•CANCER•... [Marichat] MLB

Pillados.

- Ahhhh!

Gritó con fuerza al despertarse. Miro hacia todos lados, con la respiración agitada intentando recordar lo que había pasado.

Se miró a si misma, encontrándose vestida, desorientada pensando que tal vez lo que allá pasado anoche allá sido solamente un sueño.

- Shhh!

Se sobresaltó cuando de la nada una mano le tapo los labios haciéndola callar aquel susto y, encontrándose con aquellos rizos rubios y las esmeraldas de el chico que estuvo enamorada desde aquella tarde lluviosa.

- Calma... calma. Mira.

- No, no. Que haces aquí?

- Pero mira! Tu cabello!

La muchacha confundida ante el repentino comentario, se tocó la cabeza sintiendo el suave y largo cabello que desprendía desde la raíz hasta su cintura.

- Mi... - sonrió feliz encontrándose con la mirada del muchacho que también sonreía, pero al verlo, frunció el ceño. - y tu... por qué me cambias de tema?

- por qué estás tan evasiva y molesta? Me prometiste que-

- no me respondas una pregunta con otra. Necesito estar sola, vete. - se sentó en la cama para darse la vuelta y no mirarlo.

Hubo unos minutos en silencio, Adrien no quería irse, quería estar con ella, pero como toda Dupain Cheng que es, la terquedad no se le iba a ir de encima por un buen rato.

Un suspiro bastante fuerte del rubio sonó por la habitación, de estar sentado en una esquina de la cama, gateo por la cama hasta quedar su pecho en la espalda de la azabache que intentó alejarse pero el rubio no la dejo.

- a donde vas?

La miro divertido al verle el puchero y sus mejillas rojas. La apretó aún más contra él e inhalo el olor de su cuello, sintiendo como se estremecía. Le daba mucha gracia, estaba avergonzada.

- que pasa? Ahora te da penita?

- déjame en paz. Eres un idiota.

Carcajeó moviendo la cabeza ligeramente para atrás. - si, si, un compleeeto Idiota. - beso su cabeza, y apoyo su mentón en su hombro buscando su mirada. - ...pero tu idiota.

La sonrisa contenida de la muchacha se hizo presente, intentando controlar sus impulsos pero no podía.

- que pasa? Ya no estás enamorada de Adrien?

-...

-...

- No.

Eso no se lo esperaba.

- ...No?

- no, yo amo a Chat Noir. Al verdadero... - volteó la cabeza otorgándole una profunda mirada azulada. - ... a mí gatito.

Una sonrisa adorno el rostro angelical del joven.

- lo quieres de vuelta?

Ni parpadeó.

- Si.

Y sin demora alguna, el muchacho pronunció las palabras necesarias para encontrarse a su novio gatuno.

Sonrío - Hola.

Se volteó para pegar su frente con la de él - Hola.

Ambos se tumbaron el cama y se abrazaron. Un abrazo algo incómodo ante los nervios presentes de la joven que estaba jugando con el cascabel de su traje de cuero.