Si alguna vez te abandono,
te pido perdón,
si dejo tu inmensidad,
te imploro disculpas.
Tú sabes que esta alma te ama con locura,
que este cuerpo te pide a cada paso,
que tu obscuridad me llena de fugacidad.
Si muero, te prometo que
mi alma te seguirá amando,
que por muchas vidas que tenga
tú serás mi eterna compañera.
Vieja amiga que nunca me has defraudado,
que cuando triste estoy
con tu manto me has cuidado.
Si alguna vez me voy, te seguiré extrañando...