•CANCER•... [Marichat] MLB

Perdóname.

Su corazón cayó en un hueco profundo. Trago grueso y abrió sus grandes esmeraldas que no dejaban de mirar los zafiros que lo observaban con miedo.

Bajo la mirada hacia sus manos entrelazadas y sin poder evitar el dolor se separó muy lentamente. Y cuando subió la mirada pudo notar como a ella sufrió al recibir aquello ante sus confesiones.

- Mari. Tu... me corriste el corazón.

Marinette desesperada lo volvío a tomar de las manos y con todas sus fuerzas no permitió soltarlo.

- Lo se. Lo se, p-pero q-quiero que me perdones... Que... - sorvio su nariz, incluso su cuerpo temblaba por su miedo y desesperación. - m-me vu-vuelvas a d-dar u-una oportunidad.

- c-como q-quieres que vuelva a confiar en t-ti! Eh? - subió la voz y fruncio el ceño. - Y-yo te a-amaba marinette... no... no esperes que me voy y cuando vuelva todo este c-como antes. - Hablo de la forma más sería posible intentando que el nudo en la garganta no lo traicionara.

- Es... está bien. Y-yo entiendo... Pero al menos déjame e-estar ahí para ti. S-sólo eso - le suplicaba desesperada, solo lo queria cerca. Queria estar para él aunque ella era quien mas lo necesitaba. - abrazame por f-favor - estiro sus brazos hacia él.

El felino la miro unos segundos indeciso, pero aún así se estiró hacia ella y la envolvió en sus brazos. Se acomodó con ella en la camilla para que estuvieran más cómodos.

Sentir el cuerpo frío de marinette contra su pecho lo hizo sentirse vacío. Si no fuera por los suaves sollozos de marinette y sus temblores, juraría de que esta muerta.

Se sentía tan confundido. Realmente no sabía que hacer. La quería mucho pero su orgullo y dignidad estaban por delante... inconsientemente. Quería que ella supiera lo lastimado que estaba, pero ella lo necesitaba... ella nada más lo tenía a él.

[...]

Aún no entendía por que el doctor le había infectado aquello. Según era para que se sintiera un poco más relajada, su corazón enfermo no podía soportar mucho, estaba muy tenso y según marinette cada latido era una punzada.

Morfina local.

No le pusieron demasiada pero lo suficiente como para decir incoherencias.

- Chat, Te amo... Te amo mínimo. - le acariciaba la ligera barba que tenía. Chatnoir ignorando sus caricias la tomo en brazos, ya que después de unas horas le dieron el alta.

Chatnoir camino desde la habitación hasta la entrada del hospital. Mientras marinette le daba besos en el mentón y mejilla. Le decía lo necesitaba... pero no como hace unas horas decía.

- me amas y yo te amo... porque todavía no hemos consumido la llama de la pasión? - le susurró en el oído una vez entraron en el ascensor estando a solas.

- No... yo no... - la miro a los ojos y se quedó sin habla al verla. Sus ojos parecían brillar, en mucho tiempo no la veía sonreír. De la nada se puso a reír al escuchar el sonido que había indicado que habían llegado a su piso.

- Pin! - Imito el ruido, dejando el tema en el aire. - Pin, Pin, Pin - Adrien rodeo los ojos y le tapo los labios.

Al poco rato sintió como marinette dejaba de forsejear para luego ponerse a llorar.

- Tu no me amas, ni siquiera me quieres! No? - ella fruncio el ceño y sus ojos se critalizaron. - Tienes a otra no es así? Por eso ya no me vienes a visitar? - chatnoir luchaba con ella para que no se bajará de sus brazos, al parecer ahora estaba molesta.

- No, Marinette. - la tomo del mentón e hizo que lo mirará. - yo si te quiero. Y si tu también me quieres deja de moverte un rato por favor. - la soltó y siguió caminando con ella en brazos hasta la entrada. Sin poder evitar sentir la gran sonrisa de marinette en su hombro.