All of the Stars

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Te amo

Te amo

Te amo

Nicolás suspiró y se balanceó en la hamaca de su habitación. Era ya de noche, y lo único en lo que podía pensar era en Grace.

Te amo

Recordó el mensaje de Grace. Nicolás, te amo. Quédate por favor. Y sin embargo él ahora estaba e Amsterdam. ¿Había hecho mal en viajar?, ni siquiera recordaba el motivo por el que se fue.

¿Visitar a su madre?, ¡Qué excusa más barata!

Su madre no lo esperaba hasta en tres meses más, y, para colmo, la primera pregunta que le hizo fue: ¿Y qué hay de esa linda niña con la que salías?. ¡Oh, mamá, no funcionó!-¾fueron sus palabras exactas.

“Lástima”¾dijo ella¾ “de verdad me agradaba mucho”

El cielo estaba estrellado. Su madre vivía en un tranquilo barrio donde las tibias noches estaban inundadas de hermosas estrellas brillantes.

Nicolás miraba fijamente el cielo, a través de su ventana. Suspiraba y se apegaba la bufanda a la nariz, ese objeto nunca perdía el aroma de Grace.

¡Oh, Grace!, ¿Qué hubiera pasado si no me hubiera ido?

¿Se podrían haber dado otra oportunidad?, ¿Acaso Grace iba a dejar a Antonio?, no estaba seguro.

De pronto, vio con asombro como una estrella fugaz surcaba el cielo de la calmada Ámsterdam nocturna. Nicolás vio la estrella fugaz y pensó en Grace como su deseo, y luego de la nada empezó a tararear una antigua canción de cuna. Una canción que trataba sobre dos amantes perdidamente enamorados que conseguían alcanzar su felices para siempre, una canción que podría susurrarle a Grace si tan solo ella estuviese a su lado.

Pero ella estaba al otro lado, a medida que el horizonte se dividía en dos. Él estaba tan lejos de verla. Pero¾se consolaba¾podía ver las estrellas desde Ámsterdam, y se preguntó tan fugazmente como la estrella si Grace estaba viendo el mismo cielo estrellado que él.

Quería estar a su lado. Quería acariciarle el cabello, acurrucarla en su pecho y decirle que abra los ojos para que pueda ver la multitud de estrellas. De alguna forma, los horizontes de Grace y él se unían, no sabía cómo, pero así era.

La radio vieja que su madre le había regalado emitía una melodía conocida. Chasing Cars, estaban pasando Chasing Cars. El ritmo de la radio era como oír el corazón de Grace, el sonido con el que Nicolás se había dormido tantas veces.

Nicolás sabía que si volvía tendría que afrontar las consecuencias de haberse ido y haberle roto el corazón a Grace por segunda vez. Pero ¿estaba listo para lidiar con eso? Él sabía que las cicatrices iban a sangrar, pero lograrían curarse, al igual que su relación.

Nicolás volvió a ver las estrellas y empezó a emparejarlas con una razón por la cual amaba a Grace. Todo iba muy bien, hasta que las estrellas se acabaron.

Vagamente Nicolás recordó una canción que le gustaba a Grace. La melodía era triste, mágica, llena de promesas, y justo ahora sentía que iba acorde con su situación.

Ed Sheeran, ese era el nombre del cantante, pero no lograba recordar el título de la canción. Apenas si recordaba unos cuantos fragmentos. “Y todas las luces se irán en la noche conmigo”, “Todas estas estrellas nos guiarán a casa

Nicolás volvió al tiempo en que Grace estaba acostada a su lado. Él miró hacia ella y se enamoró perdidamente. Pero entonces las horas pasaron y llegó el momento de irse a casa. Nicolás tomó la mano de Grace y juntos recorrieron las calles de Londres que él conocía a la perfección, se sabía la dirección de Grace del derecho al revés.

Nicolás sacudió su cabeza. Debía dejar de pensar en Grace si no quería deprimirse. Así que cambiando de tema ¿Qué haría mañana?, tal vez podría ir con su madre a hacer turismo o ir a comer a algún sitio.

¾¡Mamá!-¾llamó Nicolás desde su habitación¾, ¿Podemos ir a comer afuera mañana?

¾¡Claro, cielo!-¾le respondió ella¾, conozco un restaurante en el que preparan el mejor cordero asado: Graceeliver.

Nicolás sonrió con tristeza. Oh, Grace¾murmuró para sí mismo¾Todo me lleva de vuelta a ti. Nuevamente Nicolás volvió a preguntarse si Grace estaba viendo las mismas estrellas que él.

Se la imaginó recostada en el marco de su ventana, sujetando una pierna con sus manos y con el cabello recién lavado, mirando fijamente al cielo estrellado.

Finalmente, Nicolás se dio cuenta de que era un completo masoquista, estaba torturándose manteniéndose alejado de la mujer que amaba. Así que decidió romper con eso de una vez por todas y tomó su móvil.

Hola, soy Grace. Bueno, ya sabes que hacer *Bip*

¾Hola, Grace…¾empezó casi en un susurro¾. Están pasando Chasing Cars en la radio y pensé en nosotros. Solo quería decirte que te sigo amando, y que espero de todo corazón que me des una nueva oportunidad. Te extraño y ahora más que nunca sé que no puedo vivir sin ti. Te extraño a mi lado, extraño tu aroma, tu sonrisa y tus besos. Te extraño a ti, Grace…¾hizo una pausa¾ Y me pregunto ¿estás viendo las estrellas?, ya sabes lo que dice tu padre: todas estas estrellas nos llevarán a casa, a donde de verdad pertenecemos. Por favor devuélveme la llamada.

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2014 ⏰

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