{ Stigma } OMEGAVERSE vkook, yoonmin, namjin

04. Primera casualidad

TAEHYUNG

— ¿Qué se supone que están haciendo aquí? 

Después de que los tres chicos no regresaran, decidí salir a buscar a Jimin, y a juzgar por el aroma demasiado dulce que dejó antes de salir, supuse que tendría problemas y se había ido a esconder al baño. Lo que no me esperaba era que el baño estuviese completamente infestado con su aroma y encontrarlo no solo a él sino al par de nuevos también.

Jimin estaba en el piso, pálido por el susto, Jungkook a su lado me miraba igual de sorprendido y Yoongi estaba apoyado en el lavamanos. Al lado de este último vi un aparato que no reconocí al principio pero que luego supuse era el detector de feromonas ya que las alarmas tendrían que haber sonado por las fuertes feromonas de Jimin.

— Casi nos matas de un susto — dijo Jungkook suspirando para luego tomar la mano de Jimin, quién se aparto ante sus toque y lo miraba con el ceño fruncido. Recién ahí me di cuenta de las lágrimas que resbalaban por sus mejillas y lo tembloroso que se veía.

"Frágil e indefenso"

Corrí al lado de Jimin preocupado por su estado, y empujé a Jungkook para que se alejara de mi amigo. El olor de Jimin era muy fuerte y era sospechoso que dos alfas lo persiguieran y se quedarán encerrados con un omega en celo.

— Que bueno que vine a tiempo, vaya par de alfas idiotas, acaso pensaban abusar de él ¿o qué? — grité enojado por la situación y no haber venido antes, solo espero que no le hayan hecho nada.

— Claro que no, sólo queríamos ayudarlo...

— Sí claro, entonces porque está llorando — me paré a enfrentarlos dejando a Jimin detrás mío y apreté mis puños por la rabia que sentía.

— Tae, tranquilo no me hicieron nada. — interrumpió el omega — Yoongi desactivó la alarma y Jungkook sólo quería llevarme a la enfermería — la voz de Jimin sonada débil, sus mejillas estaban sonrojadas y me sujetaba por la manga. 

"¿No puedes dejar de ser tan tierno?"

Y aunque la situación no era la adecuada, mi instinto protector salió a flote y la dichosa propuesta que el pequeño omega me hizo tan solo ayer.

— Está bien, te creo — me arrodille para limpiar sus lágrimas con mis manos, pero ahí recién caí en cuenta del olor que se hacia más fuerte ante la cercanía, me distraje con la situación y no lo sentí a detalle antes. 

Se sentía  demasiado dulce para mi gusto y por más que trate de aguantar la respiración, comencé a sentirme asfixiado. Una arcada suave golpeó mi estómago.

Necesitaba aire fresco con desesperación, y me vino una tos que hizo que me dolieran los pulmones y la garganta. Al menos no parecía que fuera a vomitar, pero no quería quedarme y arriesgarme a que pasara.

— Tae, qué te pasa, ¿estás bien? – Jimin puso su mano en mi espalda, y me dio unas palmaditas, pero ya no aguanté más y me levanté tratando de poner distancia entre nosotros.

— No te preocupes por mi... sólo necesito un poco de aire, saldré un momento — dije apenas y sin dejar de toser salí del baño.

En cuanto me encontré afuera, al fin mis pulmones sintieron algo de alivio por el aire fresco, aún sintiendo un poco el leve olor a algodón de azúcar pero ya no siendo un problema. 

Comencé a caminar en círculos por el pasillo tratando de pensar qué podía hacer, la enfermería no era una opción... pero tenía algunas pastillas de supresores en mi mochila. No tardé más y corrí hacia el aula.