•CANCER•... [Marichat] MLB

No de Nuevo.

3 semanas después...

- mmmm... Princess.

- Adrien.

- pero que hermosa eres, por dios...

- Adrieeeen.

- alguna vez te había dicho cuanto amo tus bonitas pecas?

La azabache rio al escucharlo. Sabía lo que estaba haciendo. Ambos estaban en la habitación de la ojiazul, acurrucados en su cama, sufriendo el post-sexo donde no sólo los hacía sonreír como tontos, sino, mimarse, acariciarse y querer más del uno del otro.

- siiii... Me lo haz dicho millones de veces. Ahora - lo agarro de la barbilla rasposa, y lo miro a sus intensos ojos cual esmeraldas que la miraban embelesado. - tienes que irte. Mis padres vendrán en cualquier momento.

- pero yo no quiero irmeeee... Quieeero quedarme aquí contigoooo. - él la apretó con fuerza contra su cuerpo y enterró su cabeza entre los cabellos de la azabache. Bajo un poco más la cabeza y le mordió ligeramente su cuello, allí, justo donde sabía como hacerla estremecer.

- mmmm... - se mordió el labio y sonrió mientras lo abrazaba contra si completamente desnuda. - gatito... Vas a querer una tercera ronda antes de irte?

La chica elevó un poco las caderas rozando su intimidad contra del chico, que, al sentirla tan sumisa y dispuesta sonrió al lograr su cometido.

- Por mi... - hablo cerca de su piel, suspirando fuertemente apropósito, bajando, subiendo, bajando hasta besar su mentón y finalmente mirarla a los ojos con aquella pasión que sabía que podía conseguir lo que queria. - podemos seguir hasta que quedemos secos...

La chica sin tardar enredó sus piernas alrededor de la cintura del varón que, sin preámbulos, introdució su lengua en la boca de la joven que lo recibió gustosa. No hay nada más excitante y juvenil que la adicción al sexo.

El joven la tomó de la desnuda cadera y llevó sus labios hasta su clavícula e ir bajando poco a poco hasta su cuello y lamerlo, y de mientras, la chica se retorcía bajo su cuerpo ante las sensaciones provocadas por el adonis de mechones dorados.

- Marinette?

Ambos se sobresaltaron y se mantuvieron quietos. Como si mantuviendose inmovil se volvieron completamente invisibles. Ambos intentaron asomar la cabeza hacia abajo, donde se encontraba la puerta que estaba en el piso de abajo y mirar con detenimiento si estaba puesto el seguro.

- tranquilo, anoche antes de que llegaras lo puse. - susurró la francochina despegandose un poco adrien para levantar en torso y exclamar en una voz un poco mas alta. - que pasó mamá?

- oh, cariño. No sabias si estabas despierta o dormida pero te he hecho el desayuno. Cuando puedas baja, que se enfría.

- si ma, ya vamVOY! jejeje ya bajo mamá.

- ok cariño! Te espero abajo. - mientras se escucho las pisadas de la mayor hacía el piso de abajo.

Ambos jovenes se miraron unos segundos hasta que se encontraron en completo silencio. Adrien que sin poder esperar mucho, se lanzó nuevamente a los labios de su ahora novia, que se sorprendió ante su actitud. Lo separó y lo miró con el ceño fruncido.

- no escuchaste? Necesito desayudar.

- ya y yo también. - bajo sus labios hasta su cuello y empezar a besarlo. - o que crees que estaba haciendo?

Marinette rió risueña y dejo al joven, una vez mas, hacerla suya esa mañana.

[...]

Ambos jovenes iban caminando por el Notre Dame, ya pasadas las 5 de la tarde, y al ya ser casi otoño, se podia apreciar el hermoso atardecer que se presenciaba frente a ellos.