todo lo que quedó del desayuno.

— Eso es muy sano — añadió su esposa en aprobación.

— Supongo — fue lo único que pude responder mientras me sentaba hasta el otro extremo de la mesa.

Sin más que decir siguieron acomodando la vajilla y los cubiertos, entre tanto una beta apareció con más bandejas de comida saliendo de una puerta que seguramente llevaba a la cocina. La pareja siguió en lo suyo y mientras lo segundos pasaban yo no había podido decir nada, de vez en cuando sus miradas chocaban con la mía pero sólo veía a otro lado sin el valor de decir algo.

{ Stigma } OMEGAVERSE vkook, yoonmin, namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora