Inolvidable.

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Kate POV.

Eran las dos de la mañana, luego de que Dylan y yo llegáramos a casa fingí estar dormida para no tener más discusiones como la que había tenido con Dylan en el club. Intente todas las maneras existentes para poder conciliar el sueño, sin embargo no podía, ahí estaba contando ovejas, tarareando canciones de cuna e incluso escuchando grabaciones con los sonidos del mar y aun así no lograba dormirme, decidí bajar e ir por algo de comer quizás así conseguiría dormirme después de todo. Bajé las escaleras y camine a la cocina, abrí el refrigerador y saque mantequilla de maní, una jarra de leche y una cuchara y me dispuse a comer del frasco mientras bebía un vaso de leche.

Estaba mal y sabía exactamente cuál era la razón, me sentía sucia y toda una zorra por lo ocurrido con Jake en el Risco, me había dejado llevar por mis impulsos y mis estúpidos celos, Dylan no merecía esto y yo no merecía que él me haya perdonado y si no dormir esta o todas las noches del verano era mi castigo lo aceptaría, aceptaría que Dylan terminara conmigo y aceptaría estar sola y vivir con diez gatos sucios en un apartamento por el resto de mi vida, bien creo que el insomnio me está haciendo alucinar un poco, pero qué más da lo hecho estaba hecho y me tocaba aceptar las consecuencias.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no había notado a una persona más en la cocina, Dylan me miraba desde la entrada de la cocina sin camiseta, pantalones de hacer ejercicio y los brazos cruzados a la altura de su pecho, su mirada estaba llena de preocupación ¿tal vez? ¿Enojo? ¿Incertidumbre? La verdad no lo sé, solo quería correr sus brazos, abrazarlo y que me dijera que todo estaría bien, que nada iba a cambiar cuando nos fuéramos a la universidad y que a pesar de ser una zorra él me amaba.

- ¿Qué haces aquí? Son casi las tres de la mañana Kate y ¿qué diablos estas comiendo? –preguntó

- No podía dormir y bajé para comer algo, perdona si te asuste no era mi intención –susurré con timidez y la cabeza gacha.

- Te soy sincero si me asustaste, pensé que te habías... ido. –dijo más bien para sí mismo.

- No, aquí estoy. –dije aún con la mirada al suelo

- Kate cielo, ¿Qué pasa?

- Y después de todo me llamas cielo? Soy una zorra Dyl, besé a otro chico por celos y aun así ¿me perdonas? No lo merezco... no merezco esta relación deberías-. Y antes de terminar, él me interrumpió.

- Kate calla –dijo acercándose a mí- ¿piensas que por un simple beso te dejare? ¿piensas que me rendiré tan fácil? Lo siento pero no, yo también fallé Kate, fue solo el alcohol y los celos lo que actuó por nosotros esta noche, yo te amo y prefiero perdonarte mil veces a estar sin ti, eso me mataría... ¿aún no te das cuenta?

- Dylan yo... me siento muy mal de verdad –él estaba tan cerca que no podía pensar bien lo que decía y él lo sabía se aprovechó de eso y siguió acercándose más y más –no puedo yo...

Y sin más me besó, un beso apresurado y muy apasionado, un beso que sin palabras decía "te necesito" y yo también lo necesitaba a él me uní al beso y deje que su lengua jugara con la mía a un ritmo casi inhumano, el beso se intensifico y yo tiraba de el para que estuviéramos más cerca, no quería separarme de él. Nunca. Nos separamos casi por obligación para recobrar la respiración ambos ya estábamos agitados por el beso.

- Te amo –dije con lágrimas en mis ojos – Hazme tuya Dylan, hazme olvidar lo que pasó, quiero sentirte a ti, a nadie más. Quiero sentirme amada.

- Si señora –dijo risueño y me besó nuevamente.

Tardamos minutos besándonos, estábamos aun en la cocina, Dylan empezó a quitarme la parte de arriba de mi pijama y yo tocaba su pecho suavemente y a un ritmo lento, levanto mis piernas sentándome en la encimera de la cocina, yo sonreía mientras me besaba y tiraba de su cabello haciéndolo jadear. Bajé sus pantalones y el los míos cuando se pegó más a mi pude sentir lo excitado que estaba y yo gemí como respuesta, me levantó de la encimera y envolvió mis piernas en sus caderas, sintiéndolo más. No se cómo pero subimos las escaleras y llegamos a la habitación a tropezones y sin separar nuestros labios, solo lo suficiente para tomar aire y continuar con el beso.

Dylan me recostó suavemente a la cama y rápidamente se colocó encima de mí con los brazos a cada lado de mi cabeza para no aplastarme, sus besos empezaron su dirección hasta mi cuello mientras yo revolvía su cabello y jadeaba de placer en su oído, mis manos en el elástico de su bóxer hicieron su trabajo bajándolos rápidamente y dejándolo completamente desnudo. El bajo hasta mis pechos empezando a succionar uno mientras sus dedos jugueteaban hábilmente con el otro, eso me volvía loca. Poco a poco aparto su mano de mi seno y bajo en dirección a mis braguitas, quitándolas rápidamente pues estaban empezando a sobrar.

- Dylan te amo –dije con voz jadeante mientras el masajeaba mi clítoris suave y rápidamente a la misma vez.

- Y yo a ti Kate, te amo tanto –decía mirándome a los ojos. –eres mía, de nadie más. Solo mía –gruño.

- Toda tuya cariño, para siempre –respondí entre gemidos

Estaba a punto de correrme pero el no lo permitió, sacó su dedo dentro de mi rápidamente y yo gruñi como protesta. Empezó a besar mis labios nuevamente, volviéndome loca, no tenía control sobre mi y el se aprovechaba de eso.

Con una mano empezó a tantear en la gaveta de la mesita de luz sacando un pequeño envoltorio plateado. Se alejó de mí y coloco el preservativo rápidamente, me dio una mirada como pidiendo permiso y yo accedí casi inmediatamente. Poco a poco se introdujo en mí y un chillido se escapó de mis labios, cuando estuvo completamente dentro de mí preguntó:

- ¿Estás bien? –estaba casi sin aliento.

- Si... si –dije con la voz cortada y llena de placer.



Empezó a moverse dentro de mí, primero lenta y suavemente y luego cada vez más rápido haciéndome gritar de placer, tenía mis manos enganchadas en su espalda dejando pequeñas marcas y el solo gruñía de dolor y excitación. Perdí la cuenta de sus embestidas que cada vez se hacían más y más rápidas, cuando no pude más, mi cuerpo se tensó debajo de él haciéndome llegar al orgasmo y minutos después él lo hizo también. Respiraba rápidamente, su cabeza reposaba en mi regazo y yo acariciaba su cabello, el aun dentro de mí, una ligera capa de sudor cubría nuestros cuerpos señal de todo el placer que habíamos liberado. Sin duda esta noche había sido una noche inolvidable.

hola, hola..

nuevo capitulo un poco HOT no les parece? jejeje

se pondra mucho mejor creanme, no es Dylan un amor? :(

dylan en multimedia.

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